El criminólogo Ricardo Sosa señaló que se debe de atender el problema del congestionamiento vial que enfrenta el país porque, ejemplificó, que es “lamentable”, que alumnos de kínder y preparatoria, están siendo levantados por sus padres a las 4:00 de la mañana para llegar a tiempo a sus instituciones educativas. En muchos casos van dormidos en los vehículos, sin bañarse ni desayunar.
“A eso me refiero con la afectación de la salud mental que luego repercutirá en salud física y por supuesto la baja productividad que está teniendo el país por este tema (del tráfico)”, indicó el profesional en un programa de entrevistas televisiva.
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Señaló que el problema del tráfico y congestionamiento vehicular se convierte en el principal desafío que tiene en este momento el país, seguido de la situación económica y el costo de la vida, aunque resaltó que esto último se debe a un efecto internacional.
El problema del tráfico aumentó a partir del 6 de febrero cuando el sector público de educación regresó a las clases presenciales después de varios años de semipresencialidad debido a la pandemia generada por el nuevo coronavirus.
Además señaló que el parque vehicular se ha triplicado en las últimas décadas a pesar de que se cuenta con la misma estructura vial, la cual se vuelve insuficiente por la carga vehicular.
“Necesitamos un transporte público de pasajeros masivo de calidad que responda a la realidad que tenemos en el país para tratar de ir venciendo esa cultura del vehículo. Aquí trato de introducir este elemento sobre los aspectos porqué el incremento del parque vehicular: por la criminalidad, por la delincuencia, por las pandillas. Si en una familia de clase media se tenía uno o dos vehículos, actualmente se puede tener de cuatro a cinco vehículos porque papá, mamá, tomaron la decisión de comprarle un vehículo, posiblemente entre $2,000 y $3,500, a cada uno de sus hijos para que vayan a la etapa final del bachillerato o a las universidades, por motivo de la seguridad. El crecimiento de las motocicletas ha sido también por la inseguridad”, dijo.
Lo anterior en referencia a que una de las causas por la que aumentó la cantidad de vehículos en el país fue porque muchas familias optaron por adquirir un vehículo por la inseguridad generada por las pandillas, por ejemplo, en el transporte público.
Datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial indican que en el país existe un parque vehicular de 1,624,170; de los cuales 502,298 son motocicletas y el resto vehículos.
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“La criminología vial nos da una serie de elementos sobre los cuales podemos proponer este tipo de recomendaciones, respetuosas, al Estado salvadoreño porque esto no solo es para el gobierno. En primer lugar, sin ningún orden en particular, creo que necesitamos una revisión del plan maestro y de los estudios técnicos para poder rescatar lo que se diseñó en aquellos momentos, qué aplica y lo que ya no aplica en el año 2023. De igual manera es relevante e indispensable establecer un nuevo modelo de sistema de transporte público de pasajeros, un sistema que responda a las necesidades actuales, que movilice en el Gran San Salvador. De igual manera es relevante que hagamos un estudio y un análisis sobre el tema de los horarios; es imposible que la cantidad de más de un millón de vehículos estemos circulando todos entre las 5:00 y las 8:30 de la mañana. Y luego entre las 3:30 de la tarde que salen los empleados del gobierno mayoritariamente hasta las 7:30-8:00 de la noche”, señaló durante el programa de entrevistas.
Agregó que en el país ya no hay lo que antes se conocía como horas pico debido a que en la actualidad hay una presencia permanente de congestionamiento, incluso sábados y domingos, que son días que las personas esperan descansar y encontrar menos congestionamiento vial.
“Este tema del tráfico, del congestionamiento vehicular, si no lo ponemos como una prioridad en nuestra sociedad va a generar mayores costos en Salud Pública, vendrán más suicidios en la sociedad salvadoreña, vendrán situaciones de depresiones, de ansiedad que no vamos a poder manejar. De igual manera tenemos una sociedad que porta armas de fuego, de todo tipo, en los vehículos por lo tanto cuando una persona no puede controlar estas situaciones llegamos a niveles de estrés de tal manera que interfiere en su capacidad de análisis”, puntualizó.