En Santa Ana, Chalchuapa y San Sebastián Salitrillo serán liberados en los próximos meses decenas de zancudos con la finalidad de disminuir los posibles contagios de dengue (en sus cuatro serotipos), zika, chikungunya y fiebre amarilla.
Pero no son zancudos comunes. La liberación será parte del Programa Mundial de Mosquito (World Mosquito Program -WMP-) que trabaja para proteger a los países de enfermedades transmitidas por los zancudos, a través de un método innovador que ha demostrado resultados efectivos en 13 países donde se ha implementado dicha iniciativa, protegiendo, a marzo de 2023, a 11 millones de personas, explicaron.
Entre ellos están casi 8 millones de personas que residen en Brasil, Colombia y México.
La iniciativa del WMP es impulsada por un grupo de empresas sin fines de lucro propiedad de la Universidad de Monash, en Australia.
En el caso de los tres municipios santanecos serán los primeros donde se implementará dicho método en el país, impactando a un promedio de 250,000 personas que residen en un área de 35 kilómetros cuadrados.
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El World Mosquito Program trabaja con socios gubernamentales y agencias de salud para criar y liberar zancudos que son portadores de la bacteria llamada Wolbachia.
Representantes del programa explicaron que la bacteria no causa daño a los seres humanos ni a los animales y se encuentra en aproximadamente el 50% de todas las especies de insectos.
En términos prácticos, la bacteria funciona como un bloqueador para que el zancudo Aedes aegypti, no transmita el virus que produce dengue, zika, chikungunya y fiebre amarilla al momento de picar a las personas.
Los mosquitos son liberados en áreas donde el dengue y otras enfermedades transmitidas por ellos representan una amenaza significativa para la población.
A medida que los zancudos se reproducen, Wolbachia se transmite de una generación a la siguiente hasta que, con el tiempo, la mayoría, en las áreas de liberación, portan la bacteria y, por lo tanto, no transmiten virus.
En el WMP indicaron que la evidencia demuestra que en áreas donde Wolbachia se mantiene de manera autónoma en un nivel alto la transmisión de virus se reduce considerablemente.
Los resultados del ensayo de referencia en Indonesia mostraron que la incidencia de dengue se redujo en un 77% y las hospitalizaciones en un 86% en las áreas donde se realizaron las liberaciones.
Los expertos explican que el éxito en la implementación del método Wolbachia se basa en la aceptación, el apoyo y la participación de las comunidades donde trabajan ya que antes de liberar “un solo mosquito” pasan meses interactuando con las comunidades para explicar dicho método y brindar una plataforma para consultas o preocupaciones.
De parte del programa animan a miembros de las comunidades a participar activamente en la investigación a través de la crianza de zancudos en sus propios patios y colocando trampas para recolectarlos para su posterior análisis.
Algunos habitantes como Ivonne Asencio, quien reside en la zona norte de Santa Ana, desconocían sobre dicho método.
Cuando se le explicó en qué consistía se mostró asombrada porque históricamente se ha tratado de eliminar al zancudo, pero en este caso lo que se busca es criarlos y liberarlos en zonas determinadas para disminuir el impacto de las enfermedades que transmiten.
“Me asombra conocer ese método porque jamás imaginé que reproduciendo zancudos se podría eliminar una de las enfermedades (dengue) que históricamente han representado un problema de salud para el país”, expresó la santaneca.
La implementación en el país
El gerente regional de Relaciones Exteriores y Abogacía del Programa, doctor Eduardo Quevedo, explicó que el proyecto tiene tres momentos para su implementación, tanto técnica como en las comunidades.
Entre ellas está el modelo de aceptación pública donde las comunidades, instituciones gubernamentales, departamentales y municipales, reciben información sobre el método y el programa.
Dicha socialización dura seis meses. En el caso de los municipios santanecos tienen tres meses de estar realizando dicha socialización.
La segunda fase será implementada en enero con la liberación de los zancudos infectados con la bacteria de Wolbachia.
Dichas liberaciones se realizarán en un lapso de 20 a 24 semanas.
“Y posteriormente nos quedamos haciendo un monitoreo a corto plazo, que básicamente es una garantía de calidad, donde vamos midiendo cuántos zancudos de los que existen en el medio ambiente tienen la Wolbachia”, dijo.
Añadió que eso les permite ver “cuál es la densidad promedio de los zancudos que tienen Wolbachia en el medio ambiente y los hacemos atrapando zancudos adultos, existen trampas especiales para hacer esto”.
El Programa determina que Wolbachia se ha establecido cuando el 50% y 60% de los zancudos que son sometidos a estudio, en la tercera fase, son portadores de la bacteria, creando un nivel de protección en las comunidades.
El doctor Quevedo explicó que en un momento inicial capturaron huevos de zancudo de los tres municipios donde prevén la liberación el próximo año.
Luego fueron transportados a la biofábrica de producción masiva, ubicada en Medellín, Colombia, donde está la población madre de zancudos. El proceso incluye que los zancudos tengan la bacteria de generación en generación.
“Nosotros liberamos suficientes zancudos en el medio ambiente para que se apareen con la población salvaje y, eventualmente, en un proceso de reproducción, todos los zancudos van a tener Wolbachia en el medio ambiente”, indicó.
Detalló que luego llevan esos huevos de zancudos salvadoreños a la biofábrica en Medellín. “Los apareamos con la cepa madre de Wolbachia y por lo mismo toda la descendencia empieza a tener Wolbachia. Con esto ¿qué garantizamos? Que el 95% de material genético de la progénea (generación) sea salvadoreño; básicamente es un zancudo que a través de un proceso de reproducción es salvadoreño”.
Los huevos de zancudos serán llevados a El Salvador en cápsulas.