Alemania ha entrado en una fase de "caída neta, generalizada y duradera" de su economía, consideró el banco central alemán, apuntando que "las señales de recesión aumentan".
Esto se debe principalmente a las "condiciones generales de oferta económica -en particular, el suministro energético- que se han deteriorado considerablemente como consecuencia de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania", indica el organismo monetario en su boletín mensual publicado el lunes.
Tanto la inflación, que continúa en alza -casi un 8% anual en agosto- como la incertidumbre sobre los suministros de energía y sus costes afectarán a los sectores "energívoros" dependientes especialmente del gas, perjudicando sus exportaciones e inversiones, "pero también al consumo privado y los proveedores de servicios que dependen de la energía", dice el Bundesbank.
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"La elevada inflación y la incertidumbre en relación con el suministro de energía y sus costes perjudican no sólo a la industria que utiliza mucho gas y electricidad y sus exportaciones e inversiones, sino también el consumo privado y los servicios que dependen de él", indican los economistas del Bundesbank.
También pronostican que se van a mantener las tensiones en el suministro de gas los próximos meses.
De momento, Alemania ha podido evitar el racionamiento de gas gracias a los suministros más elevados de otros países y los avances en el ahorro de energía y en el almacenaje.
Pero es necesario una reducción significativamente mayor del consumo de gas, especialmente de los hogares, advierten los economistas del Bundesbank.
Debido al cese de las entregas de gas ruso a Alemania, del que el país dependía en un 55% antes de la guerra en Ucrania, la situación de aprovisionamiento para esta energía fósil "será extremadamente tensa en los próximos meses", advierte el Bundesbank.
La institución monetaria prevé que, tras una modesta subida del 0.1% en el segundo trimestre del año, el PIB alemán reculará "sensiblemente en el cuarto trimestre" y "probablemente, en el primer trimestre del año que viene".
Se habla de recesión técnica cuando se producen dos trimestres seguidos de caída del PIB.
El presidente del banco central alemán, Joachim Nagel, avanzó un pronóstico similar a principios de septiembre, considerando "posible una caída en recesión a finales de año y a principios de 2023".