Hay tres viviendas dañadas y una colapsada en la colonia Urbina, en el sector conocido como “La Ranchería” tras el paso de la tormenta Julia. En la zona reportan, además, cuantiosos daños materiales en el resto de las viviendas.
Entre las personas afectadas se encuentra Rosa Amelia Fuentes, ahora damnificada de 82 años, quien vive con su hijo de 40 años diagnosticado con síndrome Down.
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“A las 3:30 de la mañana se escuchó un golpe fuerte sobre la casa de lámina, la tierra se estremeció, a la media hora todo se llenó de agua. Se perdió todo, no cuento con un plato, no tengo nada, nada, pero ni el alma siento buena, da decepción”, dijo Rosa Amelia; sobre el techo de su casa de lámina cayó un árbol grande de mango.
Ese día, René Alfredo Bonilla dormía junto a su familia cuando escuchó el estruendo; en su afán por salvar a sus vecinos, él no sacó sus pertenencias de la casa y fueron arrastradas por la corriente del río.
“Logré sacar un aparato de soldadura y un poquito de ropa, luego no pude entrar porque ya me llegaba el agua al pecho, cerré la puerta, pero me arrancó todo y no me quedó nada”, lamenta René Alfredo.
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Durante la tragedia, un equipo de rescate llegó al lugar para salvaguardar la vida de las personas y luego trasladarlas a un albergue; después de eso los habitantes aseguran que no los han visto, ni a personal de Protección Civil.
“Solo iglesias han venido a dejar comida, no se han acercado nadie más. Hemos solicitado que nos quiten un palo de ceiba que está de lado a las viviendas, tal vez hoy nos pueden escuchar. Acá fueron cuatro casas dañadas con la mía, pero esa ya no existe”, añadió Bonilla. Las viviendas están ubicadas en una zona de riesgo.
La mañana del viernes, Mónico Martínez, representante de la iglesia de Dios Manantiales de Vida Eterna, de la colonia Milagro de La Paz, en colaboración con una iglesia de Nueva York, entregaron víveres, ropa y una que otra casa de materiales sencillos a los habitantes de la colonia Urbina.