“Algunas tienen olor a humo, tienen cenizas o están quemadas, pero hay otras que están nuevas”. Es la frase que se escuchó decir a una mujer que llegó al antiguo edificio Panadés, sobre la Calle Arce y Primera Calle Poniente, en el corazón del centro de San Salvador.
Este edificio, construido por el arquitecto Ernesto de Sola en 1942, fue arrasado por un incendio la mañana del 30 de diciembre del año pasado.
Luego del incidente, la administración del negocio decidió rematar todos los productos que no fueron consumidos en su totalidad por las llamas, con precios muy bajos.
La promoción que más llama la atención a la clientela es la de llevarse tres carteras de $5. Todos aprovechan a llevarse la mayor cantidad de productos para luego revenderlos y sacar ganancia a la inversión; eran tantas las personas que se tuvieron que cerrar parcialmente las entradas, para evitar que las personas se aglomeraran en su interior.
En el transcurso del día se comenzaron a vender al por mayor; por $25 podían llevarse una docena de carteras. Según un vocero de la administración, ayer domingo fue uno de los mejores días del remate. Ocuparon también la segunda planta del edificio, donde el fuego no alcanzó a dañar los productos.
Otro incendio que se suma al más reciente en el centro histórico
A las 9:30 de la mañana del sábado 7 de enero pasado, cinco negocios de ropa, ubicados sobre la Tercera Avenida Sur, en el centro capitalino, también fueron víctimas del fuego.
Los mismos vendedores intentaron sofocar las llamas, pero fue imposible porque estaban bajo llave.
Una pipa de la municipalidad que estaba en la zona ayudó a acabar con el fuego, para evitar que se expandiera por la zona. Los demás negocios tuvieron que retirar sus productos por miedo a que los alcanzaran las llamas.
El Diario de Hoy consultó con algunos vendedores de la zona si alguna institución pública (como la alcaldía o el cuerpo de bomberos) se ha acercado para indicaciones sobre qué acciones tomar en caso de otro incendio, ellos respondieron que no