Las reservas comerciales de petróleo aumentaron la semana pasada en Estados Unidos, según el informe semanal de la Agencia estadounidense de Información sobre Energía (EIA), a contramano de lo esperado por los analistas.
Estas existencias aumentaron en 3.9 millones de barriles (mb) en la semana que terminó el 27 de setiembre, cuando los analistas esperaban una caída de 1.4 millones de barriles, según el consenso reunido por la agencia Bloomberg.
El aumento de las reservas se explica por varios factores. El primero es una menor actividad en las refinerías estadounidenses, que utilizaron 87.6% de su capacidad la semana pasada frente a 90.9% la semana anterior.
Se trata de la tasa de utilización más baja en cinco meses y supone un menor procesamiento de crudo de las reservas. La razón: el comienzo de un período de mantenimiento de las refinerías, explica Matt Smith, de Kpler.
En octubre y en febrero, las empresas hacen tareas de mantenimiento coincidiendo con períodos de menor demanda.
La demanda de productos refinados también bajó, 7% en la semana.
La caída fue marcada para la gasolina (-7%) o los productos destilados incluyendo el diésel (-10%).
Las reservas de gasolina crecieron 1.1 mb, mientras los analistas esperaban un incremento de 200,000 barriles.
Las importaciones, que aumentaron 2.7% la semana pasada -con un descenso de 0.5% de las exportaciones- contribuyeron al resultado general.
La producción alcanzó 13.3 mb diarios de petróleo, un récord histórico alcanzado varias veces este año, frente a 13.2 mb diarios la semana anterior.
El informe frenó el impulso del mercado, que estaba en fuerte alza tras el ataque iraní a Israel el martes.
Hacia las 15H15 GMT el barril de West Texas Intermediate (WTI) para entrega en noviembre ganaba 1.33% a 70.76 dólares, tras haber subido hasta 3.80% más temprano.