El Chufle, es una planta interesante y curiosa. Mide un metro aproximadamente, tiene hojas grandes verdes ovaladas, su flor es fibrosa, larga con pétalos color amarillos o blancos y tiene un sabor a vegetales. Es criolla, silvestre y nutritiva. Su mejor momento de salir a la superficie, es en invierno. Se prepara en cualquier tipo de sopas. Es nativa de Centroamérica y principalmente de El Salvador.
Se reproduce en invierno y marchita en verano. Cuando pasa su ciclo de vida, sus duras semillas quedan a la vista, los investigadores y estudiantes del Alma Mater, las recolectan y trasladan al laboratorio para darles un tratamiento biotecnológico.
Para conocer sobre la reproducción del Chufle, me traslade al laboratorio de Biotecnología Agrícola del Departamento de Fitotecnia de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de El Salvador, donde realizan la investigación, “Regeneración y Micropropagación in vitro de Cultivos Nativos de El Salvador”, trabajo que les ha llevado tiempo, dolores de cabeza y éxitos por sus resultados positivos.
El chufle, científicamente se conoce como, Calathea Macrosepala, se consume como verdura, en sopa de frijoles, res, con crema y ensaladas. Para deleitar ese delicioso platillo criollo, se cocina entre quince a veinte minutos. Tiene una textura interesante y rico sabor.
Para entrar al laboratorio, se pasa por un protocolo de bioseguridad. Se debe desinfectar las manos con alcohol, cambiar zapatos y ponerse mascarilla. Me sorprendí ver la cantidad de plantas que tienen en la cámara esterilizadora en estudio de investigación. Mientras algunos estudiantes e investigadores hacen sus fórmulas, que utilizan en sus experimentos, otros verifican el avance, desarrollo y crecimiento de ellas. No se siente el tiempo estar ahí, cada uno está concentrado y metido en un mundo diferente, al estilo del físico y matemático Albert Einstein.
“Tenemos cuatro años de estar realizando esta investigación, ha sido un proceso difícil. No es el único cultivo de origen nacional y criollo, que producimos. Tenemos, piñuela, pitahaya, loroco, vainilla, guineo de seda y manzano. La idea es multiplicar y desarrollar protocolos de propagación in vitro, técnica también conocida como cultivo de tejidos vegetales, donde le damos un tratamiento especial a una parte de la planta para poder clonar en frascos de vidrio miles de ellas”.
Julio César Ortiz Pavón, docente y jefe del departamento de Fitotecnia de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de El Salvador
Agrega, “para iniciar este trabajo, busqué información científica y no encontré protocolos de micropropagación in vitro, sólo de su manejo agrícola. La estamos realizando con estudiantes, quienes están dando sus primeros pasos en hacer este difícil trabajo”.
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El profesional sostiene que “en este proceso, tuvimos altas, bajas, tristezas y alegrías, para tener resultados positivos. Iniciamos este trabajo en el año 2020, no dio buenos resultados, porque la planta tenía muchas bacterias y hongos. En el 2021, hicimos otra prueba y solo sembramos las semillas en los frascos en el Laboratorio. Ya en el 2022, agarre fuerzas, visité el vivero de la Facultad de Agronomía y encontré una planta de chufle. Me detuve, la revisé y vi que tenía semillas, agarré unas y las llevé al laboratorio. Con cuidado la raspé y vi que su envoltorio es duro y dentro de ella estaba el embrión, ahí me di cuenta, que por eso no germinaron las que sembramos antes”.
Luego de ese descubrimiento expresa, “en el 2023, mejoramos la técnica, dejamos el embrión desnudo, sembramos doce y en una semana tuvimos buenos resultados. Ahora en el 2024, algunas plantas se están aclimatando fuera del laboratorio, otras ya las sembramos y en poco tiempo tenemos resultados positivos”.
Viene el primer proyecto e informe
Reproducir una planta como el chufle no es fácil, lleva procesos, tiempo, frustraciones, dedicación, fórmulas, riesgos, trabajo, control de bacterias, clonación, crecimiento, adaptación al clima y cultivo. Con el resultado que se tenga, publicaran el primer artículo científico de “Micropropagación in vitro de Calathea macrosepala”, en una revista indexada, por ser la primera vez que se utiliza dicha técnica en el chufle.
“El proyecto de mis horas sociales se llama, Establecimiento y micropropagación in vitro de Chufle (Catathea macrosepala K.) a partir de semillas sexuales en el Laboratorio de Biotecnología, Facultad de Ciencias Agronómicas, Universidad de El Salvador. Este consiste en recolectar y estudiar las semillas del chufle para propagar las plántulas en el laboratorio mediante la técnica de cultivo in vitro. Esta planta es nativa y sale en invierno”, afirma Omar Bolaños, estudiante de quinto año de la carrera de Ingeniería Agroindustrial de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la UES.
“Con el maestro Pavón, quien es mi asesor de esta investigación, maduramos el tema de recolectar, estudiar y clonar las plantas a partir del embrión de la semilla del chufle. Desarrollé un protocolo de desinfectar y eliminar microorganismos que pudieran dañar el crecimiento o desarrollo de ella en el laboratorio. Trasladé la semilla a la cámara esterilizadora, la puse en un microscopio, utilice un bisturí, pinzas para eliminar la cáscara y sacar el embrión para colocarlo en un frasco de vidrio, que contiene nutrientes. Este es un medio de cultivo, que le permite su crecimiento. Se coloca en una zona con luz artificial, para que poco a poco se desarrolle. En un mes, habían brotado”, detalla
“Después de esas pruebas, se trasladan a otros depósitos con medio nutritivo, para continuar su crecimiento, acelerar sus sistemas de brotes, raíces y hojas. Hemos pasado diez meses viendo este bonito proceso. Tenemos la capacidad de seguir investigando nuevos temas, que sirvan de alternativas de alimentación, ante el cambio climático”, asegura.
Con los resultados positivos que se han tenido, los investigadores y estudiantes de la UES, están motivados y quieren exponer este difícil trabajo de cuatro años, en foros científicos, dentro o fuera del país y mostrar a la gente, que el Alma Mater, tiene la capacidad de realizar investigaciones científicas de altura.
“Con la investigación del chufle, buscamos reproducirla todo el año y no solo en invierno. Si todo sale bien, modificaremos las creencias que existen, que solo en época lluviosa brota esta planta, todo dependerá de los resultados que se tengan. Le damos el cuidado necesario con sistema de riego, fertilización y manejo agronómico adecuado. Hasta el momento todo va bien, las plantas que se sembraron, se están adaptando al clima, no están marchitas y podrían sobrevivir a nuevas épocas de siembra y cultivo”.
“Me gusta el tema de la Biotecnología, cada día descubro cómo darle vida a una planta. Es un tema interesante y novedoso”, afirma Juan Arévalo, estudiante de quinto año de Ingeniería Agronómica de UES.
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