En los próximos 11 meses, los 60 mil estudiantes de la Universidad de El Salvador (UES) dejarán de recibir clases presenciales en las aulas, ya que la alma máter será sede los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe que se llevarán a cabo desde el 23 de junio al 8 de julio del 2023.
Voces críticas dentro del centro de estudios superiores señalan que esta decisión se tomó a espaldas de la comunidad universitaria.
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Israel Payés, maestro de la Facultad de Medicina, manifestó en una entrevista a radio YSUCA que no entiende cómo es posible que si los juegos se desarrollarán entre uno a dos meses, la universidad cerrará durante 11 meses sin una logística previa y sin tener asegurados espacios para impartir clases y laboratorios prácticos.
De las 169 carreras que tiene en su currícula la UES, al menos 32 carreras de las facultades de Medicina, Ciencias Agronómicas, Ciencias Naturales, Ingeniería y Arquitectura, Química Farmacéutica y Odontología, serían las más afectadas.
Para los estudiantes consultados de algunas de estas carreras, volver a la virtualidad no es una opción, pues recuperarse de los vacíos que aún tiene la educación en línea no ha sido fácil en la postpandemia.
Muchos de ellos aún reciben materias en forma virtual y afirmaron que la conectividad y la falta de equipo siguen siendo un problema.
Los estudiantes consultados accedieron a ser entrevistados siempre y cuando no se mencionara su nombre, pues temen represalias por parte de las autoridades de la UES.
“Hemos recibido clases para aprender el uso de laboratorios y herramientas de manera exprés”, dijo una estudiante de cuarto año de Química y Farmacia, quien recalcó que las clases de laboratorios en espacios adecuados son cruciales y que lamenta que sus compañeros que avanzan en la carrera sufrirán lo mismo que ella pasó en pandemia.
En la facultad de Ingeniería, estudiantes de la carrera de Ingeniería Química y Alimentos aseguraron que sobre el tema hay mucha desinformación. “Hay maestros que hasta hace poco saben que van a desalojar la universidad”, expresaron.
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La Facultad de Ingenería y Arquitectura es la primera que oficialmente ya está desalojando laboratorios y oficinas, pese a que no han recibido una orden formal directa de la UES. Las autoridades de la facultad han sido notificadas por el Comité Organizador de los Juegos Centroamericanos y del Caribe (COSSAN) que esta será una de las primeras facultades en ser intervenidas.
Los estudiantes denunciaron que el desalojo de laboratorios en pleno ciclo escolar les ha afectado.
“La semana pasada nos movieron un laboratorio que chocó con otra materia, por conflicto entre profesores a ninguno de los dos de ambas materias les importó esto, hubo que decidir qué examen perder”, comentaron los estudiantes, quienes agregaron que varios docentes no están en la disponibilidad de repetir exámenes o realizar diferidos, un derecho que los estudiantes tienen y que está escrito en la Ley Orgánica de la UES.
Estudiantes de la Licenciatura en Medicina Veterinaria y Zootecnia afirmaron que los maestros han hablado de alquilar espacios o incluso salas quirúrgicas en veterinarias para prácticas. “No sabemos si nos van a seguir dando el transporte a la Estación experimental de San Luis Talpa”, externaron.
Otros recalcaron que no es lo mismo que un laboratorio sea con base en un video y un informe que hacerlo ellos mismos. “Notamos deficiencia en el uso de los equipos, eso nos afecta en las notas de las prácticas”, expusieron.
Estudiantes de Psicología comentaron que lo único que les afecta a varios es la conexión, en especial a las personas del interior del país.
“El proceso será escalonado”, dice vicerrector académico
El vicerrector administrativo de la UES, Juan Rosa Quintanilla, aseguró que esperan que la mayoría de carreras terminen este año escolar de manera presencial, “no se puede desalojar de golpe la universidad, este proceso será escalonado y con logística previa”.
Quintanilla aseguró que, junto al COSSAN, se ha gestionado espacios fuera de la UES central para oficinas y salones de clase, “hemos presentado al COSSAN los requerimientos que necesitamos para el proceso de migración, aún están en estudio”.
El Vicerrector explicó que las autoridades ven el uso de las instalaciones de la universidad, como Villa Centroamericana, como un acompañamiento de proyecto país donde la universidad es un actor importante, “nos interesa ser parte de una gesta deportiva donde los jóvenes sean protagonistas”, añadió.
Quintanilla descartó que responda a intereses del gobierno y niega que sea una intervención, “si el presidente y la asamblea estuvieran interesados en cambiar la ley e intervenir en el manejo de la universidad, ya lo hubieran hecho, los diputados han dicho que le dejarán el manejo de la institución a los universitarios”, argumentó.
Así mismo, destacó el desarrollo que aportó en el año 2002 los XIX Juegos Centroamericanos y del Caribe con la construcción del polideportivo y el mejoramiento de parte de la infraestructura. Mucho de este legado necesita un mantenimiento que la universidad no puede costear.
Según el INDES, en su sitio web, en esta ocasión se adecuarán 32 edificios, así como las áreas para comedor y áreas de esparcimiento, entre otras. Se estima que el primer ciclo 2023, la universidad tenga una sede temporal, pero durante la entrevista el vicerrector administrativo no mencionó cuales serían las posibles sedes.
Algunos estudiantes han reclamado la pasividad de las asociaciones y organizaciones estudiantiles en este tema, pues son los representantes y promotores que deben proteger sus derechos.
Sin embargo, miembros de la Asociación de Estudiantes de Ciencias Agronómicas, por ejemplo, expresaron que también desconocen la logística para continuar las actividades que requieren ser presenciales.
Aunque se rumoró que el 28 de octubre sería el último día de clases, los estudiantes continuarán sus actividades con normalidad, pero se estima que los procesos, relativos a la remodelación de la infraestructura, inicciarán el 15 de noviembre.