El pasado 21 de febrero a las 8:00 p.m., José Catalino Aparicio, anciano de 74 años, recibió un disparo de fusil M-16 que le destrozó la pierna derecha, impacto que posiblemente lo deje sin poder caminar por el resto de su vida, debido a la gravedad de las fracturas, según .
El hecho fue registrado en el cantón Natividad, colonia Libertad, distrito de Santa Ana Centro, a un costado de las canchas de fútbol conocidas como El Papayo, según consta en un informe policial al que se tuvo acceso.
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La herida se la causó el soldado Rubén Isaías C.M., de 31 años, de la Segunda Brigada de Infantería, con sede en Santa Ana, quien junto a miembros de la Policía Nacional Civil (PNC) llegaron a detenerlo tras ser acusado, a través de una llamada telefónica, del delito de amenazas.
El Diario de Hoy tuvo acceso a un documento policial sobre el suceso, en el que se ha plasmado que Aparicio amenazó con un corvo a un soldado que, junto a otros dos militares y cuatro policías, llegaron para capturarlo por el delito de amenazas contra una persona que también es vecina del anciano.
Cuando los policías llegaron, un oficial y un sargento contactaron a Mario N., la persona que había hecho la llamada denunciando que Aparicio lo estaba amenazando con un machete; este les dijo que el anciano se encontraba dentro de su vivienda, en un inmueble donde hay una casa pequeña de ladrillos y una champa hecha de pedazos de lámina reciclada, plásticos y maderas. La puerta del inmueble es un cuadro de alambres de lo que fue un colchón.
Mario narró a El Diario de Hoy que fue él mismo quien le avisó a Aparicio que lo buscaba la policía, a lo que éste respondió en tono violento desde su casa, donde no tiene luz eléctrica. Para entonces eran las 8:00 p.m.

Los policías le ordenaron a Aparicio que saliera de su casa, que querían hablar con él. Pero, según el informe policial, este les respondió que si salía los iba a matar a todos. Ante eso, decidieron rodear la vivienda, fue entonces cuando Aparicio salió al patio y desenvainó su machete. El soldado Rubén Isaías le hizo tres disparos de advertencia, luego el anciano se le abalanzó con el corvo y fue entonces que el militar le disparó en la pierna “para neutralizarlo”, según reza el informe.
Sufre problemas mentales
El Diario de Hoy recogió testimonios de personas que conocen a Aparicio y todos, incluyendo la persona que llamó a la policía por las supuestas amenazas, coinciden en que el anciano presentaba episodios de supuestos problemas mentales que lo llevaban a hablar incoherencias o a amenazar, o insultar, a cualquier persona.
Excepto el denunciante, todas las personas entrevistadas por este Diario coincidieron en que “don Aparicio”, como lo conocen, era un vecino tranquilo, trabajador y servicial pero que últimamente por ratos aparentaba estar “mal de la cabeza”. Sin embargo, ningún vecino o persona conocida dijo conocer al anciano como persona pendenciera o violenta.
Familiares de Aparicio aseguraron que no tomaba bebidas alcohólicas, que si bien a veces se reunía con personas que sí consumían, era para hablarles de la palabra de Dios.
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Los familiares también aseguraron que Aparicio últimamente hablaba incoherencias y daba otras señales de que no estaba bien de la mente.
Un familiar que pidió el anonimato aseguró que Aparicio es ciego de un ojo a consecuencia de un accidente que sufrió trabajando y que no le tomó importancia. Con el tiempo, perdió totalmente la visión. Además, afirmó, padece de un problema de salud que le obliga a tomar diariamente un medicamento llamado Carbamazepina.
“En apariencia él tiene su ojo pero no ve y con el otro ya ve poco y padece de los nervios porque toma un medicamento siempre”, comentó una pariente de Aparicio.

Solidaridad
Minutos después de que Catalino fuera herido de bala, el hecho fue informado en varias páginas de Facebook. La mayoría de comentarios se referían a Aparicio como una persona respetuosa y trabajadora pero también señalaban que aparentemente su salud mental no estaba bien.
“Don Aparicio” tiene muchos años de vivir en un terreno de la municipalidad de Santa Ana; los vecinos aseguran que el anciano fue por muchos años empleado de la comuna santaneca y que cuando el entonces alcalde Orlando Mena, construyó las canchas, también edificó una pequeña casa de ladrillos donde Mena le autorizó para vivir, sin embargo, dijeron no saber por qué el anciano prefería pasar en la champa donde supuestamente estaba el pasado 21 de febrero.
Vecinos de la colonia Libertad aseguraron que, por muchos años, “don Aparicio” es quien se ha encargado de marcar con cal las dos canchas donde todos los fines de semana hay torneos de fútbol; además de eso, se encargaba de mantener aseados los contornos.
Varias personas expresaron su asombro acerca de la versión que del incidente se ha dado, es decir, que insultó y amenazó a los policías y soldados; algunos también opinaron que por la edad de “don Aparicio” y su discapacidad visual, les parece raro que haya querido huir o agredir a los militares. “Creo que por la edad de él, tal vez no era para dispararle sino que le hubieran botado el corvo con algún garrote”, expresó un vecino.
A pesar del asombro de vecinos y conocidos, esa es la versión plasmada en informes policiales donde se indica que Aparicio fue detenido por en flagrancia por el delito de homicidio agravado imperfecto o tentado en perjuicio del soldado Rubén Isaías C.M. y por amenazas con agravación especial contra Mario N., vecino del detenido.
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El informe policial fue finalizado diciendo que “no se procede a la detención por el delito de lesiones, del soldado… por haber actuado en legítima defensa al disparar su fusil para neutralizar al sujeto agresor…”.