El consumo de tabaco provoca en el país, aproximadamente 1,624 muertes cada año; las cuales el 78% de ellas son ocasionadas por el consumo directo y el resto (22%) por la exposición al humo de tabaco ajeno, de acuerdo a datos de la Encuesta Mundial sobre Tabaco en Jóvenes (EMTJ) consignados por la coalición de la Sociedad Unida para la Movilización Anti Tabaco en El Salvador (Súmate).
Dicha coalición señaló que la evidencia ha demostrado que el tabaquismo es un problema grave para la Salud Pública ya que es el causante de morbilidad, mortalidad y discapacidad.
Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y STOP, que ejerce funciones de vigilancia mundial de la industria tabacalera, lanzaron la semana pasada, el informe titulado “Enganchando a la próxima generación”, el cual expone cómo la industria del tabaco y la nicotina “diseña productos, pone en marcha campañas de mercadotecnia y trabaja para configurar unos entornos de políticas que les ayuden a crear adicción entre los jóvenes del mundo”.
El informe ofrece la estimación de que en el mundo hay cerca de 37 millones de niños, de entre 13 y 15 años, que consumen tabaco.
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Además consignó que, en muchos países, la tasa de uso de cigarrillos electrónicos entre los adolescentes supera la de la población adulta.
Un informe de la OMS consignó que a pesar de los importantes avances registrados en la reducción del consumo de tabaco, el surgimiento de los cigarrillos electrónicos y los demás nuevos productos de tabaco y nicotina representan una grave amenaza para los jóvenes y el control del tabaco.
Diversos estudios demuestran que el uso de cigarrillos electrónicos casi triplica el consumo de cigarrillos convencionales, sobre todo entre los jóvenes no fumadores.
“La historia se repite, ya que la industria tabacalera está tratando de vender a nuestros hijos la misma nicotina en unos envases distintos. Esta industria se dirige activamente a las escuelas, los niños y los jóvenes con nuevos productos que, en esencia, son trampas con sabor a golosina. ¿Cómo pueden hablar de reducción de daños cuando están dirigiendo a los niños la mercadotecnia de estos peligrosos productos que son sumamente adictivos?”, cuestionó el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.
Súmate señaló que el 4.7 % de los encuestados, entre 13 y 15 años, ha consumido algún producto de tabaco alguna vez en su vida y que, aproximadamente, uno de cada 100 estudiantes (0.9 %), del tercer ciclo, ha consumido tabaco en los últimos 30 días, de acuerdo a los datos de la EMTJ.
Señaló que respecto al uso y consumo del cigarrillo electrónico, el Atlas del Tabaco, menciona que, con el fin de prevenir el consumo de tabaco entre los jóvenes, deben implementarse o cumplir regulaciones integrales para reducir la capacidad de compra y la accesibilidad de todos los productos de tabaco.
La coordinadora de Súmate, Violeta Martínez de Palomo, reiteró la necesidad de incluir en la Ley para el control del tabaco en El Salvador (LCT), el consumo de cigarrillos electrónicos, ya que son más dañinos para la salud que el cigarrillo convencional.
“En la medida en que los países de América Latina fueron avanzando con normas para proteger a los jóvenes de las estrategias publicitarias tradicionales de la industria tabacalera, las empresas comenzaron a privilegiar los puntos de venta como canal comunicacional orientado a este público. En muchos casos, aprovechando los vacíos legales o directamente violando las legislaciones por lo que el llamado a la acción para los gobiernos y familias es a hacer valer el derecho a la salud que tenemos en la Ley para el control del tabaco en El Salvador (LCT)”, indicó Súmate.
La OMS señaló que estas industrias siguen dirigiendo la mercadotecnia de sus productos a los jóvenes, utilizando sabores tentadores como los de caramelo y fruta.
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Una investigación realizada en los Estados Unidos de América reveló que más del 70% de los jóvenes que utilizaban cigarrillos electrónicos dejarían de usarlos si solo existieran productos con sabor a tabaco.
“De forma intencionada, estas industrias diseñan productos y utilizan estrategias de mercadotecnia pensados directamente para atraer a los niños. El uso de sabores atractivos para los niños, como el de algodón de azúcar y de chicle, combinado con diseños elegantes y coloridos que se asemejan a juguetes, supone un intento descarado de generar adicción entre los jóvenes a unos productos nocivos”, expresó el doctor Ruediger Krech, director de promoción de la salud de la OMS.
Dicha organización instó a los gobiernos a proteger a los jóvenes para que no empiecen a consumir tabaco, cigarrillos electrónicos ni otros productos de nicotina mediante su prohibición o su regulación estricta.
Recomendó crear lugares públicos cerrados 100% libres de humo, prohibir los cigarrillos electrónicos aromatizados, prohibir la mercadotecnia, la publicidad y la promoción, incrementar los impuestos, aumentar la concienciación pública sobre las tácticas engañosas que utiliza la industria y respaldar las iniciativas de educación y concienciación dirigidas por jóvenes.