Enna Marisol Portillo Guevara, de 43 años, es la víctima mortal de la tragedia ocurrida durante la madrugada del jueves, cuando colapsó un muro que hacía seis meses fue construido en la parte alta de un terreno, en el caserío Chichipate del cantón San Pedro Chirilagua, cerca del redondel El Delirio, en San Miguel Centro. Además, su hijo Marcus Elí Portillo Argueta de 6 años también resultó lesionado.
Ella vivía con sus tres hijos de 6, 16 y 27 años de edad y sus tres sobrinos, de 13, 15 y 17 años.
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Ella vivía con sus tres hijos de 6, 16 y 27 años de edad y sus tres sobrinos, de 13, 15 y 17 años.
Según testimonios de los familiares, la acumulación de agua lluvia fue lo que ocasionó el colapso del muro de otra propiedad.
El hijo mayor de la víctima y su compañero de vida habían alertado, desde hace meses, que la construcción no tenía drenajes.
“Incluso nosotros tratamos de disuadirlos para de que al menos buscaran una solución factible y quedara bien seguro, era algo que se veía venir. Nosotros por ser de escasos recursos no hay como mediarlo o hacer algo para que ellos lo hubieran dejado más reforzado”, expresó Héctor Castro,de 27 años, hijo mayor de la fallecida.
La vivienda de Enna está en la parte baja de un terreno inclinado, por lo que para nivelar un poco el terreno rellenaron de tierra los alrededores de la casa. Pero en la parte alta, el propietario, de quien no tienen mayores referencias, construyó la pared de bloques, que fue la que cayó sobre el lugar donde estaba la madre y sus hijos.
La tragedia ocurrió a eso de la 1:00 de la madrugada del jueves, según el relato de uno de los sobrinos de Enna, de 17 años de edad.
Explicó que al interior de la casa habían 6 personas (dos hijos y tres sobrinos), y su tía se encontraba en una hamaca junto a su hijo de 6 años, en la parte más próxima del muro. Tras un estruendo, el paredón cayó sobre ellos, además de la tierra que se desprendió. Ella logró exclamar pidiendo ayuda, esa fue la última palabra que pronunció, relató otro de los sobrinos, quien fue el que alertó a otros de lo ocurrido.
Además, él intentó levantar los escombros pero le resultó imposible, tanto por el peso, como por el daño que le causó haber pateado los cables eléctricos que cayeron al suelo mojado. Al sentirse imposibilitado, se fue a tocar las puertas de sus vecinos, que viven metros abajo, para pedir ayuda.
Los vecinos llegaron a la vivienda, pero tampoco pudieron levantar el pesado muro. Horas más tarde, lograron contactar a la Policía, la cual pidió el apoyo de Bomberos y Protección Civil para atender la emergencia. Tras varias horas de esfuerzo lograron sacar al menor que se encontraba presionado de su cabeza bajo el refrigerador; debido a las lesiones fue trasladado de emergencia al hospital nacional de San Miguel.
Los socorristas tuvieron que usar almáganas para romper los bloques y recuperar el cadáver de Enna.
El impactó de la tragedia y ver las labores de rescate afectó a uno de los menores, quien salió de la vivienda sin informar a nadie, por lo que fue reportado como desaparecido, sin embargo luego de varias horas regresó a la vivienda.
El compañero de vida de Edna comentó que tenían pocos meses de haberse conocido, pero al igual que él, los vecinos y amigos de ella dijeron que era una mujer luchadora, quien llevaba a su cargo la crianza y manutención de seis niños, 3 hijos de ella y otros tres sobrinos, de quienes había quedado al cuidado desde que su hermana se fué al exterior, en busca del sueño americano.
Miembros de la iglesia donde se congregaba llegaron a darle el pésame a los hijos y sobrinos. También lo hicieron maestros y el director del centro escolar donde estudian algunos de los menores de edad.
El director explicó que enviaron un reporte a la Departamental de Educación por la situación de los menores, con el objetivo de buscar la forma de apoyarlos con la reposición de elementos de estudio que perdieron con el derrumbe.
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“Los cuadernos, una tablet que el gobierno me había dado, mi ropa, uniformes y todo quedó entre los escombros”, expresó uno de los infantes.
Los familiares señalaron que son daños totales en la vivienda debido a que el muro empujó los soportes de la casa y ahora se mueve todas las paredes. Las autoridades colocaron cinta para evitar el acceso a la vivienda al ser considerada de alto riesgo por derrumbe.
Contiguo a la casa de Enna vive una adulta mayor, quien lamenta la sucedido y teme por su seguridad, porque la otra parte del muro en pie colinda con su casa.
“Yo solo escuché un tronido fuerte, y enmedio de la lluvia sucedió esa tragedia, este suelo está flojo y la parte del muro que colinda con mi casita esta rajado, si sigue lloviendo tengo miedo que se llegue a caer también, más quer soy sola”, expresó Leonor Gutiérrez.
Los hijos y sobrinos de Enna fueron trasladados a la casa de sus abuelos, donde también ha sido la velación de ella.
El hijo mayor de Enna dijo que continuarán en las labores de quitar escombros, por si hay personas que tengan la voluntad de ayudarle, él estará agradecido, y a las instituciones les pide apoyo ante esta situación tan difícil| de afrontar para todos.