La construcción de teleféricos o metrocables ha sido una solución de transporte público en diversos países del área latinoamericana en los últimos años, sobre todo tras el exitoso caso en Medellín, Colombia, desde 2004, el cual fue el primer teleférico urbano de transporte masivo en el mundo, según un informe del Banco Mundial de 2020.
De acuerdo con dicho estudio, al menos 18 ciudades de América Latina han impulsado proyectos de este tipo, en países como República Dominicana, Colombia, Bolivia, Brasil, México, Chile, Ecuador o Venezuela.
VER: Gobierno planea construir teleférico en Los Planes de Renderos
“Muchas ciudades latinoamericanas han invertido en infraestructura de teleféricos como solución a los problemas de accesibilidad y conectividad de los asentamientos en laderas, en su mayoría informales y con escasez de servicios. Ciudades como Medellín, Bogotá, La Paz, Ciudad de México o Santiago de Chile han implementado redes de transporte masivo integrado, incluyendo infraestructura de teleféricos con el objetivo de reducir tiempos de transporte y mejorar la calidad de vida de sus habitantes”, refleja el informe.
En líneas generales, el Banco Mundial reparte estos metrocables en tres grandes grupos, según su modelo de negocios.
Uno: el de obra pública, donde se licita la ejecución de la obra, pero su operación y mantenimiento corren por cuenta del Estado. Aquí entran los metrocables de La Paz (Bolivia, con extensión de más de 30 Kms., promedio de 160 mil pasajeros diarios) y Medellín (Colombia, cerca de 12 kilómetros en cinco líneas, para 40 mil pasajeros diarios).
Dos: una Asociación Pública Privada (APP), donde concede la construcción, operación y mantenimiento a un ente privado. Este modelo funciona en Ciudad de México (17,000 pasajeros al día, 4.80 kilómetros), Guayaquil y en la zona amazónica de Perú, entre otros.
Tres: ejecución pública de la obra y operación privada. Entran aquí los metrocables de Bogotá (Colombia, 21,000 pasajeros al día, extensión de 3 kilómetros) y Santiago de Chile.
En el caso salvadoreño, aún no hay claridad de cuál sería el modelo de negocio aplicado por el gobierno de Nayib Bukele para la construcción de un sistema de metrocables.