La noticia de que la vacuna anticovid de la empresa AstraZeneca ha dejado de aplicarse ha despertado alto interés entre la población salvadoreña, ya que en 2021 formó parte de las primeras aplicaciones en el país, sobre todo en la mayoría del personal sanitario nacional, pero además en cientos de personas de la ciudadanía en general.
En palabras sencillas, la vacuna AstraZeneca ha salido de circulación porque, en un porcentaje muy bajo pero existente, hay indicios de que puede provocar trombos, que son coágulos de sangre que pueden dañar diversos órganos del cuerpo y, en casos extremos, llevar incluso a la muerte.
Lo que ocurre con AstraZeneca también coloca el foco en efectos secundarios que diversas voces médicas y científicas, a nivel global, están asociando a vacunas de otras tecnologías y marcas, lo cual lleva a la pregunta: Si usted recibió una o varias dosis de vacuna contra covid, ¿está realmente en riesgo?
El Diario de Hoy conversó del tema con dos médicos especialistas en infectología: el doctor Iván Solano Leiva, también presidente del Colegio Médico; y el doctor Jorge Panameño, experto además en medicina interna.
Panameño inició recordando que AstraZeneca fue desarrollada en la Universidad de Oxford, Inglaterra, un centro de estudio superior con amplia experiencia académica y científica, por lo que la comunidad médica internacional le dio un voto de confianza cuando inició su distribución a nivel global, en 2021.
VER: COVID-19 | Documento clasificado confirma que covid fue fabricado en China
Se trata de una “vacuna vectorizada por virus” y probada en investigaciones con monos, explicó Panameño, en la que “son introducidos ciertos elementos del SARS-CoV-2 dentro de un virus, programados previamente para morir al entrar a la célula humana. El virus es procesado, a fin de eliminarle las capacidades de infectar y producir la enfermedad. Bien preparados para cuando estén dentro de la célula mueran, se rompan y liberen la verdadera vacuna que va dentro, son elementos dirigidos a generar inmunidad contra la enfermedad de la covid-19”.
Agregó que AstraZeneca “fue la primera vacuna que arribó al país, proveniente de India. Era una versión de esta vacuna, con licencia para producirse. Después ya vino AstraZeneca como tal. Lugo hubo presencia de otras vacunas con otras tecnologías” en El Salvador, entre ellas las de ARN mensajero (ver nota secundaria con la controversia que hay también alrededor de estas vacunas).
En el caso de la AstraZeneca, Panameño detalló que por su uso “se ha asociado una posibilidad de desarrollar un trastorno de coagulación, que se llama trombosis trombositopénica. Puede provocar hemorragias severas, entre otras cosas. Es de mucho riesgo, una alta posibilidad de morir de ellas, yo vi muchas durante la pandemia, que también este problema lo generaba la enfermedad”.
Según Panameño, “con esta vacuna se ha descrito que hasta un 5% como máximo” pueden resultar con estos trombos, según estudios de la compañía. “El 5% de varios millones de dosis aplicadas es importante”, agregó el especialista médico.
En el caso de El Salvador, no es posible confirmar cuántas personas recibieron vacuna AstraZeneca, ya que “estos datos están bajo reserva y han sido vueltos a colocar en reserva por tres años, por parte de las autoridades correspondientes (Ministerio de Salud). Nadie sabe qué número de vacunas se pusieron, cuántos efectos colaterales hubieron, toda esa información está bajo reserva”, lamentó Panameño. “No tenemos informes de los efectos adversos observados en el personal de salud, que debió haberse hecho”, agregó.
11.3 millones de dosis
El Gobierno aplicó esas dosis de vacuna contra covid en el país, pero tiene bajo reserva la información sobre su costo, posibles efectos secundarios, etc.
Por su parte, el doctor Solano Leiva le dio otro ángulo al tema de Astra Zeneca y comentó que “cuando analizas los beneficios y los riesgos en un producto, en este caso, la vacuna (contra covid), los beneficios sobrepasan muy por encima el riesgo de sufrir” afectaciones por trombos, y ejemplificó que “está demostrado que los anticonceptivos orales, el tabaquismo, el haber tenido antes una trombosis, tiene mayor riesgo que haberse aplicado la vacuna”.
Solano Leiva remarcó que “las vacunas contra covid han demostrado que protegen contra las complicaciones y contra muertes por covid, está completamente demostrado desde el punto de vista científico”.
Además, en el caso de AstraZeneca, Solano Leiva recordó que “esas vacunas ya no están en el mercado prácticamente desde 2021. En el país fueron aplicadas en su mayoría a personal de salud salvadoreño en ese año, pero no ha habido un aumento en la incidencia de ese tipo de situaciones en el personal de salud”.
“Yo mismo la recibí”, dice médico
Coincidió en ese punto Panameño, pues dentro de su práctica médica privada, “la frecuencia (de casos con trombos) no es tan grande, si no, nos hubiéramos dado cuenta rápidamente de esta situación. Entonces, no debe generar como pánico o temor al respecto”.
Sin embargo, Panameño destacó que en este momento las vacunas contra covid-19 (no solo la AstraZeneca, sino de otras marcas) están en lo que él llama una “encrucijada”, pues han surgido dudas razonables no solo sobre sus efectos secundarios, sino también de si los laboratorios fabricantes sabían de estos riesgos y, aun así, procedieron a su distribución masiva en el planeta, con el aval de organismos sanitarios internacionales.
“Una vacuna, un medicamento biológico como son las vacunas, tiene que reunir ciertos requisitos para calcular al final la balanza riesgo-beneficio, y desde los más importante requisitos son en primer lugar eficiencia, eficacia y (alzando la voz subraya) se-gu-ri-dad”, remarcó Panameño.
De nuevo, Panameño enfatizó la importancia del contexto en que se tomaron decisiones. En ese 2021 plagado de incertidumbre y miles de muertes a nivel global, “las autorizaciones para el uso de todas las vacunas, en el momento en que se comienzan a utilizar, son autorizaciones de emergencia. ¿Eso qué significa? Que no se había completado plenamente la fase que permite llegar a conclusiones más valederas, más sólidas, sobre todos los temas de seguridad, dosificación, eficacia, eficiencia y también costo-beneficio” del uso de las vacunas, explicó.
Hay dudas razonables, indicó Panameño. ¿Por qué se utilizaron estas vacunas si había riesgos? ¿Por qué se usaron, quién las autorizó?
El médico trajo a cuenta que, en el escenario oscuro de 2021, como especialista consideró que “en la experiencia médica hay riesgos que son aceptables, en medio de una situación que puede terminar con la muerte de medio mundo. Ubíquese en el contexto de una pandemia, de una enfermedad con un altísimo nivel de mortalidad que está barriendo el mundo. Existen las autorizaciones de emergencia y las decisiones se toman en base a recomendaciones de organismos internacionales”.
Así como este especialista en infectología, cientos de médicos a nivel global confiaron en las recomendaciones de organismos como la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU.) y la EMA (Agencia Europea de Medicamentos); pero ahora, tres años después, Panameño remarcó que “hoy sabemos que muchos datos no fueron dados a conocer, por parte de estas agencias, que suelen ser las agencias en las que nos basamos para recomendar, que están constituidos por Comités de Expertos. Yo personalmente me apliqué tres dosis de (vacuna de marca) Moderna, porque la alternativa, ¿cuál era? ¡morir de la enfermedad!”.
¿Y ahora?
Como un llamado a la calma para quienes recibieron vacuna AstraZeneca, Panameño explicó que “según estudios, los síntomas de trombosis podían aparecer en el margen del primer año tras la aplicación de la vacuna. Es decir, si ya pasó más de un año, ese riesgo prácticamente ya no existe, porque no se dio el efecto”.
Además, en general, Solano Leiva explicó que “ya olvidémonos de terceras, cuartas, quintas dosis, como en un momento se pensó. Las únicas que han demostrado en estudios científicos para utilizarse como refuerzos son las vacunas de segunda generación basadas en RNA mensajero, que son Pfizer y Moderna. Olvidémonos de Sinovac, Sinopharm” y claro, también de AstraZeneca.
La recomendación médica más reciente en vacunación contra covid, detalló Solano Leiva, es que “desde el año pasado, tanto la autoridad sanitaria europea como la estadounidense han comenzado a usar vacuna monovalente, con la XBB 1.5., basada en RNA mensajero. Esas vacunas te protegen contra las subvariantes de covid, sobre todo las de ómicron, que ha sido la prevalente posterior a las otras que estuvimos teniendo al principio de la pandemia”.
Similar a como ocurre con la vacuna para prevenir la influenza, tanto en Estados Unidos como en países europeos “se está recomendado que te pongas en el invierno esa vacuna monovalente XBB.1.5”. Al tenerla, si hay contagio por SARS-CoV-2, la enfermedad no deriva a un estado de gravedad.
Sin embargo -continuó Solano Leiva- en el país “el Ministerio de Salud no ha informado si esta vacuna XBB 1.5 está disponible, o si ya está siendo comprada o aplicada en la población”. El doctor añadió que, hasta donde él tiene conocimiento, no se encuentra en la red pública nacional.
“En El Salvador, ni siquiera el Ministerio de Salud se ha pronunciado si las va a traer, aunque sea para aplicarlas a los grupos de riesgo, que sería lo recomendable. Por lo menos a las personas diabéticas, adultos mayores, personas con factores de riesgo, deberían de vacunarse de manera anual contra el covid con esta vacula monovalente. Pero el Gobierno ya no está interesado en seguir vacunando contra covid”, expresó Solano Leiva.
En su práctica privada, el especialista en infectología recomienda viajar a EE. UU. (si está en posibilidades de la persona) a recibir la dosis de XBB 1.5 una vez al año, tanto para personas adultas, como para niños o niñas que ahora son adolescentes y sus padres o encargados deciden ponerles la vacuna contra covid.
En la actualidad, hay al menos 20 vacunas en desarrollo que, según Panameño, cumplirán con todas las medidas de seguridad; “dentro de poco van a salir estas vacunas, entonces yo llamo a la población, a la sociedad, que estén pendientes de que personas expertas en la materia, que comiencen a dar a conocer los productos (vacunas) que reúnen las características seguras como para utilizarlas en una situación masiva, porque la vacunación sigue siendo la columna fundamental para prevenir enfermedades infectocontagiosas como respiratorias, como la covid”.
Para Panameño, no solo fue la emergencia por las muertes que producía el covid la que llevó al aval temprano para aplicar las vacunas, sino que también uno factores comerciales y políticos. Por tanto, estos factores -subrayó Panameño- deben quedar fuera de la decisión en estas vacunas en desarrollo, para que se priorice el criterio de comités de expertos científicos y médicos, solamente.
Por ahora, insistó Panameño, las vacunas contra covid que se aplicaron en la emergencia de la pandemia están “en una encrucijada”, porque ante las víctimas de consecuencias médicas por estas vacunas, “existe la fuerte duda sobre si algunas compañías ya sabían de los efectos colaterales y lo ocultaron, y entonces el asunto es que esto trae una fuerte repercusión médica y legal, hay una fuerte demanda de cientos de millones”.