Las lluvias a causa de la tormenta Bonnie dejaron, ayer, al menos una víctima mortal y severas inundaciones y estragos en diferentes puntos de San Salvador. Comandos de salvamento confirmó la muerte de Maura Carolina Beltrán, de 24 años, quien fue arrastrada por una corriente de agua en la colonia Santa María II de San Martín.
En la colonia Santa Lucía, de Ilopango, se reportaron calles completamente cubiertas por el agua que, en algunos puntos, se desbordaba de forma violenta cubriendo automóviles y entrando con fuerza a viviendas de la zona. Fotografías y videos, compartidos por residentes en Redes Sociales, mostraban a grupos de vecinos intentando proteger o rescatar sus pertenencias, mientras caminaban con el agua al nivel de las piernas.
La escena de calles convertidas en verdaderos ríos de aguas turbulentas se repitió en lugares como la comunidad El Tanque, en Antiguo Cuscatlán; la comunidad Nicaragua y la comunidad Luz de San Salvador; la 49 Avenida Sur, en la capital; la comunidad Darío González del Barrio San Jacinto, las colonias contiguas al parque Satélite y otras, como la calle Montserrat, de la colonia La Málaga, que, al cierre de esta nota, seguían cerradas y bajo estado de emergencia por estar cercanas a quebradas o ríos.
En la carretera que de San Salvador lleva a Los Planes de Renderos, las imágenes capturadas den video, mostraron un violento afluente de agua que descendía a toda velocidad y causó que conductores se detuvieran para evitar ser arrastrados por la corriente.
Además, empleados de edificios públicos como el Hospital Nacional Rosales compartieron videos de los estragos al interior de ese recinto, con partes del techo destruidas y pisos completamente inundados.
En el Bulevar de Los Próceres, la fuerza del agua causó que el asfalto de la calle se levantara completamente, obligando a mantener abierto únicamente un carril hacia el monumento al hermano lejano.
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Reportes de fuertes inundaciones también provinieron de municipios como Santa Tecla, Soyapango, Colón y San Marcos, aunque en menor intensidad.
Alerta amarilla en la costa
Más temprano, el Ministerio de Medio Ambiente pronosticó que la tormenta tropical Bonnie ocasionara lluvias tipo temporal de moderadas a fuertes en las zonas costeras y cordillera volcánica de El Salvador durante el fin de semana.
Se prevé que el fenómeno climático traiga consigo ráfagas de viento de entre 40 a 60 km/hora y velocidades sostenidas del noreste de entre 20 a 40 km/hora.
Según la trayectoria pronosticada por el Centro Nacional de Huracanes, la tormenta tropical Bonnie tiene la posibilidad de convertirse en huracán al suroeste del istmo de Tehuantepec, en México, lo cual causará que las lluvias se intensifiquen de entre moderadas a fuertes y que el domingo 3 de julio de 2022 algunas sean de tipo temporal.
El Ministerio de Medio Ambiente recomienda preparación ya que pueden surgir eventos como caídas de árboles y vallas publicitarias de mediana o grandes dimensiones, también se recomienda limitar la actividad pesquera por la ocurrencia de mar picado y vientos en aguas profundas de entre 50 km a 60 km por hora.
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Para este sábado 2 de julio, las lluvias serán de moderada intensidad, sobre todo en la zona costera y cordillera volcánica.
Las autoridades de Protección Civil informaron que se mantiene la alerta amarilla para 29 municipios de la zona costera y alerta verde para el resto del país.
Las alertas han sido activadas debido al acercamiento de la Tormenta Tropical Bonnie, previsto este fin de semana en El Salvador.
El anuncio fue realizado por el ministro de gobernación Juan Carlos Bidegain, durante la tarde de ayer. El funcionario recordó que la pesca está suspendida en las costas salvadoreñas.
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Bidegain hizo un llamado a la población a no arriesgar sus vida tratando de cruzar ríos o quebradas durante las tormentas.
“Es importante que la población se sume a los esfuerzos de las instituciones, acatando las indicaciones, no exponga su vida cruzando ríos o quebradas, no queremos más pérdidas humanas”, puntualizó.
Bonnie en Centroamérica
En su paso por Nicaragua, ayer, la tormenta tropical Bonnie no dejó víctimas fatales que lamentar, a lo sumo algunos árboles caídos y techos de viviendas desprendidos en el sur del país, pero sin provocar víctimas ni daños de gravedad. El régimen de Daniel Ortega había decretado alerta amarilla en todo el territorio nacional.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos informó que Bonnie había tocado tierra a unos 120 kilómetros al sur de la ciudad de Bluefields, en Nicaragua. En esta zona, en donde habitan casi 60,000 personas, la vice alcaldesa de esa ciudad, Carla Martín, informó que habían establecido 50 refugios temporales, a los que también fueron llevados pobladores de Río Maíz y Monkey Point. Los residentes clavaron tablones en sus ventanas por precaución.
Pobladores de la ciudad de Bluefields, en la costa atlántica, reportaron cortes temporales en el servicio de agua potable en algunos barrios costeros, pero no se registraron daños mayores ni inundaciones.
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En la provincia nicaragüense de Rivas, los habitantes reportaron caída de árboles y daños menores en sus casas. El gobierno hizo algunas evacuaciones en poblados de la región del Caribe hacia los albergues provisionales y la Fuerza Naval prohibió que zarparan embarcaciones en todo el litoral caribeño, en la provincia de Rivas, en el sur de Nicaragua y sobre el Gran Lago de ese país, por prevención, ya que se esperaban vientos intensos y precipitaciones.
Se prevé que Bonnie comience a intensificarse este domingo y que pueda alcanzar el nivel de huracán el lunes 4 de julio (2022). Se prevé que en su trayectoria cruce el Pacífico de Nicaragua la noche del sábado y continúe mar adentro, pero paralelo a las costas de El Salvador, Guatemala y el sur de México entre el sábado y el lunes, donde puede tomar mayor fuerza.
La Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias de Costa Rica informó en su cuenta de Twitter que 3,536 personas fueron llevadas a 54 albergues por precaución, debido al avance de la tormenta Bonnie. Además, se reportaron 26 inundaciones y tres deslizamientos de tierra.
El presidente ejecutivo de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Alejandro Picado, informó que la ruta que comunica San José con Limón por el cerro Zurquí se mantiene cerrada.
Las autoridades costarricenses expresaron preocupación de que la tormenta provocara aludes de tierra e inundaciones en un área bastante húmeda, debido a las lluvias registradas desde hace varios días.
El gobierno de Costa Rica informó que dispusieron de 7 albergues en la parte norte del país, en el cual ya se alojan cerca de 700 personas que han sido desplazadas por las inundaciones.
El periódico La Nación de Costa Rica informó que durante la noche y madrugada de este sábado 2 de julio, el Cuerpo de Bomberos atendió cinco incidentes por caída de árboles en la Colonia de Pococí, Liberia, Carrandí de Matina, Colonia Puntarenas de Upala y en Zapote de Zarcero, sin reportarse daños.
Mientras que la Cruz Roja explicó que durante la noche realizaron 15 rescates y atendieron 26 inundaciones. Sectores como Cuajiniquil de Santa Cruz, Guanacaste, presentaron lluvias moderadas y algunos caminos afectados por quebradas que se han desbordado. Hasta ayer se contabilizaban 195 personas albergadas en el Liceo de Cuajiniquil.
Debido a la tormenta también se han dado algunas afectaciones en el aeropuerto Daniel Oduber, en Guanacaste, en donde hubo demoras en seis rutas entre las 11 de la mañana y las dos de la tarde de este sábado. Así como algunos daños en el servicio de energía eléctrica a 8,593 usuarios en cantones de todo el país.
En Costa Rica, las condiciones climáticas han sido más severas, ya que un enorme alud de tierra interrumpió el tránsito hace una semana en la carretera principal que une la capital, San José, con la costa caribeña y hasta este viernes esa arteria seguía cerrada. El gobierno canceló las clases en todo el país. Las lluvias también han destruido o dañado varios puentes.