Dados las expectativas que se han generado entre la población tras conocerse el primer caso de contagio de viruela del mono en El Salvador, el médico infectólogo Jorge Panameño afirmó hoy que es necesario que las autoridades sanitarias lleven a cabo una campaña para educar a la población sobre esta enfermedad.
"Lo que nosotros esperamos es que haya una campaña de educación, dirigida a quien corresponda, no solo de este primer caso, sino qué es la viruela simiana, cómo se transmite, cómo podemos evitarlo. No es una situación que si el vecino se infectó entonces todo el barrio se va a infectar, no; y una vez pasa la enfermedad se sequen las lesiones cutáneas y prácticamente desaparece el riesgo de transmisión", sostuvo.
Puede leer: Salud reitera que primer caso de viruela del mono en El Salvador está bajo seguimiento
El doctor Panameño, durante el programa radial matutino La Tribu, subrayó que esta campaña es necesaria para que no se generen situaciones de discriminación, como las que vivieron décadas atrás las personas contagiadas de VIH y más recientemente con el mismo Covid-19, en donde el personal de salud incluso no se le permitía abordar buses.
Externó que el contagio se puede dar a través de contacto íntimo, piel a piel, a través de besos, con personas afectadas, pero también puede darse al tocar cualquier objeto y ropa que hayan sido utilizados por el enfermo, dado que cuando las lesiones cutáneas causadas por la enfermedad revientan se vuelven punto de contaminación, sobre todo si la persona se las toca y luego manipula las cosas.
También le puede interesar: Viruela del mono: seis datos importantes de la enfermedad
Sin embargo, el infectólogo también manifestó que cada vez más se acumulan más evidencias que señalan que la vía sexual, la transmisión sexual realmente está jugando un papel importante, sobre todo en este brote que se está viendo, por eso la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro para el Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) ya están emitiendo recomendaciones a grupos que pueden tener mayor riesgo.
Panameño, aludiendo que hay varias situaciones en que una persona se puede contagiar, subraya que es por eso que no se debe estigmatizar, es decir no se puede señalar que los hombres que tienen relaciones con hombres son los únicos expuestos a contagio, pues se han dado casos en mujeres, incluso niños en otros países y esto va a ser más común en la medida que el virus se disemine entre la población.
"Esta enfermedad requiere de un contacto íntimo. Lo que tenemos que saber es que si usamos mascarilla, si nos lavamos la manos con agua y jabón y usamos el alcohol gel (es una forma de prevenir)", indicó.
También: ¿Podemos hablar sobre sexualidad y viruela del mono en El Salvador? Verdades y mitos
El galeno recuerda que la viruela del simio o del mono no es una enfermedad nueva, aunque sí emergente, la cual se caracteriza por la baja posibilidad de morir, aunque eso no significa que se deba desestimar o desprecia, debido a que puede causar mucho sufrimiento, dolor.
Subraya que debido a que la contagiosidad de la viruela del mono es baja ante lo cual considera que "con medidas apropiadas se puede contener", sobre todo porque "es una enfermedad para la cual ya hay vacuna altamente efectiva, específica, a lo cual se suma que existe la posibilidad de que las personas que recibieron la vacuna contra la viruela humana antes de la década de los 80 aún tengan defensas contra este mal.
"Por tanto requiere que tengamos una población informada. Esta bien que estemos preocupados, pero no en pánico; oigamos cómo se puede controlar. La gran mayoría de personas no van a necesitar hospitalización, entonces no estamos ante una amenaza global de desestabilización de la vida como ha sido con la pandemia del Covid", apuntó.
La necesidad de que se brinde información en forma oportuna se evidenció durante el programa radial, al final del cual algunos cuidadanos expresaron sus inquietudes no solo sobre la forma de contagio, tratamiento sino también prevención, en este último punto un oyente habló sobre el temor que algunos padres tienen de enviar a sus hijos al centro educativo por temor a que se infecten.