Las nubes grises provocadas por la depresión tropical Sara se ven reflejadas en las calles de los caseríos El Limón y El Icaco, Usulután Este, debido al agua que se ha ido acumulando en los terrenos cercanos al río Grande, por las constantes lluvias de los últimos días.
Al intentar transitar por la zona, el agua alcanza los tobillos, pero en los lugares más cercanos al río llega hasta la cintura. Habitantes del lugar, en su mayoría agricultores de maíz y pipián, comentan estar acostumbrados a que en cada ocasión que llueve, el agua se empoza y puede afectar sus viviendas, por lo que se preparan con anticipación y colocan sacos de arena en las entradas de sus casas para evitar filtraciones; pero en esta ocasión, no esperaban la llegada de este fenómeno climatológico.
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Efraín Santos, presidente de la comunidad El Limón y coordinador de Protección Civil de la zona, comenta que los habitantes del lugar llevan alrededor de seis meses bajo agua, ya que la pasada tormenta Amanda también los afectó en gran medida y ya se estaba por terminar de secar, pero el nuevo temporal ha venido a ocasionar más daños, principalmente en el cultivo.
"Es una perdida total", comentó Don Chico, como lo conocen a un agricultor de la zona.
Las hermanas Saravia también perdieron toda la inversión que habían hecho para esta cosecha. Ellas comentan que aparte de los $300 invertidos en la compra de semillas y abono, tuvieron que contratar a otras personas para que hicieran el trabajo, ya que ellas por su edad avanzada no pueden hacer el trabajo físico. Por lo que les duele ver que el esfuerzo puesto en esta siembre se haya perdido.
Esta es la segunda vez que pierden su cultivo, anteriormente con la tormenta Amanda también fueron afectados.
Esperan que dentro de poco les den indicaciones sobre como será el proceso para aplicar al bono prometido por el presidente Nayib Bukele para sobrellevar la pérdida de su cultivo.