Dos personas murieron arrastradas por correntadas en los municipios de San Martín, en el departamento de San Salvador, y San Julián, en Sonsonate, al tiempo que el gobierno decretó la alerta roja por torrenciales lluvias del fin de semana.
Carolina Gaitán, de 24 años, madre de dos niños, murió al ser arrastrada a una alcantarilla por una correntada en la colonia Santa María, de San Martín.
Mientras tanto, Emiliano Gutiérrez, de 50 años, desapareció el sábado por la tarde luego que dispuso cruzar el afluente, pero la repunta lo arrastró y su cuerpo fue encontrado el domingo, río abajo. Presuntamente se encontraba en estado de ebriedad. Residía cerca del río en el caserío Los Vega, cantón Chilata, municipio de San Julián, en Sonsonate.
El gobierno declaró anoche alerta roja en 42 municipios, entre ellos San Salvador, y alerta naranja en el resto del país.
Las inundaciones y destrucción causadas por el paso de la tormenta Bonnie frente a las costas de Centroamérica también dejaron en evidencia problemas en la capacidad de prevención y respuesta de la maquinaria comandada por la Dirección General de Protección Civil, que ante la magnitud de lo sucedido no mostró estar preparada.
Lo anterior ha dado pie a numerosos reclamos y críticas de parte de salvadoreños en las comunidades afectadas, quienes cuestionan la falta de preparación para enfrentar crisis como la del pasado sábado y exigen acciones claras, políticas eficientes y buen uso de recursos para evitar que tragedias similares ocurran en el futuro.
Altos funcionarios del gobierno convocaron una conferencia de prensa en la que se dedicaron lanzar múltiples elogios al presidente Bukele, acusar de los daños a gobiernos previos de los últimos 30 años y culpar a la población por lanzar basura en las calles y contribuir así a tapar las alcantarillas.
Mientras tanto, los reclamos de los ciudadanos se han volcado principalmente en redes sociales, junto a una extensa galería de imágenes y videos capturados por los mismos salvadoreños, que dan prueba inequívoca de la magnitud del desastre y de la tardía acción de los equipos de Protección Civil, quienes no elevaron los niveles de alerta, Amarilla para la zona costera y Verde para el resto del país, a pesar de la intensidad del fenómeno y frente a la evidencia de las escenas que la población experimentaba y compartía.
VER: Gobierno suspende clases a nivel nacional para este lunes por lluvias
Para Jorge Meléndez, ex director de Protección Civil, la gestión que está haciendo el actual gobierno, sobre la emergencia derivada por las lluvias, está mal orientada, pues se ha olvidado que el engranaje de la prevención tiene a su base la coordinación y participación de los habitantes en sus comunidades y dentro de sus municipios.
Meléndez reconoce que administrar la protección ciudadana ante eventos naturales es algo difícil, más que todo porque no se puede pronosticar ni predecir en qué lugares se producirán las afectaciones ni su magnitud. Sin embargo, cree que la actual Dirección de Protección Civil ha descuidado el eje principal de todo, que es el funcionamiento de la instancia como un verdadero Sistema Nacional de Protección Civil. Lejos de eso evalúa que la orientación del actual gobierno es hacia la centralización y a crear grupos de reacción, lo cual califica de positivo, pero valora que lo esencial es revisar y cambiar la orientación.
“La respuesta para que sea rápida tiene que ser sistemática, tienen que estar activadas todas las instituciones del gobierno central o de las municipalidades, de lo contrario, tendremos efectos indeseables”, recomendó el exfuncionario.
“Lo único que nos puede proteger es la organización de un sistema, la base es la organización de las comunidades y de la sociedad misma. Si no hay una atención prioritaria a la organización de comisiones comunales y municipales, siempre vamos a ser víctimas de graves consecuencias”, advirtió.
Conferencia sin preguntas y con halagos para el presidente
Ayer, las autoridades de Protección Civil, en conferencia de prensa, actualizaron la información sobre las emergencias atendidas producto de las lluvias de la tormenta Bonnie. El ministro de Obras Públicas, Romeo Rodríguez, indicó que, durante la emergencia, el sábado por la noche, hubo 99 árboles caídos y más de 90 derrumbes en carreteras. Datos, calificados como escuetos y dispersos por la población, frente a la magnitud que reflejaban las imágenes difundidas por ciudadanos y medios de comunicación.
Cada uno de los funcionarios participantes se deshizo en halagos hacia Bukele y se mostraron a la defensiva por las críticas y cuestionamientos que les han llovido.
Los funcionarios no permitieron preguntas de la prensa.
Este mensaje no fue bien recibido por la población, que en redes sociales comentó que, luego de tres años en el poder, ese ya no es un argumento válido, pues el gobierno ha tenido el tiempo y los recursos suficientes para cambiar las condiciones en que prevé y se enfrenta a riesgos naturales como el del pasado sábado.
Otros daños reportados
Sobre el daño en un tramo del bulevar Los Próceres, el ministro Romeo Rodríguez explicó que hubo un colapso del pozo de aguas lluvias, que filtró la carpeta asfáltica, que ya tenía varios años. “Ya empezamos con las tareas de reconstrucción del pozo y colocación del asfalto”, dijo y agregó que esperan, desde este lunes, habilitar el tráfico en esa zona.
Al respecto de la cárcava formada en la residencial Brisas San Francisco, el ministro Rodríguez dijo que colapsó un tramo de bóveda que ha fallado desde hace 15 años. “No es algo nuevo”, manifestó, y dijo que ya se realizan trabajos para la reconstrucción de dicha bóveda.
Juan Carlos Bidegain, ministro de Gobernación, confirmó durante la madrugada del domingo que al menos 150 personas fueron llevadas a seis albergues, en diferente puntos del país, a causa de las inundaciones y destrozos que causaron las primeras lluvias por influencia de la tormenta tropical Bonnie en territorio salvadoreño.
Además, la Dirección de Protección Civil informó que los municipios más afectados por las lluvias fueron San Salvador, Tonacatepeque, Comasagua (La Libertad), Colón, el Puerto de La Libertad y Sensuntepeque (Cabañas).
En la capital, fueron numerosos los reportes de calles y colonias completamente inundadas, además de infraestructura pública afectada por las tormentas, como los techos del Hospital Rosales y el pavimento sobre el Bulevar del Ejército.
Protección Civil también publicó el listado de las comunidades con mayores daños, la mayoría en el municipio de San Salvador: la colonia Nicaragua y las comunidades Quiñónez, El cangrejo II, Darío González y San Luis Portales I.
En La Libertad, fueron afectadas la comunidad San Antonio Majahual y la colonia Brisas de Lourdes, Colón.