Hasta este martes, un total de 2,097 personas fueron llevadas a albergues temporales en el territorio nacional, tras la emergencia por el paso del fenómeno climatológico Julia por el país, que en su avance por el territorio salvadoreño entre el domingo y el lunes dejó además al menos 10 personas fallecidas.
Para Ricardo Lara, médico especialidad en salud pública, es clave que las autoridades del Ministerio de Salud apliquen la experiencia acumulada por crisis similares de años anteriores, para salvaguardar el buen estado de salud de las cientos de personas que están resguardadas durante la emergencia.
"En experiencias anteriores, ante situaciones como estas por tormentas que tienen gran magnitud, y que llevan a la necesidad de crear albergues, independientemente del tipo de albergue o su lugar, siempre es bueno tener equipos de salud pública, conformados especialmente por médico, enfermera, inspector de saneamiento ambiental y el promotor rural de salud", abonó Lara, y agregó que es fundamental "levantar inmediatamente un censo, para saber los grupos de edades y el número de personas que se tiene en cada albergue" y seguir de cerca su estado.
Los albergues son una solución temporal para resguardar la vida de las personas, pero Lara explicó que hay tres grandes grupos de enfermedades que están al acecho de esta población: las respiratorias, las gastrointestinales y las de la piel.
"Estamos ante múltiples factores de riesgo, de tres grupos de enfermedades que se pueden dar en albergues o donde hay altas concentraciones de personas en lugares cerrados, que no tienen el tránsito de aire adecuado, y sin las medidas de bioseguridad necesarias: las enfermedades respiratorias, las intestinales y las de la piel"
Ricardo Lara, especialista médico en salubridad pública
Lara considera que fue un error por parte del Minsal el no mantener la restricción del uso obligatorio de mascarilla en ciertas condiciones (lugares cerrados, espacios con aglomeración de personas, autobuses, etc.), ya que "no es solamente el tema del covid que sigue vigente, y recordemos que la OMS -Organización Mundial de la Salud- aún no se atreve a declarar a la pandemia por covid como una enfermedad endémica; también están todas aquellas enfermedades respiratorias que su principal vehículo de transmisión son las gotitas de agua de las personas al estar estornudando, al estar tosiendo. Y si a eso agregamos lugares cerrados, la propagación de cualquier enfermedad es sumamente fuerte".
Trae cuenta Lara que "hay un alto porcentaje de población totalmente desprotegida con las vacunas de covid, por tanto, el covid sigue siendo alarmante en estos momentos", y más en los albergues de emergencia.
Otra grave enfermedad respiratoria que está al acecho es la tuberculosis, recuerda el profesional de la salud.
Enfermedades gastrointestinales
Este tipo de males también han surgido en albergues en emergencias pasadas, "con las diarreas e intoxicaciones a la cabeza", subraya Lara, pero también "la tifoidea tiende a ser mucho más grave, también el parasitismo intestinal y las amibiasis".
Sobre esta última, que es la presencia de amibas en el sistema digestivo de la persona, el médico salubrista explica que "cada vez estamos diagnosticando más casos de amibiasis asintomática, producto de una infección intestinal aguda, producida por un virus o una bacteria, y al hacer examen general de heces nos están saliendo pacientes con dos o tres cruces de amibas activas y de quistes. Estamos ante un altísimo factor de riesgo, de que se aparezcan brotes aislados en cada uno de los albergues".
Finalmente, Lara hace hincapié en el riesgo por enfermedades de la piel, por el contagio por hongos que pueden darse en espacios de mucha humedad, tal es el caso del entorno de varios albergues dispuestos durante la emergencia por el paso de Julia.
"El factor número uno es el alto tiempo con los pies mojados y en contacto con la tierra directa, ahí es donde se hace el caldo de cultivo perfecto para los hongos", detalla el profesional de la salud, quien considera que lo ideal sería entregarle a cada persona albergada zapatos crocs, calcetines y la garantía de poder tener los pies totalmente secos; si bien reconoce que lo anterior es muy difícil en las condiciones de emergencia actuales.
Además de la escabiosis (sarna), también "puede aparecer otro tipo de enfermedades, como la varicela o la parotiditis (paperas)", explica Lara.
Agrega además que las personas que adquieren hongos en los albergues "se empiezan a rascar, se rascan la cabeza, se tocan los ojos, los oídos, se rascan el resto del cuerpo, y ya ahí se lo están transmitiendo" e involuntariamente, agravando el problema.
"No perder de vista que los hongos siempre han sido un problema agudo en los albergues, y más cuando el fenómeno natural viene altamente cargado de humedad y de lluvia, no es igual cuando hay terremotos, por ejemplo"
Ricardo Lara, especialista en salud pública
Para concluir ante todo este duro panorama para las personas albergadas, el médico comenta que "estamos ante un serio factor de riesgo epidemiológico con las bajas coberturas vacunales. Podemos hablar de todas las enfermedades transmisibles controladas por vacunas (sarampión, rubeola, tétanos, polio, etc.), que están en zona de riesgo" ante el bajo número de inmunizaciones actuales, por parte del sistema nacional de salud.