Las gremiales empresariales salvadoreñas respondieron con cautela este jueves al anuncio del 10% de aranceles impuesto por el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El presidente de la Asociación Salvadoreña de Industriales (ASI), Jorge Arriaza, expresó ante la consulta de varios medios de comunicación que estaban haciendo un "análisis de las medidas".
"Hay que tener un poco de tiempo para medir el impacto que va a tener. La realidad es que esta es una medida de orden mundial, es decir todos los países que comercian con Estados Unidos están en esta medida", respondió el dirigente.
VER: Aranceles | EE.UU. impone 10% de aranceles a El Salvador
Arriaza consideró que hay cosas positivas y negativas en el anuncio del nuevo arancel.
A juicio del empresario, el impacto de la nueva tarifa a productos salvadoreños que ingresen a Estados Unidos hay que medirlo por sectores, como el de alimentos o el de textiles.
En 2024, las exportaciones de El Salvador a EE.UU. fueron de $2,134.9 millones, mientras que las importaciones ascendieron a $4,423.4 millones, según cifras del Banco Central de Reserva (BCR).
De los países a los que exportaron las empresas salvadoreñas, EE.UU. fue el principal destino de los productos, que en su mayoría compró prendas de vestir, productos de plástico y azúcar, entre otros.
Mientras que el país le compró a empresas estadounidenses, sobre todo, aceites de petróleo, medicamentos, gas y otros hidrocarburos, y vehículos.
Pero un aspecto positivo que ve Arriaza es que otros países con los que compiten productos salvadoreños van a tener aranceles más elevados y esa puede ser una ventaja para El Salvador.
"Por ejemplo, hay países en la región que han salido afectadas como Nicaragua; en ese caso, puede haber interés de inversiones que estén en Nicaragua de venir a El Salvador a instalarse aquí. Comparemos cómo están los otros países porque, a lo mejor, aunque nosotros tengamos un 10% más, productos de China, Japón, Colombia o Nicaragua tienen aranceles más grandes y eso puede ser una ventaja para nuestro país", añadió.
VER: Aranceles | Centroamérica reacciona con cautela a los aranceles de Trump
También destacó que China tiene el 26% de impuestos y ha sido el principal competidor en EE.UU. "Entonces ahora sí tenemos una ventaja más grande en términos del producto chino", indicó.
El dirigente agregó que pronto esperan tener un análisis más en detalle sobre los impactos del nuevo arancel, pero sí apuntó que "dentro todo, lo importante es seguir viendo a EE.UU. como principal socio y que hay grandes oportunidades de crecer ahora que otros países van a tener aranceles mucho más grandes".
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador, Leticia Escobar, declaró en otro evento que "con estas medidas lo que el presidente Trump busca es dinamizar la economía de su país y favorecer la producción nacional de las empresas estadounidenses".
Ante ello, mencionó que podrían verse afectados los importadores de vehículos que comercializan en EE.UU., pero se verían beneficiados los productores estadounidenses de marcas que se fabrican en ese país.
Escobar respondió que están "expectantes porque no tenemos un reglamento donde se defina la aplicación (del nuevo arancel)".
También afirmó que están a la espera de lo que pueda surgir de la reunión que va a tener el presidente Nayib Bukele con el presidente Trump, el próximo 14 de abril. "Vamos a estar atentos para ver qué información surge de este encuentro", dijo.
Asimismo, la Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport) externó mediante un comunicado que "es importante indicar que no contamos con la información pertinente que indique la forma en que este arancel se aplicará, bajo qué criterios o sobre qué base. Es decir, no tenemos la reglamentación correspondiente", por lo que no podían opinar sobre los efectos del gravamen.
Sin embargo, la gremial respondió a la inquietud que ha surgido debido a que El Salvador, como otros países de Centroamérica y República Dominicana, tienen un Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, conocido como CAFTA.
"Casi todos los tratados tienen la cláusula de que, ante emergencias económicas, de seguridad y otras circunstancias, se pueden tomar medidas como la que ahora vemos. Es decir, para imponer estos aranceles, Estados Unidos se ha amparado en la Ley de Poderes Económicos de Emergencia, argumentando que el déficit comercial del país ha alcanzado un récord de 1.2 billones de dólares en 2024, que la producción industrial de ciertos productos ha disminuido y que el empleo ha bajado. El CAFTA tiene cláusulas de fuerza mayor que permiten aplicar ciertas medidas", explicó la gremial de exportadores en su escrito.
Además, Coexport reiteró que "El Salvador ha sido un socio comercial confiable para los Estados Unidos, respetuoso de las reglas del comercio internacional y comprometido con la facilitación comercial", pero que les "inquieta el impacto que estas medidas puedan tener".
La gremial considera importante analizar los pros y los contras de la medida, una vez que se conozca su reglamentación y confían en que las autoridades están trabajando en el tema. Y a los exportadores los instaron a verificar el cumplimiento de las reglas de origen en sus operaciones actuales y, sobre todo, a mantener la calma mientras se aclaran los criterios de aplicación práctica de esta medida.
