Thiago García, un hombre trans de 29 años, se convirtió en padre por primera vez el 8 de noviembre de 2022 cuando dio a luz a su hija, Jennifer Gabriela Peña García.
Thiago se identifica como un hombre trans. Su sexo asignado al nacer fue femenino, pero su identidad de género es masculina, por lo que vive como hombre y se identifica a sí mismo como tal desde el 2017, cuando hizo su transición.
Él y su hija viven con Yolanda Menjívar, madre de crianza de Thiago, en los condominios del centro urbano Candelaria de San Jacinto, San Salvador.
Thiago está viviendo la primera etapa de todo padre con su primogénita, y en este camino aprendió a preparar el biberón, cambiar pañales, bañarla, a darle pecho y a adaptarse a una nueva vida de cuidados a su pequeña. La parte más especial del apartamento es la habitación de la bebé. Es donde solo existen él y ella: mimos, juegos, pachas y un libro abierto a la paternidad.
Este espacio rebosa de color rosado, aunque el color favorito de Thiago es el azul. Sábanas de flores cubren la cama donde ambos duermen, la pared tiene algunos globos hechos de papel con el nombre de la bebé.
“Ser padre para mí significa estar con la persona que uno más ama, para mí ha sido lo mejor de mi vida. Una bendición es esta niña, sé que los días y la vida son difíciles con lo que estamos viviendo, pero es una mayor bendición que Dios me pudo dar”, expresó.
La rutina no cambia. La pequeña Gabriela se despierta a la 5 de la mañana, por lo que su padre ya tiene que tener listo el biberón para alimentarla.
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A las 8:30 de la mañana es hora de bañarla en una tina, color rosa, colocada en el lavamanos entre la cocina y la sala. Unos trajes coloridos, una pacha y está lista para dormir. La niña es risueña y recorre con su mirada cada movimiento que hace su padre, estira sus brazos para que la carguen o sus piernas como señal de que ya quiere caminar. Siete meses han pasado desde que hizo padre a Thiago.
“Me siento feliz de tener a la niña en mis brazos, de pensar todo el proceso que voy a pasar con ella. Verla cada vez que hace una cosa nueva (…) la verdad es que sí me siento feliz de ser padre”, comentó.
Thiago mantiene dos empleos: por las noches es mesero en un bar y en el día vende pan dulce que compra a menor precio para obtener más ganancia. De aquí obtiene los ingresos necesarios para mantener a la niña; otro ingreso extra es el apoyo que su mamá le brinda cada vez que puede. No es fácil, pero es un esfuerzo que asumió para ver feliz a su pequeña. Yolanda, como madre de Thiago, dice sentirse feliz con la familia que tiene.
“Ella es mamá y papá. Yo me siento feliz con mi nieta y los hijos son una bendición”, comentó. La alegría que la bebé trajo al hogar no solo contagió a Yolanda y a Thiago, sino a todo el vecindario, que se asombra por la historia de esta familia.
Además de ser papá, Thiago también es activista en pro de los derechos humanos y pertenece a la Organización Generación de Hombres Trans y COMCAVIS Trans, entidades que se dedican y representan a la población LGBTIQ+.
Thiago conoció a la madre de su hija en una reunión de activistas. Es una mujer trans con la que comenzó una relación, pero duró poco tiempo por falta de entendimiento y optaron por separarse. Mientras estuvieron juntos, no se imaginó quedar embarazado, aunque siempre se vio a sí mismo como padre de una niña. Los meses pasaron y un día observó cambios en su cuerpo que le avisaban de que ese sueño estaría más pronto de lo pensado. “En el momento en que me di cuenta (que estaba embarazado) estaba en el cuarto. Mi mamá me vio llorando y le comenté: ‘yo siento algo en mi vientre’. Nos dimos cuenta de que era un bebé dentro de mí. Por una parte, me sentí triste porque pensé que me iba a regañar, pero por otra me sentí emocionado al saber que iba a tener un bebé.”
Varias interrogantes le nublaron el pensamiento, pero recordó que contaba con el apoyo de su madre. “Todo este proceso lo he pasado con el apoyo de mi mamá, mi vecina y de mi hermano, ellos tres son el apoyo que yo he tenido”, enfatizó.
En El Salvador no existe una ley de identidad de género, por lo que Thiago tuvo que asentar a su hija con el nombre según su documento de identidad. Todos los trámites legales y hospitalarios tiene que hacerlos de esta forma.
“La mayoría de personas trans somos vulnerados sobre nuestro nombre, vamos a un banco, ocupamos nuestra tarjeta, en todo trámite, somos vulnerados en ese aspecto”, especificó.
También mencionó que estos atropellos no pasarían si contara con la ley de identidad de género. “La parte fundamental para que el Estado nos acepte es que vea la realidad de cada uno. Nosotros también tenemos derechos y los derechos son iguales, hasta el día de ahora no se nos ha cumplido ninguno”, expresó.
Los planes de Thiago es seguir trabajando para darle todo lo que su hija necesite, cuidarla y amarla. Espera que el futuro la sociedad cambien y no haya tanto odio.