Luego de que el alza en los precios de los productos en Estados Unidos llegaran a niveles históricos, 8.6% al cierre de mayo, la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) de ese país aumentó ayer sus tasas de interés de referencia en 0.75%, el mayor incremento desde 1994, como una medida para frenar el impacto en la economía.
Sin embargo, la medida del banco central de ese país podría tener implicaciones para los países latinoamericanos y, sobre todo en El Salvador, debido a la fuerte dependencia que tiene de la economía estadounidense.
Por ejemplo, el economista Luis Membreño explica a El Diario de Hoy que uno de los rubros que podría enfrentar efectos negativos es el de las remesas familiares que los salvadoreños en ese país envían hacia El Salvador, las cuales juegan un papel importante en el crecimiento económico nacional.
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Lo anterior debido a que ese aumento en las tasas que anunció la Fed podría “ser un presagio de que Estados Unidos entrará en recesión”, según Membreño, lo que significa que podría haber una reducción en la actividad y crecimiento económico en ese país.
Por su parte, el también economista y expresidente del Banco Central de Reserva (BCR), Carlos Acevedo, coincide en que en el tema de las remesas habrá una desaceleración en el ritmo de envío de ese dinero en lo que resta del año.
Eso podría provocar una especie de efectos negativos en cascada, según explica Membreño, quien señala que al haber una reducción en el volumen de dinero que ingresa al país por esa vía, “las personas tendrán menos recursos para el consumo”.
Esto podría provocar que la dinámica económica en el país decaiga e, incluso, pueda aumentar el nivel de desempleo en el país, debido a que el consumo es el motor principal del rubro de los servicios.
Exportaciones podrían caer
Debido a que Estados Unidos es uno de los principales compradores de productos salvadoreños, si ese país cae en recesión como consecuencia del aumento de las tasas, las exportaciones salvadoreñas también podrían sufrir un impacto negativo.
Así lo advierten tanto Membreño como Acevedo, quienes afirman que habrá menos empresas que compren productos salvadoreños, debido a que podría haber una disminución en el poder adquisitivo y en la demanda de productos en la población estadounidense.
Lo anterior es algo que frenaría el ritmo que ha presentado el rubro de las exportaciones en el país, las cuales alcanzaron la cifra de hasta $2,476 millones durante los primeros cuatro meses de 2021, aunque ese número ha sido alimentado más por el costo de envío que por el volumen de productos que el país exporta.
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Por otra parte, las remesas y las exportaciones no son los únicos puntos en los que se vería afectado el país, pues como apunta Acevedo, los créditos en el país también se volverán más caros para los salvadoreños, en una consecuencia directa de esa subida en las tasas.
Membreño agrega que “en la medida en que suban las tasas los bancos en el país, las empresas tendrán que pagar más por los préstamos que tengan en bancos corresponsales (internacionales)”, algo que afectaría su rol en la economía del país.
En este punto, el tema del riesgo de impago y la situación fiscal de El Salvador también juegan un rol importante, pues como señala Membreño, si el país decide salir a buscar créditos en los mercados externos lo hará a un interés muy elevado que se sumaría al que ya enfrenta por la baja calificación crediticia que le han otorgado agencias como Moody’s, Fitch Ratings y Standard And Poor’s.
“Todo esto en conjunto afectará al fisco, es una cadena de implicaciones (…). Es probable que el país termine el año con un crecimiento por debajo del 2%”, concluye el economista.