La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ejecutaron, durante los últimos siete años, el Proyecto Regional de Biodiversidad Costera, que generó beneficios ambientales, económicos y sociales en ecosistemas y comunidades marino-costeras en sitios fronterizos de alta biodiversidad en Guatemala, El Salvador y Honduras.
Lo anterior para contribuir a reducir las amenazas a la biodiversidad y crear prosperidad económica y arraigo en los territorios.
Los resultados fueron presentados en el cantón Barra de Santiago, en el distrito de Jujutla, Ahuachapán Sur, que es una de las zonas donde se implementó el proyecto en el país.
USAID invirtió, durante este tiempo, más de $13 millones. Mientras que UICN implementó la iniciativa en consorcio con la Asociación GOAL Internacional, como socio regional, y la Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES), la Agencia para el Desarrollo de la Moskitia (MOPAWI), la Fundación Defensores de la Naturaleza (FDN) y la Asociación para el Rescate de la Vida Silvestre (ARCAS).
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Entre los principales resultados se encuentran la mejora de los medios de vida de 3,941 personas de comunidades marino-costeras de los tres países, generando $1,854,254 en ventas a través de 26 emprendimientos en pesca, turismo y apicultura vinculada al manglar.
A través de su Programa de Pequeñas Donaciones, el proyecto apoyó técnica y económicamente a los emprendimientos bajo un enfoque de biocomercio.
De esta manera, 12 emprendimientos integraron la producción de energía renovable con una capacidad instalada de 66.4 KW, como una medida de adaptación al cambio climático.
Además, la iniciativa incidió en un mejor manejo de los recursos naturales en 565,689 hectáreas de paisajes costero-marinos de importancia biológica, de las cuales incluyen 79,739 hectáreas con mejoras en el flujo hídrico, la protección de especies, la conectividad de ecosistemas y captura de carbono.
Un promedio de 285 personas vinculadas a estos paisajes fortalecieron sus habilidades y capacidades para la adaptación al cambio climático.
También fueron impartidos talleres para la conservación de la biodiversidad basada en evidencia en los que participaron 1,498 residentes de las comunidades que ahora cuentan con los conocimientos para un manejo sostenible de los recursos naturales.
“El proyecto concluyó el análisis de datos y evidencia, dos artículos científicos, seis propuestas técnicas de manejo de recursos, documentos con información basada en la investigación y monitoreo en cinco especies de interés comercial asociadas a tres ecosistemas clave para la conservación (manglares, arrecifes y pastos marinos)”, señaló un documento donde exponen parte de los resultados del proyecto.
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El evento regional, realizado en Jujutla, contó con la participación del Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales de El Salvador, Fernando López; el director en funciones de USAID El Salvador, Matt Rees; el Subsecretario de Ganadería y representante de la Presidencia Pro Tempore de la Organización del Sector Pesquero y Acuícola del Istmo Centroamericano (OSPESCA), José Acosta; el Secretario Ejecutivo Regional de SICA-OSPESCA, José Infante; el representante del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) de Guatemala, Mario Díaz; y la representante de la Dirección Regional de la UICN, Raquel Sigüenza.