En momentos que el mundo está atento ante el incremento de casos de sarampión en el mundo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y UNICEF alertó por la baja vacunación en prevención de enfermedades peligrosas en niños con edades entre 1 y 4 años.
El decrecimiento en la cifra de vacunación contra la difteria, el tétanos y la tosferina (DTP3) es registrado en América Latina y el Caribe, y se dice que en solo cinco años, la pauta completa de vacunación en la región mencionada ha descendido del 90 por ciento en 2015 al 76 por ciento en 2020.
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Significaría que uno de cada cuatro niños y niñas en la región no ha recibido el esquema completo de vacunación de rutina que le protegería de múltiples enfermedades.
La disminución de las coberturas de vacunación ya había iniciado antes de la aparición de COVID19; sin embargo, la suspensión o programación irregular de muchos servicios básicos de salud durante de la pandemia y el miedo de las personas a contagiarse de COVID19 durante visitas a centros de salud ha dejado a muchos niños y niñas sin vacunas.
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“El descenso de las tasas de vacunación en la región es alarmante y deja a millones de niños, niñas y adolescentes expuestos a enfermedades graves, o incluso la muerte, cuando podría evitarse”, dijo Jean Gough, directora regional de UNICEF para América Latina y el Caribe..
La caída de la cobertura en 14 puntos porcentuales afecta a casi 2.5 millones de niños y niñas que no han recibido el esquema de vacunación completa de DTP. De ellos, 1.5 millones no han recibido ni siquiera la primera dosis de esa vacuna.
“La solución a este panorama es sencilla, y está comprobado que funciona: fortalecer los programas de vacunación”, añadió Jean Gough.
Niñez en riesgo
El peligro con respecto al sarampión y los niños sin acceso a las vacunas, es que existe el riesgo que enfermedades de ese tipo se extiendan.
Y es que ya han ocurrido brotes epidemiológicos que pueden prevenirse con vacunas. Por ejemplo, mientras en 2013 se registraron sólo 5 personas con difteria en toda la región, en 2018 se registraron casi 900 casos, según datos de la OPS. El sarampión es un caso de mayor preocupación pues es causada por un virus altamente contagioso: en 2013 hubo casi 500 casos; pero en 2019, más de 23 mil personas padecieron esta enfermedad.
“Mientras los países se recuperan de la pandemia, es necesario tomar acciones inmediatas para evitar que las tasas de cobertura caigan aún más, porque la posible reaparición de brotes de enfermedades también supone un grave riesgo para toda la sociedad”, indicó Gough.
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UNICEF llamó a los gobiernos de América Latina y el Caribe a reestablecer y fortalecer de manera urgente los programas de inmunización de rutina, desarrollar campañas de estimulación de confianza en las vacunas y ejecutar planes para llegar a todos los niños, niñas y adolescentes y sus familias; especialmente a los más vulnerables que no tienen acceso a servicios de salud, por su ubicación geográfica, estatus migratorio o identidad étnica.
“Esta es una oportunidad para reestructurar la atención primaria de salud y reforzar el abordaje integral y comunitario que permite llevar las vacunas a las poblaciones más vulnerables. No podemos perder el esfuerzo de las décadas pasadas y dejar que enfermedades peligrosas amenacen la vida de niños y niñas”, concluyó Gough.