A los atrasos que arrastra el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para implementar el voto electrónico en el exterior en las elecciones de 2024 se suma un factor que hasta hace unos días podría haber sido impensable: hay discordia entre los magistrados del TSE sobre el proceso de contratación de la empresa que se hará cargo del sistema de votación que ordena la ley aprobada por la Asamblea oficialista el año pasado.
Según fuentes internas del TSE, el lunes los magistrados tuvieron una sesión inusual.
La votación para acordar la contratación directa de la empresa que estipula la Ley del Ejercicio para el Sufragio en el Exterior, no tuvo los votos suficientes, que son cuatro de mayoría calificada de los magistrados que requiere ese tipo de decisiones.
Sin embargo, solo hubo tres votos a favor, dos de ellos de los magistrados Noel Orellana y Guillermo Wellman; y otro del magistrado Rubén Meléndez. Este último razonó su voto. Mientras que el magistrado Julio Olivo se abstuvo de votar y la presidenta del TSE, Dora Esmeralda Martínez, no votó.
VER: TSE abre convocatoria para contratar auditorías del voto electrónico
Según fuentes internas del ente electoral, no se estaba acordado contratar a la compañía en sí, sino únicamente avalar el proceso de contratación directa que ordena la ley, pero este procedimiento no es debatible, pues la ley ordena que así se haga, explicó el exmagistrado del TSE, Eugenio Chicas, quien cree que la verdadera discrepancia se pudo haber dado en torno a la empresa que será adjudicada para prestar el servicio.
“En un procedimiento para hacer una contratación directa de un proyecto tan grande, de tantos millones de dólares, lo transparente hubiera sido darle más tiempo y seguir las reglas de contratación (de la LACAP). Eso facilita aplicar en debida forma los términos de referencia y la empresa que aplica de mejor manera, por esa se decide sencillamente”, analizó Chicas.
A mediados de abril, el Tribunal Electoral recibió el interés de ocho compañías deseosas de ofrecer su experiencia para el voto remoto por Internet y el voto presencial electrónico en el extranjero, pese a que los tiempos son cortos para que las compañías cumplan con todos los requerimientos que exige un sistema de votación electrónico, el cual, además de ser el primero de su clase en El Salvador, será solo para los salvadoreños que residen en el exterior.
Se trata de un sistema de por sí complejo, que genera muchas dudas, no solo en el país, sino en otras naciones del mundo que lo han utilizado; y que se complica aún más por el tipo de votación que se realiza para las diputaciones, por rostro y voto cruzado (marcas por candidatos de distintos partidos); sin embargo, el gobierno lo ha vendido como una promesa cumplida de su campaña electoral con la diáspora salvadoreña, pero este proyecto ha llevado un camino tortuoso desde que el año pasado el partido oficialista decidió abolir la anterior ley de voto en el extranjero por la del voto electrónico.
La falta de acuerdo entre los magistrados del TSE es un punto más de quiebre para este nuevo ejercicio, opinan expertos electorales.
¿Excusa para dilatarlo?
“Hay que analizar si son razones entendibles, o si son una excusa para detener el proceso y habría que ver con qué intenciones, para tener una respuesta concluyente, si se espera que no se hagan acciones dilatorias simplemente para atrasar el proceso buscando un interés particular, eso habría que analizar, esperemos que no sea eso, simplemente que sea una falta de acuerdo de que no hay satisfacción con las ofertas presentadas”, manifestó Eduardo Escobar, director de Acción Ciudadana.
Diputados de la oposición también advirtieron en su momento que pretender llevar a cabo un sistema tan complejo como el voto electrónico requería de mayor tiempo. Esta crítica cobró fuerza ante el atraso que tuvo la Asamblea en aprobar los lineamientos a seguir en la ley especial, luego el retraso de los fondos por parte del Ministerio de Hacienda al TSE, para iniciar con los preparativos y como tiro de gracia, la aprobación reciente de los diputados oficialistas para cambiar las reglas del juego electoral en cualquier momento del proceso.
Ahora con menos de ocho meses para llevar a cabo el voto electrónico como lo estipula la ley, el TSE se entrampa internamente en la discusión de la empresa que deberá realizar el proceso tecnológico, refiere el exmagistrado Chicas, aunque los magistrados no han dicho nada oficialmente, pero la titular del TSE publicó un mensaje revelador el pasado lunes en su cuenta de Twitter, el mismo día en que el organismo electoral no tuvo acuerdo.
“Como Presidenta del Organismo Colegiado @TSEElSalvador, estoy comprometida en que la diáspora ejerza su derecho al voto electrónico de forma remota o presencial, pero también es de mi interés que se cumpla con la transparencia, los tiempos y los requisitos que establece la ley”, escribió.
Al tenor de las palabras de Martínez, la experta electoral Ruth Eleonora López recuerda que el TSE sufre ahora las consecuencias de no haber asumido con anterioridad su papel como árbitro electoral.
“Al TSE le está pesando de no haber solicitado modificaciones a la ley. Creo que el TSE, que tiene una espada de Damocles (amenaza persistente de un peligro) por el término establecido que tiene, me refiero a los ocho meses antes de la elección que debe estar listo el sistema. Todo lo que está pasando es una expresión de que el TSE no ha actuado como máxima autoridad en la materia y es una institución que se le han restado facultades por ley”, acotó.
A esto se suma que el TSE no cuenta con un padrón electoral que legitime la votación en el exterior, añadió López. Dijo que le preocupa que ante el impasse generado al interior del organismo electoral, se sacrifique la calidad del sistema de votación. Exhortó al TSE a ser consciente de que los atrasos tendrán implicaciones negativas.