El brindar la información “correcta y a tiempo sobre la gravedad de la situación” y establecer la oportuna “campaña sobre las medidas de prevención”, son dos aspectos básicos tras la expansión de la viruela del mono en El Salvador.
Así lo valora el psicólogo clínico José Rodolfo Pérez, director ejecutivo del Centro Universitario de Neurociencias de la Universidad Francisco Gavidia.
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El 30 de agosto, el ministro de Salud, Francisco Alabí, informó e sobre el primer caso de viruela del mono en El Salvador.
“Se debe establecer la campaña adecuada de información, sin caer en lo alarmista, explicar cada medida de prevención en su forma más detallada y precisa. Eso hasta el momento no ocurre, no hay espacios en los medios masivos donde el Ministerio de Salud esté hablando de la enfermedad…, sus causas, efectos y prevención”, indicó el psicólogo clínico.
El primer caso de viruela símica fue detectado en una mujer de 28 años, quien tenía nexos epidemiológicos con personas que llegaron al territorio desde los Estados Unidos.
Además, se conoció que al menos 20 personas relacionadas a la paciente permanecen bajo vigilancia sanitaria, y esa supervisión finalizaría el 12 de septiembre.
Dos semanas después, el 10 de septiembre, Alabí informó sobre el segundo caso, ese es un hombre de 40 años.
“Eso hasta el momento no ocurre, no hay espacios en los medios masivos donde el Ministerio de Salud esté hablando de la enfermedad…, sus causas, efectos y prevención”
José Rodolfo Pérez , psicólogo clínico
Pérez también sostuvo la necesidad de “información sanitaria capaz de derribar mitos”, como el impacto de la enfermedad en un grupo reducido de la población, “pues en riesgo estamos todos”.
Las percepciones y sus riesgos
El especialista en comportamiento humano, además de la necesidad de establecer la comunicación efectiva por las autoridades sanitarias, consideró oportuno ahondar en el riesgo que pueden causar las “percepciones”.
“Como ciudadanos debemos evitar la percepción de invulnerabilidad, es decir pensar que uno no se va a contagiar; porque sí le puede suceder a cualquiera”, añadió el psicólogo clínico.
La percepción se define como la recopilación de información de procesos y actividades en nuestro hábitat, así como las acciones que efectuamos en dicho hábitat.
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Pérez enfatizó que es vital mantener la “precaución ante los grupos de riesgo”, en sitios cerrados como el transporte, trabajo y más aún si “existen varias parejas sexuales”.
“Las autoridades deben establecer la gravedad de la situación y así informar en tiempo y forma oportuna. Ya se tuvo la experiencia con la pandemia del covid, y no fue implementada la mejor comunicación”, señaló el especialista.
Otro punto clave es no tomar exceso de confianza en la percepción de higiene, pues esa nunca es suficiente como método de prevención de enfermedades de contagio por contacto o intercambio de fluidos, como en el caso de la viruela del mono.
Puntualizó también que la ciudadanía debe considerar como eventual contagio cualquier síntoma, hasta que los médicos analicen e indiquen lo contrario, o en el peor escenario lo confirmen.
“La percepción de seguridad es peligrosa, alguien puede tener lesiones cutáneas y por cualquier razón no consultar, luego la enfermedad se puede complicar, y llegar a ser letal, como ya lo han dicho los organismos mundiales de salud”, profundizó el psicólogo.
El estrés y la salud
Cuando la población se encuentra sumida en el estrés diario, y suma otra situación que presiona sus emociones, esta debe encontrar el punto donde sea lo más llevadero.
La literatura define el estrés como un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso.
El estrés es la reacción de su cuerpo a un desafío o demanda. En pequeños episodios el estrés puede ser positivo, como cuando le ayuda a evitar el peligro o cumplir con una fecha límite. Pero cuando el estrés dura mucho tiempo, puede dañar su salud.
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“Lo mejor para manejar el estrés es tratar de seguir con la vida cotidiana, mantener las rutinas, las actividades de ocio, siempre con la prevención del caso”, dijo el especialista.
Añadió que otra forma de manejar el estrés es buscar la información en los canales adecuados, así como evitar los rumores difundidos en redes sociales y cadenas de mensajería.