Carlos ( se cambio el nombre, para proteger a su familia) tiene 40 años y no entiende porqué desde hace cerca de una década se le ha cruzado por la mente suspender su vida. Contó que su niñez y adolescencia transcurrieron con las preocupaciones normales de cada etapa: que lo dejaran salir a jugar con sus amigos, tener buenas calificaciones y cuando ya pudo tener novia, poder verla.
Pero de adulto comenzó a tener dichos pensamientos, sin aparentes razones.
“No entiendo porque viene eso a mi mente”, dijo tratando de encontrar una causa. Aunque reconoció que en su familia ya se han registrado tres casos de suicidio; todos cuando llegaron a la vida adulta.
A su esposa le comentó sobre dichos pensamientos en una ocasión, aunque no le tomó mayor importancia, según pudo percibir él. Ya nunca más tocó el tema con ella.
Carlos jamás ha buscado atención por dos motivos: por pena a ser señalado por conocidos y familiares; y porque no sabe adónde asistir a pesar de que es afiliado al Seguro Social.
La directora de dicha institución, Mónica Ayala, señaló, el martes en un programa de entrevistas en televisión, que recientemente lanzaron el programa de atención denominado “El ISSS te escucha”, en el cual las personas pueden llamar al número telefónico 7071-1302 durante las 24 horas del día.
Mientras que de lunes a viernes, de 7:00 de la mañana a 3:30 de la tarde, pueden llamar al número 2591-6557.
Una de las novedades del programa es que pueden hacer uso de él, las personas cotizantes o no del Seguro Social.
El Diario de Hoy llamó al número celular el miércoles a las 9:01 de la noche para corroborar el número y si en verdad funcionaba durante todo el día; pero no hubo respuesta.
“La salud mental se vio fuertemente afectada por la pandemia del covid-19, provocando ansiedad y estados depresivos. Mucha gente cambió su rutina, empezó a trabajar desde la casa, incrementó la obesidad por el mismo ciclo de vida, el estrés y la poca movilidad”, expresó la directora el día del lanzamiento del programa, de acuerdo a un comunicado difundido por el gobierno.
El programa brinda atención psicológica y psiquiátrica si el caso lo amerita.
La Comisión The Lancet señaló, en octubre pasado en el marco del Día Mundial de la Salud Mental, que los países deben tomar medidas radicales para acabar con el estigma y la discriminación contra las personas con enfermedades mentales en todo el mundo.
La Comisión agregó que las estimaciones recientes sugieren que una de cada ocho personas, aproximadamente mil millones en el mundo, viven con una enfermedad mental. Dicha situación aumenta a una de cada siete niños de 10 a 19 años.
El primer año de la pandemia provocada por el nuevo coronavirus, además, generó un aumento del 25% en la prevalencia de la depresión y la ansiedad, de acuerdo al informe que fue elaborado por más de 50 colaboradores de todo el mundo. Algunos de ellos han tenido una enfermedad mental.
“Muchas personas que han vivido experiencias relacionadas con las enfermedades mentales describen el estigma como peor que la propia enfermedad”, expresó el presidente de la Comisión, el profesor Sir Graham Thornicroft, del King’s College de Londres.
The Lancet es una revista británica que publica estudios especializados en diferentes rubros de la medicina.
Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que cada 40 segundos una persona muere por suicidio; en el año la cifra llega a 800,000. Además que el suicidio es la segunda causa de mortalidad entre personas de 15 a 29 años.
“Cuando me pongo a pensar que en mi familia se han registrado tres casos de suicidios, me da miedo que yo sea el siguiente”, puntualizó Carlos, quien reside en el departamento de Ahuachapán.
Las atenciones que brinda el Seguro Social ya ha salvado la vida, de al menos, una persona que tuvo pensamientos de suspender su vida, de acuerdo narró Ayala en televisión nacional.
Aunque el paciente no llamó a los teléfonos puestos a disposición la semana pasada.
Hace tres meses, aproximadamente, un paciente llamó al programa Doctor ISSS en línea debido a que pretendía suspender su vida por un dolor obsesivo que sentía.
Pero el médico que lo atendió coordinó que una ambulancia estuviera presente en la puerta de la casa del paciente, siendo trasladado al Policlínico Arce, que es el centro de atención psiquiátrica que tiene el Seguro Social.
‘“El médico jamás me dejó solo, jamás menospreció lo que sentía, jamás me colgó, estuvo conmigo en todo momento’”, contó la directora que había narrado el caso de ese paciente.
La persona llamó al número 127, opción 2, que de enero a noviembre ha atendido a 166,000 pacientes; mientras que desde mayo, cuando fue inaugurada la atención psiquiátrica en el Policlínico, se han reportado 4,975 emergencias.
La funcionaria señaló que este año también lanzaron el programa de cuidados paliativos, que atiende en la actualidad a 895 pacientes con alguna enfermedad terminal o crónico degenerativa.
Un médico, enfermera, trabajador social, y un psicólogo forman un equipo multidisciplinar que llega a la casa de las personas para realizarle la revisión médica que no requiera un examen de laboratorio.
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“Preparamos a todos los familiares en el proceso, hay enfermedades que son terminales y que tenemos que enseñarles, a sus familiares que el paciente, su familiar, algún día va a fallecer y que tenemos que estar listos para este momento. Se les va enseñando poco a poco a la familia qué hacer cuando llegue el momento, qué hacer cuando el cansancio sea mayor y vamos paliando los síntomas, ayudando porque no es que vamos a dejar morir a alguien ahogado, si no que tenemos que ir poco a poco enseñándole a la familia y ellos se vuelven parte del proceso, parte de este cuido a los pacientes y a sus familiares y se vuelvan responsables, se vuelven cuidadores; pero a la vez son cuidadores capacitados. El equipo multidisciplinar hace que estén preparados para los momentos más difíciles”, explicó Ayala.
Los usuarios del Seguro Social también pueden ser beneficiados con la atención domiciliar programada, que se basa en la visita de un equipo de la institución; pero que a diferencia del otro programa, los pacientes no tienen una enfermedad terminal sino que una dificultad para su movilización.
Son más de 1,000 pacientes los examinados en sus viviendas.