Para Wilson Sandoval, abogado y experto en transparencia y derechos humanos, es peligroso que se asiente y normalice la concentración de poder en el país, pues eso implica que no hay respuestas para las personas que han sido víctimas de abusos de poder.
Además, ese grupo puede incrementar a medida el Estado vaya consolidando su deriva autoritaria, la cual conlleva en muchas ocasiones pisotear los derechos fundamentales de ciudadanos inocentes.
“La población se encuentra indefensa frente al poder del Ejecutivo y lo hemos visto en el régimen de excepción. Personas inocentes han muerto en la cárcel sin haber sabido de qué delitos se les acusaba o por qué se les había detenido, y sin haber podido defenderse ante un juez; además hay más de 1,600 niños y niñas en cárceles”, lamentó Sandoval.
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El experto recalca: “Con el golpe a la justicia, la población está indefensa ante el poder de turno y no es hasta que han sido víctimas del régimen que pueden comprender esta situación”.
“Se aproxima una Nicaragua”
Para Sandoval, el pretender sacrificar la democracia a cambio de solucionar algunos problemas del país puede desembocar en que El Salvador recorra la senda que han recorrido otros países que ahora están sumidos en peligrosos y violentos regímenes autoritarios.
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Para evitarlo, advierte que hay que recuperar la independencia de poderes que permita a la ciudadanía tener garantías si sus derechos son violentados, además de instancias para exigir que los funcionarios respeten la ley o haya consecuencias si no lo hacen.
“De lo contrario, se aproxima una Nicaragua o una Venezuela donde al principio las cosas pintaban bien. Nicaragua alardeaba de su clima de seguridad, pero hoy en día la gente anhela salir de esos regímenes porque no tienen dónde acudir y los poderes están copados”, reflexiona.
Antes de llegar a ese punto de consolidación total de la violencia del Estado, llama a que la gente se active y reconstruya el sistema de separación de poderes.
Finalmente, advierte que “en El Salvador no hay soluciones para la pobreza, desigualdad y desempleo”. Y quienes las exigen suelen enfrentarse a abusos de poder.