La vivienda en altura (edificios de apartamentos) está siendo cada vez más desarrollada en El Salvador, debido a la falta de terrenos disponibles para construir. Sin embargo, la tendencia todavía no termina de trasladarse fuera de los típicos lugares donde se alzan este tipo de edificaciones en una versión exclusiva de alta gama, como las colonias Escalón y San Benito, en San Salvador Centro; o Antiguo y Nuevo Cuscatlán, en La Libertad Este; incluso en las zonas turísticas de La Libertad Costa. Es decir, a zonas más populares o al interior del país.
Pero ya existen proyectos que le apuntan a este mercado. El ejemplo más notable, por su magnitud, es el de Vistas de Soyapango. En este, la empresa Agrisal (responsable de marcas como Plaza Mundo) iniciará esta iniciativa en el rubro de vivienda, precisamente, con un proyecto en altura en Soyapango, San Salvador Este.
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Se trata de un complejo residencial de tres torres de nueve pisos cada una. Albergarán 288 apartamentos de dos y de tres habitaciones, para estrenarse a partir del segundo semestre de 2026.
Estará a solo 500 metros del bulevar del Ejército, en la Calle al Matazano y muy cerca de Plaza Mundo Soyapango.
"No es un proyecto más... la diferenciación es la extraordinaria ubicación. Se trata de apartamentos de calidad, a precios accesibles para un sector de la población que no ha sido atendido adecuadamente", comentó en agosto León Moncada, director de negocios de soluciones habitacionales de Agrisal.
Los precios de los apartamentos oscilan entre $99,000 (de 2 habitaciones) y $125,000 (de 3 habitaciones). Para adquirir uno, los ingresos familiares deben ser de al menos $2,000 mensuales.
Moncada indicó que uno de los beneficios que tendrán los interesados es la flexibilidad de pago del 10 % (entre $9,900 y $12,500) de la prima del apartamento, pues tendrán hasta 18 meses de plazo para pagarla en cuotas por alrededor de $600 o $700 al mes. "Esa ha sido la llave para que los clientes se animen a comprar", acotó.
En Mejicanos se desarrolla también otro gran proyecto, Ciudad Formosa. Es un complejo de torres de apartamentos en lo que fue la finca Argentina, cercana al centro de esa ciudad.
Otro proyecto es Garden City, aunque no se trata en exclusiva de un desarrollo de vivienda en altura, sino que albergará un centro comercial, un hotel y oficinas. El nuevo espacio de uso mixto está ubicado en el bulevar Víctor Kury, en la salida hacia la zona del Delirio.
El concepto de apartamentos es una novedad en San Miguel. En este caso, según comentó en la presentación en sociedad del desarrollo Víctor Kury (hijo), gerente general de proyectos e inversiones de Garden Mall, los edificios serán de solo tres niveles, en un concepto conocido como "low rise apartaments".
En Santa Ana, por otro lado, se anunció hace unos meses Cirene, un edificio de ocho apartamentos de tres niveles, a cargo de la empresa Porta Real Estate Boutique. Los precios van desde los $127,000 hasta $143,000. Para junio, cuatro de ellos ya estaban reservados. El inmueble está ubicado en la urbanización El Sinaí.
La todavía pequeña oferta de vivienda nueva en altura en zonas populares y al interior del país se puede comprobar en los proyectos que financia el Fondo Social para la Vivienda (FSV). Ninguno de los ocho de su listado de complejos de vivienda nueva son de altura, aunque esa institución tiene un programa específico para esta (financia el 93 %).
Un mercado específico
Al tratarse de opciones de gama media, ninguna de las anteriores puede considerarse una solución de vivienda de interés social, como lo comenta Marcela Escobar, investigadora en temas de vivienda. Vienen, más bien, a cubrir un mercado que no estaba siendo atendido.
"Pensemos en personas que viven en estos municipios y tienen un negocio fuerte o en aquellas que cuentan con una familia ampliada en Estados Unidos", comenta Escobar.
Muchos de estos apartamentos no serán adquiridos específicamente como vivienda, sino para inversión.
"Las empresas constructoras están tanteando este mercado y está bien que lo hagan, pues no es responsabilidad de las empresas la construcción de vivienda de interés social", dice Escobar, quien opina que ese tipo de desarrollos deben ser una alianza entre el sector público y el privado, con el primero donando el terreno y generando las condiciones (creación de caminos, de conexiones de agua, etc.) para que el segundo encuentre rentable esa construcción.
Pero la altura sí se ha convertido en una alternativa para la vivienda de interés social, al menos en una serie de proyectos en donde comunidades han logrado cumplir su sueño a través del trabajo en conjunto, buscando financiamiento fuera de las fronteras. Uno de los casos más emblemáticos es el de ACOV-UVD, en el barrio San Esteban de San Salvador. Gracias a la ayuda de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS), se construyeron 40 apartamentos por los que sus habitantes solo tendrán que pagar de $60 a $150 mensuales durante 20 años.
