Han transcurrido 11 días desde que los habitantes del cantón El Socorro y comunidades aledañas al río Bravo, de Tecoluca, en San Vicente, denunciaron que había de cientos de peces y camarones muertos debido a un derramamiento de melaza que ha contaminado el caudal, y que la fecha sigue dejando más estragos, afectando la vida de otras especies dentro del ecosistema, como la cría de ganado y la pesca de la zona, explicaron.
Las tortugas son otra de las especies afectadas que se sumaron a la lista de mortandad por la contaminación del agua. Tras haber encontrado varias de ellas muertas a las orillas del río, los lugareños dieron el aviso a las autoridades medioambientales municipales.
También informaron que de igual forma está sucediendo con el ganado, pues según el reporte ya se produjo la muerte de una novilla.
“Cayó intoxicada mi novilla a efectos de que el agua la ha tomado contaminada por la descarga del ingenio Jiboa, ya ayer la vimos con temblores y babeaba, ya no se levantó”, relató Cándida Contreras, propietaria del ganado afectado.
La situación los deja más preocupados y temen a que más animales perezcan por la situación, pues aseguran que no hay otro recurso para que tomen agua.
Los pescadores también han cesado sus actividades desde hace más de una semana por la contaminación del caudal.
El río es la principal fuente de alimentación y subsistencia para esa comunidad, por lo que exponen que la situación “va de mal en peor” y se declaran en emergencia.
A pesar de las lluvias registradas en los últimos días, la contaminación no se degrada, razón por la que sigue afectando la vida de las especies dentro y fuera del agua.
“Este problema se ha dado desde hace tiempos por la misma empresa, pero desde hace aproximadamente 25 años no se había registrado algo similar, de tal magnitud. Lo que pretendemos con denunciar es evitar estas muertes de especies porque este río es la fuente de vida, alimentación e ingresos para muchas familias”, explicó Aurelia Molina, Habitante de la Comunidad El Socorro. Son alrededor de 15 comunidades las afectadas.
La comunidad siguen atribuyendo la responsabilidad del daño al medio ambiente al Ingenio Azucarero Jiboa SA de CV, que se encuentra en la zona.
Los habitantes aledaños al ingenio comentan que recientemente finalizó la temporada de zafra.
Además, en redes sociales circula información de que la comunidad organizó una comitiva para buscar una solución a los problema ambientales, pero no fue atendida en el ingenio.
Residentes de otras comunidades manifiestan, en redes sociales, que la contaminación se expande a otros caudales que conectan con el río; sin embargo el técnico medioambiental de la alcaldía de Tecoluca, opinó que no puede estar asociado a la misma problemática, pero que no hay una valoración de alguna institución que lo descarte.
Pobladores confirmaron que sí hay conexión a través de pequeños afluentes. “El desagüe es del Injiboa, lo hacen a través de una quebrada conocida como la quebrada Chica que desemboca en un pequeño río que los pobladores de la zona le llaman río Chuco, luego desemboca al río San Diego y después al río Palomar, y luego pasa por otros afluentes hasta llegar al Lempa”, publicó Iván Escobar por parte de una persona afectada describiendo la nomenclatura hídrica de la zona.
Denunciantes anónimos señalaron que el desagüe está en el portón de las rastras que es donde comienza la quebrada en el cantón San Diego de San Vicente. Organizaciones como “Azúcar Amarga” se han unido a las comunidades en la denuncia pública por la contaminación, a través de campañas de sensibilización pública sobre los impactos socio ambientales.
Fundafilia Filia, una organización religiosa del lugar, solicitó a las autoridades se tomen medidas inmediatas y efectivas ante “el crimen ambiental”.
“Como Fundafilia denunciamos esta práctica perversa del Ingenio Injiboa que está destruyendo el ecosistema, la biodiversidad ecológica está poniendo en riesgo la salud y la vida de las personas”, señaló el padre Mauricio Merino.
Siguen en la espera
Las comunidades afectadas siguen a la espera del actuar de las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente (MARN), quienes no han tenido acercamiento con los líderes comunitarios ni actualizado la información de los hallazgos, de acuerdo con las comunidades.
Además, añadieron que CENDEPESCA les ha prometido alevines en crecimiento para poblar de nuevo el río, una vez se hayan realizado las acciones de limpieza y esté garantizada la eliminación total del contaminante vertido.
El presidente del Cesta, Ricardo Navarro, opinó, ayer, en una entrevista de televisión que “es lamentable lo que ha sucedido en el río Bravo de Tecoluca en San Vicente. El Ministerio de Medio Ambiente debería tener personas que estén monitoreando la contaminación en lagos y ríos”.
Los pobladores esperan que posterior a este suceso, la administración azucarera se abstenga de continuar con estas prácticas; también informaron que el caso ya está en manos de la Fiscalía para que actúe en favor del medio ambiente.
Peces y camarones muertos en ríos Lempa y Bravo en Tecoluca por contaminación con melaza
Antecedentes
En el 2022, la Fiscalía allanó las instalaciones de la fábrica de industrias St. Jack’s S.A. de C.V., en Antiguo Cuscatlán, para determinar el origen de descargas de agua con supuestos contaminantes en la quebrada El Piro. Por ese caso fueron capturados el gerente de operaciones de la Asociación Plan de La Laguna y el jefe de mantenimiento de St. Jacks.
En 2016, la noche del 5 de mayo, 900 mil gallones de melaza que desbordaron de una cisterna del ingenio azucarero La Magdalena, contaminando los ríos Grande y San Lorenzo, que desbocan en el río Paz, provocando un desastre ambiental en la zona. El ministerio de Medio Ambiente decreto emergencia ambiental en la zona.