Los trabajadores de la cohetería que explotó en el cantón El Ranchador, departamento de Santa Ana, cocinaban en la misma área donde fabricaban los productos explosivos, según se revela en investigaciones del caso consignadas en un boletín de Centros Judiciales.
Para este viernes estaba prevista la audiencia inicial en contra de la propietaria del negocio, identificada como Marlene de Los Ángeles Raimundo.
El informe judicial no precisó cuál fue la causa de la explosión, que dejó como resultado seis personas muertas, entre ellas dos menores de edad, y cerca de diez lesionados.
Sin embargo, el informe oficial señala que las autoridades encontraron colillas de cigarro y botellas de cerveza cerca de varios químicos explosivos, como clorato de sodio y clorato de potasio.
Además, autoridades indican que los trabajadores cocinaban en el mismo espacio donde se fabricaban los productos explosivos.
La cohetería operaba de forma irregular en la colonia Jardines del Jordán, cantón El Ranchador, en Santa Ana.
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La Policía Nacional Civil (PNC) capturó a la propietaria del negocio, quien enfrentó ayer viernes la audiencia inicial en el Juzgado Segundo de Paz de Santa Ana.
La Fiscalía General de la República (FGR) presentó el requerimiento (acusación formal) por los delitos de homicidio culposo, lesiones culposas e infracción de las reglas de seguridad.
Dicha explosión ocurrió el 1 de abril; sin embargo, un día antes, sucedió otra en un negocio similar.
Ese incidente únicamente dejó daños materiales y también se trató de una cohetería ilegal.
Identifican a sexta víctima de explosión
Una de las personas fallecidas producto de la explosión en la cohetería el pasado 1 de abril fue identificada como Katherine Lisseth Henríquez Martínez, de 24 años. Fue la sexta víctima mortal de la tragedia.
La joven murió el jueves 6 de abril tras estar ingresada por cinco días en un hospital santaneco. La causa de la muerte fue debido a las quemaduras ocasionadas por la explosión.
La víctima fue velada en una de las comunidades de Coatepeque, siempre en Santa Ana, y sepultada en el municipio de la localidad.
Otra familiar de la joven también murió en el incidente. Ambas, presuntamente, eran familiares de la propietaria del negocio.
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Entre los fallecidos también están Zoila Yaneth Dávila Lima, 32 años, y sus hijos, de 13 y 15 años.
La Policía inició el decomiso de productos pirotécnicos, tras las explosiones ocurridas en de forma consecutiva.
Cuatro días después de lo ocurrido informó, a través de su cuenta de Twitter, que había incautado más de 3,669,000 unidades de productos pirotécnicos, que fueron ubicados en ocho bodegas clandestinas que se encuentran en la misma comunidad.
Pero según miembros de Protección Civil municipal, en el lugar sólo dos coheterías funcionan con los permisos correspondientes tras cumplir los requisitos para la manipulación de materiales explosivos para la elaboración de cohetes.
Una nota de El Diario de Hoy del 3 de abril consignó que fuentes del Ministerio de Gobernación indicaron que un día después de la tragedia ubicaron 12 inmuebles que funcionaban como fábricas o bodegas de productos pirotécnicos y materia prima para su fabricación.
Mientras que dos días después localizaron otras nueve, es decir, 21 lugares en donde se fabricaba o se almacenaba pólvora.
“Este operativo fue ejecutado por nuestros policías de la División de Armas y Explosivos y otras unidades. Los productos pirotécnicos se fabricaban de forma clandestina, sin ninguna medida de seguridad y con productos químicos altamente peligrosos”, informó la corporación policial.
Mientas que a inicio de semana, la Policía anunció que destruyó millones de productos pirotécnicos, los cuales estaban valorados en $1 millón.
La destrucción se realizó en un predio baldío ubicado en Ilopango; mientras que entre lo decomisado había morteros, silbadores, y milpitas, los cuales están prohibidos en El Salvador.