Madres de familia de los estudiantes capturados en abril del año pasado en la colonia La Cruzadilla de San Juan, jurisdicción de Jiquilisco, departamento de Usulután, pidieron al juez a cargo del juicio que libere a los que no les han encontrado pruebas de las acusaciones realizadas en su contra por las autoridades.
“Como padres (madres) de familia pedimos que si no tienen ni una prueba en contra de ellos que los liberen porque ya tienen ocho meses y creemos que es injusto que ellos estén ahí pagando algo que no han hecho”, expresó este miércoles Marlene, una de las madres de familia.
El juicio contra los 11 estudiantes, a quienes las autoridades acusan de intentar formar una clica de la Mara Salvatrucha y hacer unos grafitis alusivos a esa pandilla, ha sido reprogramado para comenzar el 27 de enero. Inicialmente había sido programada para el 9 de diciembre de 2024, pero posteriormente los familiares fueron informados de la suspensión.
“Nosotros lo que pedimos es que nos dejen libres a nuestros hijos, no hay prueba ninguna en contra de ellos y no pueden estar pagando algo que no han hecho, porque yo como madre estoy segura que mi hijo esa noche no salió de la casa”, agregó Onis, otra de las mamás, del grupo de chicos capturados.
Los familiares de los estudiantes capturados han denunciado en varias ocasiones supuestas irregularidades en el proceso, por lo que piden a las autoridades judiciales que resuelvan apegados a derecho y que si no hay pruebas contra ellos sean absueltos.
Lo poco que las madres saben de los detenidos es que se encuentran estudiando mientras están recluidos en un centro de menores y que algunos han enfermado de escabiosis y varicela.
“Mi hijo sacó el noveno porque nos pidieron el certificado de octavo grado cuando los trasladaron para Ilobasco (...) en las tarde iban a tener talleres y hasta donde sé mi hijo estaba en el de carpintería. Eso es todo lo que sabemos”, manifestó Marlene.
El 8 de octubre del año pasado, el Tribunal Primero contra el Crimen Organizado de San Miguel, juez 4, envió a juicio a todos los imputados por el delito de agrupaciones ilícitas.
Afuera de la sede judicial, unas 35 madres y padres de familia llegaron desde temprano para ver, aunque sea de lejos, a sus hijos y con la esperanza que fueran liberados tras la audiencia preparatoria.
En el momento en el que conocieron el fallo judicial, algunas madres rompieron en llanto, mientras otros familiares dijeron que guardan la esperanza de que en el juicio se haga justicia y sus hijos sean puestos en libertad.
La Fiscalía ha acusado a los 11 adolescentes y cinco adultos de ser parte de una estructura delincuencial y les atribuye el delito de agrupaciones ilícitas contra la paz pública.
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El 30 de mayo de 2024 el Comité de Familiares de Víctimas del Régimen del Bajo Lempa denunció una serie de irregularidades en el proceso contra los estudiantes.
Una de las primeras irregularidades denunciadas por esa organización comunitaria es que la Fiscalía ha basado su acusación en un testimonio policial falso, el cual indica que los menores de edad fueron detenidos la noche del 11 de abril, pasadas las 10 de la noche, cuando salían de hacer los grafitis dentro de la escuela.
Sin embargo, las madres y padres de familia narraron que los adolescentes fueron sacados uno por uno de sus viviendas por soldados y policías en el transcurso de las 9 de la mañana a las 12 del mediodía.
Otra de las inconsistencias de la acusación, que han señalado los familiares, es que el testigo criteriado propuesto por Fiscalía ha dicho que los alumnos ingresaron al centro escolar a manchar las paredes, luego que salieron de la presentación de un circo.
Una constancia emitida por la ADESCO de esa comunidad señala que el circo tuvo su primera función el viernes 12 de abril, un día después de las detenciones de los adolescentes.
El día de la captura, el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro Funes, aseguró en su cuenta de X (antes Twitter) que los adolescentes pretendían activar una clica de la MS-13.
Días previos a las detenciones los vecinos de La Cruzadilla relataron el hallazgo de grafitis alusivos a la mara salvatrucha en las paredes del centro escolar, la Unidad de Salud y en un local donde antes funcionaba un mercado.