Un alumno del Instituto Nacional de Santa Ana fue golpeado y amenazado por soldados que ingresaban a “patrullar” al interior de las instalaciones educativas, por el hecho de que el joven andaba el cabello largo.
El hecho fue denunciado el pasado 28 de septiembre ante la oficina departamental de Santa Ana, de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos, entidad que luego de realizar las respectivas investigaciones, determinó que los hechos ocurrieron tal como fueron denunciados de manera anónima.
A raíz de lo anterior, el pasado jueves, el jefe de la delegación policial de Santa Ana, comisionado Douglas Vladimir Rivas Hernández, emitió un memorando a todas las subdelegaciones de ese departamento, para que se abstengan de ingresar a las instalaciones educativas y que se abstengan de hostigar a los estudiantes de la misma.
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“Referente al caso, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos Santa Ana resuelve que se da por establecida la violacion al derecho humano a la seguridad personal por intimidación en perjuicio de los estudiantes del INSA…”, reza en parte el documento firmado por el comisionado Rivas Hernandez, de fecha 12 de enero de este año.
De acuerdo con la relación del caso que hace el mencionado memorando, grupos de tres soldados “pertenecientes a la Fuerza Armada” ingresaban todos los días al Instituto Nacional de Santa Ana.
Una vez que estaban dentro de las instalaciones, solían montar guardia en las puertas de las aulas de clases, luego se dirigían al sector conocido como “el Industrial”, que también es parte del INSA, donde el 28 de septiembre sacaron a un estudiante para golpearlo porque tenía el cabello largo.
Luego de la golpiza le dijeron que no lo querían ver con el cabello largo.
Según la denuncia, el ingreso a las instalaciones educativas era una práctica que también realizaban miembros de la corporación policial.
A raíz de la investigación del caso por parte de la PDDH, que comprobó la violación del derecho humano a la seguridad personal debido a la intimidación que ejercían militares y policías, el jefe policial de Santa Ana ha ordenado que militares y policías “se abstengan de continuar con lo práctica de ingresar a ese instituto.
Así también, el jefe policial ha ordenado a policías y militares que no vayan a tomar represalias en contra de los referidos estudiantes al salir de esas instalaciones y que se cometa cualquier acto de intimidación contra la comunidad educativa del INSA.
Públicamente, la Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada no han informado sobre acciones que han sido tomadas contra los soldados responsables de haber golpeado al estudiante santaneco.
De acuerdo con reportes de organizaciones que velan por los derechos humanos, durante el régimen de excepción se han incrementado la violación de derechos humanos por parte de militares y policías en contra de la población civil.