El ambientalista sonsonateco, Manuel Gil, lamentó que el río Los Milagros, en el distrito de San Antonio del Monte, Sonsonate Centro, dejó de tener agua limpia y pasó a convertirse en la cañería de aguas negras de la zona urbana.
Además señaló que la totalidad de las aguas negras del área urbana del distrito van a parar al afluente porque “ninguno de los barrios, las colonias, las residenciales que atraviesa la ribera del río tienen planta de tratamiento de aguas negras. Por lo tanto, la totalidad de los desechos van a parar al río”.
Como un paralelismo, relató que hace muchos años, las personas visitaban a San Antonio de Padua y posteriormente iban a bañarse en el río como complemento del milagro por el que pedían su intercesión.
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Esa práctica dejó de realizarse ante el aumento de la población y que el afluente dejó de tener agua limpia. En la actualidad, los lugareños señalan que quien ingresa al río, para bañarse o pescar, y logra salir sin ninguna enfermedad, es un milagro debido a los niveles de contaminación que posee.
Gil señaló que quienes utilizan las aguas del río para actividades domésticas son, principalmente, personas de escasos recursos económicos y que no cuentan con el servicio de agua potable en sus viviendas.
El río Los Milagros es el principal con el que cuenta el distrito. Sin embargo, este, que recorre de norte a sur, nace en Juayúa y se fortalece en Nahuizalco, ambos del municipio de Sonsonate Norte.
“Ese río dejó de ser un río de agua limpia y pasó a convertirse prácticamente en la cañería de aguas negras de toda la zona urbana”, señaló Gil, quien ha trabajado en el tema ambiental desde hace más de dos décadas.
Señaló que es una buena noticia que la administración municipal de Sonsonate Centro y la UNES hayan lanzado una licitación para resolver la problemática de contaminación.
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Pero hizo el llamado a que las acciones deben incluir un componente de educación entre la población, e incluso una ordenanza, ya que muchos lanzan sus desechos sólidos a su agua y “asumen que es un basurero y que el río se va a llevar esos desechos”.
Un residente del distrito, Carlos Alfaro, recordó que uno de los factores que provocaron el crecimiento poblacional fue la guerra civil que vivió el país, ya que muchas familias se establecieron en San Antonio del Monte, huyendo de otras zonas.
Se establecieron a la orilla del río, que comenzó a recibir las aguas grises y negras.
“El problema se agrava cuando empiezan nuevas comunidades a ubicarse en el sector; entonces todas las tuberías de aguas negras vienen a desembocar a la cuenca del río… Su valor turístico se vio deteriorado; el río dejó de ser atractivo, un punto de referencia turística, estaba muy asociado con el turismo religioso que tiene San Antonio del Monte”, señaló.