Ahuachapán, que en náhuatl significa “Ciudad de la Casa de los Robles”, es conocido por la ganadería, cultivo de caña, hortalizas, frutas, el bosque El Imposible, las lagunas El Espino y Verde -ambas de origen volcánico- y por sus celebraciones culturales, como la de los “Farolitos”.
Es una ciudad importante en la crianza de bovinos y comercializar sus productos. Hoy en día la finca El Encanto, desarrolla un plan piloto de mitigación conocido como: Acciones Nacionalmente Apropiadas NAMA, orientada a cómo los ganaderos enfrentan el cambio climático, para alimentar al ganado y mantener sus pastos verdes. Esta iniciativa, es impulsada por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), organismo especializado en desarrollo agrícola y rural.
Los bancos, son una de las medidas que incluye la NAMA, lo cual son: el uso de probióticos, cercas vivas, árboles de sombra, pastos mejorados, bancos energéticos, rotación de potreros y tratamiento de estiércol. Se orienta tecnología en pequeños establos de alimentación, para disminuir los gases, como el dióxido de carbono, óxido nitroso, gas metano, ayudando a mejorar la salud y comida de los bovinos.
Esta prueba piloto, se desarrolla en Morazán, San Vicente, Ahuachapán y en la Escuela Nacional de Agricultura, ENA. Para verificar, cómo se desarrolla la NAMA, estudiantes de cuarto año de la carrera de Ingeniería Agronómicas de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la UES se trasladaron a la finca El Encanto, estudiaron su funcionamiento para aplicarlo en el Campo Experimental de la casa de estudios.
Salimos rumbo a la “Ciudad de la Casa de los Robles” o “Farolitos”. Llegamos al lugar, cada estudiante preparó sus herramientas de trabajo para conocer el nuevo sistema NAMA. Ahí nos espera un equipo de expertos de la materia, para explicar cómo funciona este plan piloto. Verificaron, las acciones implementadas y su metodología en los bancos energéticos, tratamiento de estiércol, los probióticos, banco proteico del árbol madre cacao, banco proteico de Cratylia Argentea, planta leguminosa arbustiva. Las cercas vivas y forrajeras, árboles dispersos y pastos mejorados, rotación, uso racional de potreros y sus divisiones.
Cada sistema, tiene sus propias metodologías, características e importancia de cómo funcionan, por ejemplo, el tratamiento de las heces de bovino, son colocadas en un depósito llamado biodigestor, que está cerrado herméticamente. En su interior, se da una descomposición de la materia orgánica, generando un gas que sirve para producir energía eléctrica y poder cocinar.
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Este proceso, ayuda a disminuir toneladas de CO2 que produce el ganado, desde sus heces, evitando que se vayan a la atmósfera. Con esta técnica, se evita el calentamiento global, porque es energía. Cuando ya se ha sacado el gas, los líquidos y sólidos, se utiliza como abono foliar, producto que permite la fertilización de las plantas al ser aplicado y se reduce la dependencia de agroquímicos, el uso de foliares sintéticos o fertilizantes nitrogenados. Esta prueba piloto, ayudará a fortalecer y mejorar la calidad de vida del ganado.
“Estas técnicas, Acciones Nacional Apropiadas de Mitigación NAMA, son muy importante aplicarlas en el sistema ganadero. Se hacen cercas vivas, que consiste en sembrar árboles en los cercos, para que el ganado se alimente. Todo lo que es hoja y biomasa comestible se convierte en un corredor biológico, ayudando a la fauna interna que tiene la finca. También, está la técnica de sembrar árboles dispersos en potreros, sistema que permite tener un confort al ganado, es decir puede descansar con tranquilidad en la sombra y su producto es mejor”, explica Erick Medina, docente del departamento de Zootecnia de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la UES.
Agrega que “si el bovino no se cría en ese tipo de confort, bajará su producción. Aplicar este tipo de sistema al ganado, ayuda a disminuir el grado de temperatura que tiene. Es decir, entre más tiempo pase en la sombra, su producto será de alta calidad, porque no gastará energías en sus actividades productivas”.
“El objetivo de la visita a la hacienda El Encanto, es para que los estudiantes conozcan las estrategias de mitigación y adaptación a la técnica de Acciones Nacional Apropiadas de Mitigación NAMA, lo cual está relacionado al cambio climático. Con las instituciones IICA y CENTA, se trabaja en el campo experimental y de práctica de la UES, para replicar estos bancos forrajeros como prácticas, los cuales están terminados y funcionando para alimentación de rumiantes menores. Por el momento, se trabaja con bancos de botón de oro, cratylia, morera y pastos mejorados”, concluye el profesional.