Actualmente en El Salvador ya se registran 15 casos de viruela del mono, desde la detección del primer paciente en agosto de este año, según confirmó el titular del Ministerio de Salud, Francisco Alabí, durante una entrevista matutina de Telecorporación Salvadoreña.
El ministro no brindó detalles sobre los últimos casos registrados; sin embargo, afirmó que de los 15 pacientes tratados en el territorio salvadoreño 14 son hombres. Hasta el 2 de noviembre la Organización Panamericana de la Salud (OPS) registraba un total de 51,338 en 31 países. Cabe mencionar que, en la semana del 24 al 30 de octubre, el número de nuevos casos se redujo en un 40,7% en todo el mundo.
Durante su intervención Alabí puntualizó: “actualmente tenemos 15 casos de viruela símica en el territorio nacional. Solo tenemos dos personas bajo auto aislamiento, cumpliendo todas las medidas”.
“Cuando analizamos los datos de #COVID19 y de la viruela símica, podemos evidenciar que el nivel de contagio y de letalidad es diferente. Sin embargo, mantenemos todos los recursos para tratar ambas enfermedades”, recalcó el ministro.
Sobre el recibimiento del primer lote de vacunas para combatir la viruela símica de 1,400 dosis argumentó que no es un medicamento que deba aplicarse de forma universal como en el caso del covid, pero si a las personas en riesgo por haber estado en contacto con un paciente.
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Al ser cuestionado sobre el costo del lote adquirido el ministro se limitó a señalar que “es un poco complejo porque la producción es limitada, el fondo rotatorio es un mecanismo de la OPS que tiene el objetivo fundamental de que a todos los estados miembros les pueda ofrecer vacunas de calidad, pero a un bajo costo y esto es porque la adquisición se maneja completa para todos los países. Todos hemos logrado adquirir esa vacuna a los mismos costos a través del fondo rotatorio establecido y que las cláusulas de confidencialidad hacen un poco difícil mencionar precios”.
Dicho lote llegó a el territorio nacional el 24 de octubre y fue recibido por autoridades del Ministerio de salud, en compañía del representante de la Organización Panamericana de la Salud, Giovanni Escalante Guzmán.
Bajo el argumento que “el mismo costo pagó un país y el otro país, porque todos adquirimos por el fondo rotatorio”, el ministro también hizo énfasis que al ser un biológico escaso se debe cumplir con ciertos requerimientos que no son solicitados por El Salvador sino por los laboratorios que hacen la formulación del biológico.
180 salvadoreños podrían ser infectados en tres meses
Una proyección del Centro de Modelaje Matemático Carlos Castillo-Chávez (CMMC), de la Universidad Francisco Gavidia establece que después del primer caso y el inicio de la trasmisión comunitaria en un margen de tres meses 180 salvadoreños podrían verse infectados con la enfermedad.
Debido a que entre el día 60 y el 90, los casos tendrán una considerable alza y actualmente nos encontramos sobre dos meses del primer caso detectado en el país.
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La importancia del modelo
El infectólogo Jorge Panameño, en declaraciones dadas el 17 de agosto de este año, considera de “gran importancia” para los médicos (salubristas e infectólogos) la información a partir de modelos, como el elaborado por el MCCM. “El modelo matemático sirve para saber a qué se puede enfrentar el país, para saber qué medidas y cuando tomarlas, es ir por la luz no en la oscuridad” agregó Panameño.
Sexualidad y viruela del mono en El Salvador
Hablar de viruela del mono es un reto sobre todo al dirigirse directamente a la comunidad LGTBI debido a que han sido identificados como un sector vulnerable a contagios. Estigmatizando e incrementando el nivel de discriminación al que se enfrentan actualmente en el país.
Los científicos aún discuten si la viruela símica puede ser considerada como una enfermedad de transmisión sexual, lo cierto es que el contagio ocurre por el contacto prolongado de piel con piel.
También la Organización Mundial de la Salud (OMS) explicó que el contagio, puede darse a través del contacto directo con sangre, fluidos corporales, lesiones en la piel de animales infectados, como roedores y primates. Pero también por las gotitas de saliva en platos, toallas y sábanas.
