Autoridades retiraron barriles que contenían posibles materiales peligrosos encontrados hace varios días en la carretera El Delirio, a la altura del cantón Tecomatal; y otro en un botadero de basura a cielo abierto en la hacienda San Juan Bosco, en cantón La Puerta, en el municipio de San Miguel Centro.
El gobernador departamental de San Miguel, Sinaí Hernández, a través de su cuenta en Facebook, manifestó que junto con la alcaldía trasladaron los barriles “con contenido peligroso que fueron deliberadamente lanzados a la orilla de la carretera El Delirio y otro en un basurero en la hacienda San Juan Bosco, en el cantón La Puerta”.
“Realizamos distintas maniobras para evitar derramar el contenido y afectar la vida y el ecosistema del lugar. Condenamos enérgicamente tan repudiable acto criminal, que puede causar muchos daños al medio ambiente de la zona; las investigaciones darán con el responsable de esto”, agregó el gobernador.
Alex Torres, alcalde de San Miguel Centro, luego del hallazgo de dichos barriles, informó en su cuenta de Facebook, que se activaron los protocolos de seguridad para descartar la existencia de posibles sustancias tóxicas en el kilómetro 151 en el cantón Tecomatal.
“Los equipos de Protección Civil Municipal junto a Medio Ambiente establecieron un perímetro para la inspección técnica. Pedimos a los habitantes no acercarse a la zona para proteger su salud”, agregó el funcionario municipal.
De acuerdo con ingenieros expertos en el tema y que trabajaron en el Ministerio de Medio Ambiente, manifestaron que hay un protocolo establecido a ejecutar en casos de barriles con materiales tóxicos o peligrosos.
El protocolo consiste en: acordonar la zona al público;, el personal que ingresará al área deben portar trajes especiales que los proteja para trabajar, embalar los barriles y sellarlos; embalar la tierra o concreto, dependiendo sobre qué están y llevársela del lugar, hacer pruebas de toxicidad en pozos artesanales en un radio mínimos de 2 kilómetros a la redonda, aunque lo recomendable es a 5 kilómetros. Agregando que son muy caros los costos para determinar si se infiltró la toxicidad en el lugar.
Además, se debe prohibir la siembra de cultivos, el establecimiento de viviendas o construcción de pozos artesanales en el área, es decir, no permitir ningún tipo de construcción en el lugar. También monitorear la zona en cuanto a enfermedades como insuficiencias renales y otras.
Según la fuente, ya existen antecedentes en San Miguel de barriles con materiales tóxicos desechados de esta forma. En 2007, una organización no gubernamental pagó todos los costos de embalaje, permisos, embarque, transporte y traslados para la destrucción final de 17 a 20 barriles que su disposición final fue en Holanda. En esa ocasión, fue un costo que superó los $175,000 por cada barril, que contenía químico usado para los cultivos de algodón.