El dengue, enfermedad que se transmite por picadura de zancudos (aedes aegypti) infectados y que puede ser mortal en caso de reinfecciones, se ha prácticamente triplicado en número de casos sospechosos en el país, de acuerdo con el Boletín Epidemiológico del Ministerio de Salud correspondiente a la semana 47, hasta las fechas entre 20 y 26 de noviembre del presente año.
En 2021, hasta ese periodo se acumulaban 5,078 casos sospechosos de dengue en el país, pero a la misma altura de 2022 ya hubo 16,259. Un poco más del triple.
Como referencia, en 2020 hasta esa fecha había 5,224 casos sospechosos, y el panorama era mucho más preocupante en 2019, con 26,434 para el periodo acumulado de ese año.
Para el doctor Jorge Panameño, especialista en infectología y medicina interna, la marcada alza en casos sospechosos de dengue “nos indica que ha habido falta de actividades de prevención”, algo que como gremio médico alertaron desde abril de 2022, aseguró.
“Esto lo esperábamos. Cuando el año comenzó, era preocupante que el índice larvario, que el mínimo aceptable es 4, en San Salvador llegaba a 20. Ante eso, tenía que haberse incrementado las actividades de prevención, que van dirigidas principalmente a búsqueda y destrucción de criaderos, para bajar el índice larvario”, valoró Panameño.
A pesar de esta alza de casos sospechosos, el Ministerio de Salud solo reportó 57 casos graves y ninguna persona fallecida en el periodo; sin embargo, confirmó que hay un acumulado de 1,932 hospitalizaciones por dengue en esas primeras 47 semanas de 2022.
Así mismo, el reporte epidemiológico de Salud indica que solamente tres de los 14 departamentos del país están en una zona segura en cuanto al índice larvario (cantidad de larvas de zancudo encontradas en las viviendas inspeccionadas por personal sanitario); un índice que debe estar, como norma epidemiológica, por debajo del 4%.
Solo Sonsonate, La Libertad y Cabañas estaban justo en 4% hasta la semana del 20 al 26 de noviembre pasados; los otros 11 departamentos están arriba de ese porcentaje, es decir, en zona de riesgo. Con especial preocupación en San Salvador, el departamento con el mayor índice larvario: 20%, un dato que se mantiene en la actualidad desde la alerta que hizo el gremio médico, como señaló el doctor Panameño.
A pesar de que estos índices larvarios apuntan a una cantidad importante de zancudos en dichos departamentos (ver mapa), el reporte epidemiológico del Minsal señala que solo en 28 municipios del país hay una “afectación moderada” de dengue, mientras que 234 municipos están con “afectación leve”.
De esos 28 municipios con “afectación moderada”, la mayor parte están concentradas en el departamento de San Salvador, como son: Aguilares, Guazapa, Nejapa, Mejicanos, Cuscatancingo, Ayutuxtepeque, Santiago Texacuangos, San Marcos, Apopa, Tonacatepeque, Soyapango, Ilopango, Santo Tomás, Panchimalco y el mismo municipio de San Salvador.
El doctor Panameño explicó que no tiene sentido hablar de una “afectación moderada”, cuando la realidad que marca el propio Minsal es que “el número de casos subió en un 300%. Entonces, ¿qué es leve, qué es moderado y qué es grave, bajo esa clasificación? Por otro lado, hablan de sospecha. Si le hicieran las pruebas apropiadas, porque ya hay pruebas rápidas para dengue para detección de anticuerpo, ese dato sería mucho mayor. Ahí hay un subregistro enorme, porque no todo el sistema de salud tiene la capacidad de hacer diagnóstico, que lo saca a uno de caso probable a caso comprobado”.
Sobre la situación actual del dengue, el ministro de Salud, Francisco Alabí, dijo el 5 de diciembre pasado que “mantenemos un control sobre el dengue a lo largo del territorio y, a la fecha, no hemos registrado ningún deceso por esta enfermedad”, y consideró que el país se encuentra en una “zona de éxito” en cuanto a la enfermedad.
Por otro lado, si bien la información de Minsal indica que personal sanitario inspeccionó 29,128 viviendas en busca de criaderos de zancudos, Panameño valoró que esta cantidad es insuficiente.
“Es un número pequeño. Solo en San Salvador hay cerca de 3 millones de personas”, señaló Panameño, quien luego matizó que “los ciudadanos también tenemos un papel importante, no podemos dejar solo en manos del Estado el que haya criaderos en nuestro domicilio. Cada uno de nosotros debe asegurarse que no haya criaderos ni en 400 metros a la redonda”.
Como un factor particular de este 2022, que pudo abonar a que haya más criaderos de zancudos, Panameño indicó que “hemos tenido un invierno mucho más copioso que en años anteriores”.
Sin embargo, lamentó que Salud no haya fortalecido la comunicación en cuanto a las medidas para evitar contagios por dengue, así como tampoco ha informado debidamente sobre cómo se han triplicado los casos sospechosos.
“Si a la gente no le avisan y no sabe lo que está pasando, ¿cómo vamos a reaccionar?”, dijo Panameño, quien añadió que “habría que ver si traspasamos un brote epidémico y ni cuenta nos dimos”.