Cada año en el país, al menos 1624 personas mueren directamente por efectos del tabaco, cifra que se traduce en 31 muertes por semana en todo El Salvador. El 46% de estas muertes se consideran como prematuras debajo de 78 años, lo que deja pérdidas económicas por más de $263 millones de dólares, según Josué García, director en funciones de la Gestión de Proyectos del Fondo Solidario para la Salud (FOSALUD).
En la Asamblea Legislativa se encuentra una propuesta de aumentar con un 1% los impuestos relacionados al tabaco, pero la iniciativa se ha estancado.
Dicha ley también regularía que no se permita fumar en cualquier lugar, sino en ciertos sectores determinados; e incluiría una regulación específica de los productos electrónicos para fumadores.
También, en el marco del Día Mundial Sin Tabaco (que se conmemora cada 31 de mayo), el Ministerio de Salud afirmó que el 7.8% de la población -equivalente a 184,000 salvadoreños- fuman de manera directa, ya sea a través de un cigarrillo tradicional o uno electrónico.
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La cifra exacta de cuántos fumadores realizan una práctica tradicional y cuántos de forma electrónica en el país no se maneja. Giovanni Escalante, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y Organización Mundial de la Salud (OMS) en el país, aseguró que la manera electrónica es igual de dañina que la convencional:
“Están totalmente descartados los productos de tabaco calentado, los cigarrillos electrónicos, está confirmado que estos productos son igual de dañinos que los otros productos”, afirmó el funcionario.
Aunque un estudio realizado por Rutgers University, en New Jersey, y dado a conocer en nuestro país por Phillip Morris International, asegura que la mayoría de médicos maneja un concepto erróneo sobre los cigarrillos electrónicos.
El estudio asegura que aunque los cigarrillos electrónicos tengan nicotina, esta sustancia no es la que hace que el consumo del tabaco sea mortal. El tabaco y el humo del tabaco contiene miles de productos químicos, y es la mezcla de esas sustancias, no la nicotina, la que causa enfermedades graves.
Cerca del 70% de médicos indicaron que los pacientes les habían preguntado sobre los cigarrillos electrónicos, pero más del 60% de ellos creen incorrectamente que todos los productos de tabaco y nicotina son dañinos por igual, según el estudio realizado por la empresa tabacalera.
La doctora Yocasta Gil, gerente de asuntos científicos Centroamericanos y del Caribe de Phillip Morris International, asegura que los cigarrillos electrónicos ofrecen a los fumadores adultos alternativas no combustibles a las que podrían cambiar por completo.
Aunque recalcan que esta no es una manera para dejar de fumar, sí reduce significativamente el riesgo de enfermedades crónicas.