A 21 minutos de la ciudad de San Miguel se encuentra el municipio de Quelepa, reconocido por ser el asentamiento de un sitio arqueológico de la época precolombina en la zona oriental de El Salvador y que según la historia fue un centro ceremonial y político de los lencas entre el año 500 a. C y 1,000 d. C.
Por dicha razón fue declarado, junto a otras estructuras, como monumentos arqueológicos nacionales, mediante el Decreto Legislativo n°508 del 06 de mayo de 1976 y publicado en el Diario Oficial n°95 del 24 de mayo del mismo año.
En el lugar se encuentra una formación de rocas alineadas donde está un espacio ceremonial y un campo de juego de pelota. Al sur se encuentra un área con tumbas,pues aparentemente fue un cementerio de la época. Ese lugar también es conocido como El Jaguar de Piedra por un altar donde se encuentra tallado en uno de sus lados la cabeza y el rostro de dos felinos y un tercero al centro.
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Los adultos mayores de la zona relatan que ese pueblo, al igual que los de cultura náhuatl y kakawira, sufrieron la represión estatal que derivó en la masacre de 1932 en la búsqueda de su exterminio, bajo las órdenes del general Maximiliano Hernández Martínez, motivo por el que hay muy poca población indígena en el país.
Quelepa está formado por cuatro cantones: El Obrajuelo, El Tamboral, San Antonio y San José, un territorio que este año dejará de ser municipio y pasará a ser uno de los distritos de San Miguel Centro, debido a la nueva Ley de reestructuración territorial salvadoreña.
Los pobladores dicen que esperan que las nuevas autoridades que regirán Quelepa, Comacarán, Moncagua y Uluazapa puedan enfocarse en el mantenimiento de calles, del sitio arqueológico y apoyar al desarrollo de un lugar que tiene mucho que ofrecer.
Pobladores del área rural desconocen quiénes son los candidatos que actualmente se postulan para la silla edilicia de San Miguel Centro; mientras que algunos habitantes del área urbana dicen que sí los conocen de vista.
“Yo pienso que el gobierno en cierta medida ha tomado una decisión acertada, porque al reducir el gasto público hay municipios pequeños, como en el caso de Quelepa, que cuenta con 8 concejales que solo se prestan a las reuniones dos veces al mes. Es un costo que el gobierno y el pueblo lo paga”, dijo Edmundo Aquiles, habitante de Quelepa y presidente de una fundación benéfica de la zona.
Según la Unidad de Acceso a la Información Pública, Quelepa tiene una tasa poblacional de 4,200 habitantes donde hay un líder comunitario por cantón y caseríos.
Entre las principales necesidades que destacan la población están la infraestructura vial y la construcción de caminos vecinales, debido a que aún se encuentran rústicos.
Quelepa está considerado en el rango de pobreza extrema, según el informe publicado por el Consejo Centroamericano de Procuradores de Derechos Humanos de El Salvador, que establece que este municipio se encuentra dentro de los 50 con brecha de pobreza y dispersión territorial.
De hecho, Edmundo Aquiles destaca que en Quelepa “hay muchas familias con necesidad”.
La prevalencia económica es gracias a la agricultura, seguido de las remesas familiares, la ganadería y el sector de ventas informales, detallan los pobladores y aseguran que se ha mantenido así desde hace varias décadas.
El nivel educativo de la población de Quelepa es básico en las 7 instituciones públicas distribuidas por el territorio, y dada la cercanía con San Miguel, un porcentaje de estudiantes continúa la educación media en el municipio vecino.
En cuanto a servicios públicos de energía eléctrica y agua potable, un 80% de los residentes tienen acceso a ellos, pero el tratamiento de la basura se encuentra en un nivel aceptable, dice Edmundo Aquiles, quien se ha mantenido pendiente de las necesidades de los vecinos.
“El alumbrado público, al igual que en las viviendas, se encuentra a un 80%; la iluminación en el parque es buena y se cuenta con espacios recreativos”, agrega.
Pero señala que “no hay mercado municipal porque las personas deciden ir hasta el centro de la ciudad por los productos”.
En cuanto al transporte público, los lugareños dicen que es deficiente, pues la cantidad de buses hacia el lugar es poca y solo cuenta con tres unidades que se complementan con el servicio de mototaxis.
Quelepa, además del sitio arqueológico, cuenta con el turicentro Jaguar de Piedra, en el que hay piscinas y merenderos.