La Escuela de Comunicación Mónica Herrera y la Universidad Autónoma de Barcelona, en España, entre otras instituciones, lanzaron el martes la campaña “Por una vejez digna”, que busca promover los derechos y políticas de dicho sector en el país debido a los retos que enfrenta para tener una vida de calidad.
Un informe presentado durante el lanzamiento da cuenta que en El Salvador viven 1,055,000 adultos mayores, de acuerdo a datos del Registro Nacional de las Personas Naturales (RNPN), pero que el 83.14% de ellos no recibe una pensión.
Otros datos de la investigación, que inició hace un año para implementar la campaña, indicaron que cuatro de cada 100 adultos mayores cobra una pensión de apenas $50 mensuales; 8 de cada 10 padecen problemas de salud (de acuerdo al Ministerio de Salud); y únicamente hay 17 geriatras en el país, que deben atender a más de un millón de adultos mayores. La mayoría de dichos profesionales trabaja en el sector privado.
El informe indica que 13 de los 17 geriatras se encuentran en San Salvador; dos en Usulután, uno en La Libertad y otro en San Miguel, según lo explicó, en el documento, la doctora Margarita Henríquez, internista-geriatra en el sistema público y privado de salud y miembro de la Asociación de Geriatría.
El rector de la Escuela Mónica Herrera, Federico Harrison, señaló que la campaña es un proyecto que integra las tres funciones que toda institución de educación debe hacer, como es la docencia, investigación y proyección social.
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Es “una investigación no para ser publicada en una revista académica que quizás poca gente va a leer; pero (es) una investigación que de verdad sirva de insumo para tomar de decisiones, generar conciencia y sobre todo para tomar acción. Y que a su vez se vuelve en un proyecto de proyección social que permita vincular nuestro quehacer con la sociedad. Es un proyecto con el que esperamos contribuir, de manera concreta, a la dignificación y al cumplimiento de los derechos de los adultos mayores”, expresó.
En la campaña están involucradas varias instituciones, como por ejemplo la Coalición Nacional para la Dignidad de las Personas Mayores; Asociación Rural de la Tercera Edad (Arte); la asociación de cooperación internacional Descartados; Asociación Fundación para la Cooperación y el Desarrollo Comunal de El Salvador (CORDES); y la Fundación Autónoma Solidaria (Fas).
Además de alumnos de la Escuela Mónica Herrera que están en su proceso de tesis.
El coordinador nacional de la Coalición, Emilio Espín, manifestó que los adultos mayores son una población “muy vulnerable, que en general es desatendida por los Estados”. Mencionó que recientemente que en El Salvador se aprobó una nueva ley de derechos del adulto mayor, que se sintoniza con la legislación internacional; pero que aún falta que Casa Presidencial emita el reglamento y dote de presupuesto para que se pueda aplicar.
Además, lamentó que en el país no exista una universidad, ni pública ni privada, que desarrolle la carrera de gerontología y geriatría (relacionadas a la atención médica de las personas de la tercera edad).
“Nos hemos enfocado desde siempre en el enfoque estructural, en el enfoque de derechos y en alcanzar una legislación robusta, que aunque nosotros vamos a desaparecer materialmente en algún momento, los adultos mayores, pero la lucha continuará porque habrá una legislación que perdurará a los gobiernos del color que sea… Nuestras personas mayores sufren y mueren por enfermedades que sí tienen solución. Nuestras personas mayores siguen sufriendo y muriendo sin gozar de los derechos que conquistamos. Teniendo una buena legislación es triste que esto no haya avanzado”, dijo Espín.
La campaña tiene como objetivo visibilizar las condiciones de vida de las personas adultas mayores en el país para aumentar la conciencia sobre las violaciones de los derechos humanos que enfrentan, promover la solidaridad y responsabilidad intergeneracional para impulsar una lucha colectiva por una vejez digna de las generaciones presentes y futuras.
Además de aumentar la conciencia, empoderar a dicho sector como sujetos con derechos para darles protagonismo político y crear conciencia sobre la necesidad de ampliar la cobertura y el monto de la pensión básica universal; y dar opciones y alternativas de ingresos para ellos.
Todo esto lo harán a través de mensajes en diferentes plataformas, como redes sociales y la página web que habilitaron para que la población conozca sobre la campaña y datos que afectan en los derechos de los adultos mayores. La página web es https://porunavejezdigna.org/.
La campaña, además, tiene dos etapas. La primera busca visibilizar la problemática de las personas adultas mayores en el país a través de la construcción de un mensaje: “Su realidad es nuestro futuro”.
La otra etapa es el empoderamiento del sector a través del mensaje “Nuestros derechos no envejecen”.
“Conocer más sobre las condiciones de vida de las más de un millón de personas adultas mayores que viven en El Salvador es el primer paso para comprometerse con su lucha, por mejorarlas y por garantizar una vejez digna a las generaciones presentes y futuras”, expresó Ana Fernández, de la Universidad Autónoma de Barcelona.
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Uno de los seis alumnos de la Escuela que participaron en la investigación, Emerson Contreras, señaló que el informe que elaboraron contiene siete capítulos que incluye ingresos y pensiones, salud, educación, vivienda, políticas públicas y una perspectiva de género, entre otros.
Agregó que el sector en estudio representa el 14.6% de la población en El Salvador; pero la tendencia va a cambiar y para el 2055 iniciará lo que se conoce como la ola del adulto mayor, representando, para ese año, la población mayoritaria en el país.
“Por lo tanto es importante desde ya ir trabajando en construir un sistema de protección social para esta población”, indicó Contreras, quien finalizó señalando que el 30.2% de las personas mayores en El Salvador son analfabetas, lo que les genera múltiples dificultades en su vida cotidiana.
Mientras que Marc Espín, de la Universidad Autónoma de Barcelona y de la organización Descartados, se comprometió a buscar aliados y financiamiento para continuar la campaña para apostar, entre otras cosas, a la alfabetización mediática y mejoras de las competencias en comunicación social para que incidan en la agenda mediática.