Solucionar el caos de tráfico que sufren los conductores de San Salvador a diario no tiene una salida sencilla ni rápida.
Se trata, en realidad, de múltiples acciones por parte no solo del Gobierno, sino también de la población en sí, de la empresa privada y diversas instituciones.
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Así lo plantearon dos arquitectos especializados en urbanismo y movilidad consultados por El Diario de Hoy: Carlos Grande y Carlos Ferrufino, ambos docentes de la Universidad Centroamericana (UCA); así como los resultados de dos estudios internacionales: el primero, Política Metropolitana de Movilidad Urbana 2020-2025, publicado en 2020. Elaborada por COAMSS (Consejo de Alcaldes del Área Metropolitana de San Salvador) y OPAMSS (Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador); y el Área Metropolitana de Barcelona, con el apoyo del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Cataluña, la Plataforma para la Promoción del Transporte Público (PTP). Financiado por la Unión Europea.
El otro documento es el Plan Maestro de Infraestructura de El Salvador 2019-2030, desarrollado con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el cual formaron parte el MOPT y OPAMSS.
- Tasar el uso de vehículos
El Plan Maestro de Infraestructura de El Salvador 2019-2030 (PMI, BID) sugiere una “revisión al impuesto a la propiedad vehicular”, enfocado a que “parte del ingreso por este tributo cobrado a los propietarios de vehículos por la tenencia de los mismos, puede destinarse para mejoras de sistemas de transporte y/o desarrollo de infraestructura”.
Para Grande, la lógica sería: “¿Quieres vehículo? Perfecto, pues me vas a pagar más”; y aunque esta y otras medidas de cobros extra pueden resultar impopulares, para el arquitecto son necesarias.
Agrega Ferrufino que países como Costa Rica y Chile han elevado el costo de la tarjeta de circulación de las motos, para que circulen menos de estas unidades.
- Cobro por estacionamiento en vía pública, los parquímetros son opción
Habilitar un “Sistema controlado de estacionamiento en vía pública” es la sugerencia del PMI, que describe: “Instrumentos como la implementación de asocios público privados-APP para controlar el estacionamiento en vía pública mediante cobro a los usuarios (ej: parquímetros), permiten un recaudo que además de inmediato y directo, puede focalizarse 100% en el desarrollo de infraestructuras metropolitanas y sus servicios asociados”. El uso de parquímetros ya se intentó en el pasado, sin éxito, por administraciones anteriores.
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- Tarifa por circular en zonas específicas
El PMI lo define como “cargos por congestión”, una medida que “se orienta a desincentivar el uso del vehículo privado mediante el cobro de una tasa específica a los usuarios por ingresar a una zona delimitada en horarios pico”.
En palabras de Ferrufino, “se ponen cargos o cobros por entrar a determinadas zonas muy congestionadas de la ciudad, para impedir, disminuir, evitar o desestimular que las personas lleguen a esos lugares, que ya están demasiado congestionados”.
Como ejemplo, Grande mencionó que “hay un control, que si alguien quiere ir en su carro al Centro Histórico por ejemplo, se toma una foto, y todo lo que andes en es lugar, el sistema te detecta que estuviste una hora en el Centro Histórico, y tienes que pagar”.
- Cobros por revisión técnico-mecánica
“La revisión del estado técnico y mecánico de los vehículos mediante una certificación anual, es una medida de seguridad vial destinada a disminuir la siniestralidad a nivel nacional. La revisión es realizada por concesionarios y en la estructura tarifaria se puede generar una destinación específica para el desarrollo de infraestructura”, plantea el PMI.
- Descentralizar, parte I: acercar más servicios en el municipio
“El mejor viaje es el que no se hace”. Es una máxima del urbanismo, según compartió Ferrufino; una lógica que tiene como base una solución para la ciudad, que consistiría en acercar a la población una diversidad de servicios, para que no tenga que desplazarse.
Grande lo ejemplificó así: “Qué tal si en lugar de hacer un gran mercadote, hago muchas plazas como alcaldía, que me lleguen a vender. Entonces la gente, en vez de ir al mercadote, se va a su colonia. Se echa un viaje menos. Qué tal si mejoro las clínicas: les doy dinero a los municipios y en vez de hacer un gran hospitalón, mejoro la clínica, tengo más control, evito que lleguen a estado crítico, etc. Y algo que es como ilusorio, qué tal si un día dice la gente, ‘¿para qué voy a llevar a mi hijo al Liceo -por ejemplo-, si la escuela de aquí ha salido super bien en la PAES? Que los muchachos se ven bien, con buenos uniformes, con buen equipamiento… ¿Por qué no lo pongo aquí, que está a la vuelta?’ Eso es accesibilidad”.
Ferrufino plantea también la apuesta por el teletrabajo y por las soluciones digitales, como la Banca en línea, entre otros servicios que ayuden a no visitar instalaciones físicas, para evitar el viaje.
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- Descentralizar, parte II: oficinas de Gobierno
El arquitecto Ferrufino resalta que “el Gobierno, este o cualquiera, tiene una responsabilidad muy grande, porque el Estado es el que genera una gran cantidad de empleo, y sabemos que donde hay oficinas del Estado, genera una presión de tráfico tremenda. Entonces, dónde el Estado mismo decide ubicarse es uno de los mejores indicadores de cómo va a irse moviendo el tráfico. El Estado debe cambiar la mirada, ver que no solo debe regular el tráfico, sino que él mismo está generando un tráfico muy importante”.
En resumen, colocar oficinas de Gobierno en la periferia del AMSS vendría a quitarle presión al tráfico en el municipio capital.
- Más condiciones para movilidad no motorizada y movilidad multimodal: caminar e impulsar las bicicletas.
Para que un SITRAMSS 2.0 o un sistema masivo de autobuses funcione, es clave verlo como una pieza importante pero que sea parte de un sistema integral de transporte, “que va a incluir el transporte más tradicional de autobús, que siempre va a haber, como en toda ciudad del mundo; va a incluir desplazamientos a pie, en bicicleta”, recomienda Ferrufino.
Se debe trabajar en hacer la ciudad más amistosa para los peatones, y estructurar un sistema de ciclorrutas que conecte y acompañe a la red de buses y transporte masivo.
- ¿Multas? Sí, pero que se cumpla con el pago realmente.
El Gobierno le ha apostado a elevar el costo de las multas, para impulsar un mejor cumplimiento de las leyes de tránsito en el país, y por supuesto en el AMSS. Para Ferrufino, incrementar las multas puede ser un elemento preventivo importante y que genere orden; pero matiza que “el desafío central es hacer cumplir la ley, independientemente de si la multa es grande, mediana o pequeña. Pero si el mensaje que aprendemos es que la multa puede existir, pero nadie la está aplicando, es como si no existiera. No voy a abogar por un Estado policiaco, que nos ande persiguiendo a todos lados; pero en puntos críticos, que tienen un impacto en mucha gente, sí debe haber autoridad pública asegurándose de que la ley se cumpla”.
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- Retirar cierre de colonias y pasajes privados
Para evitar hurtos y actos de delincuencia, muchos habitantes se han organizado para cerrar con portones sus comunidades, algunos incluso con permiso de alcaldías o del Viceministerio de Transporte. Como efecto secundario, son vías que los conductores no pueden ocupar como opción para eludir embotellamientos.
Ferrufino explica que la Sala de lo Constitucional determinó que este cierre es legítimo, pero solo si la vía restringida no comunica con otra vía pública.
“Hay casos de colonias en Ciudad Merliot, Santa Tecla, Apopa y otros, que no hay portones en pasajes cerrados, sino que conectan una vía con otra. Entendería que en estos casos el cierre no se puede hacer, y si la autoridad pública estuviera dispuesta, pudiera removerlos”, razona el especialista en urbanismo.