Krissia Sarai Portillo e Ingrid Carolina Argueta son dos destacadas estudiantes de la Licenciatura de Biología de la Universidad de El Salvador (UES) quienes recientemente obtuvieron becas para especializarse en el extranjero en temas como microalgas tóxicas marinas y microplásticos, respectivamente.
Ambas son egresadas de la carrera, se encuentran preparando su tesi y se desempeñan como pasantes en el Laboratorio de Toxinas Marinas (LABTOX).
Durante 2023 Portillo viajó a Dinamarca donde también obtuvo una certificación internacional otorgada por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (IOC-UNESCO).
Para la joven de 27 años recibir esta autenticación ha sido uno de los logros más importantes en su carrera, llegar ahí señala ha significado varios años de preparación al interior de la UES.
"Gracias a estos cursos hemos podido profundizar los conocimiento ya adquiridos dentro del laboratorio (en la UES) porque estamos haciendo nuestro servicios sociales, estamos preparando nuestra tesis y también estamos trabajando como asistentes de investigación, entonces ya teníamos una base en cada una de nuestras áreas, y ahora hemos fortalecido esos conocimientos con la experiencia de expertos de otros países", expone Portillo.
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El curso tuvo dos fases, una en línea y otra en modalidad presencial, esta última enfocada en la parte práctica, trabajando directamente con el microscopio para la identificación a detalle de las características y diferenciarlas de las microalgas tóxicas que le permiten al especialista hacer identificaciones más certeras.
Al finalizar los estudios, "todo el conocimiento adquirido fue evaluado, y en relación a las notas se otorgaron las certificaciones.
La joven salvadoreña fue elegida entre participantes de toda latinoamerica para ser certificada por la IOC-UNESCO. Fue una de cuatro estudiantes, representantes de México, Venezuela, Cuba y El Salvador, que obtuvieron la autenticación.
Especialidad en microplásticos
Ingrid por su parte viene colaborando para el Laboratorio de Toxinas Marinas desde 2018, y ha trabajado en varias investigaciones sobre microplasticos en el país.
"Hemos venido trabajando desde la matriz de microplásticos, inicialmente en el (proyecto) 7022 trabajamos con microplásticos en arena, trabajamos en cinco playas diferentes; posteriormente agregamos la matriz de agua, sedimento y continuamos con arena", explica.
En agosto de 2023, la joven viajó por dos semanas a Brasil en el marco del proyecto Regional RLA7025 titulado "Fortalecimiento de las capacidades en los medios marinos y costeros mediante técnicas nucleares e isotópicas", donde participó como asistente de investigación en el Programa de Estudiantes de Alto Rendimiento, en el curso Monitoreo de Microplásticos realizado en la ciudad de Niteroi.
"Este curso tenía como finalidad estandarizar los métodos de investigación; y que todos los países (18 países de la regíón) trabajen de la misma manera para que nuestros resultados al final puedan ser comparables entre la red de REMARCO (Red de Investigación de Estresores Marinos – Costeros en Latinoamérica y el Caribe)", explica.
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Ampliar los conocimientos en cuanto a equipo del Organismo Internacional de Energía Atómica, el cual beneficia a los países miembros con equipo y kits de laboratorio para el desarrollo de las investigaciones también fue parte de la preparación.
La joven de 28 años agrega que actualmente sigue junto al equipo de científicos de la UES trabajando para continuar produciendo material y saber cuántos microplástico hay en las cosas salvadoreñas, en agua superficiales y también en zonas de sedimentos. "La contaminación de microplásticos es algo preocupante, es algo alarmante", expone al referirse a la importancia de su estudio y la necesidad de tratarlos para disminuir sus efectos que genera a la salud.