La noche del jueves 8 de diciembre Leyden llevó al hospital nacional de San Miguel a su hijo, de 8 años de edad, por una posible orquitis y epididimitis (posible infección en partes íntimas) para que le realizan estudio complementario y el suministro de un antibiótico.
Horas antes el niño había sido examinado en el Hospital Regional del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), dónde le dieron ese diagnóstico y lo refirieron al hospital público donde tendrían lo que el paciente necesitaba.
En el Hospital San Juan de Dios, madre e hijo esperaron varias horas. El infante fue revisado dos veces y enviado a sentarse en ambas ocasiones y sin tener una respuesta concreta del tratamiento o atención que le darían, narró la madre.
Agobiada por la larga espera, la falta de información y sobre todo por el sufrimiento del niño por el dolor que tenía, la madre decidió llevarse al niño a un centro asistencial privado, explicó este viernes a El Diario de Hoy.
Sin embargo esa decisión ocasionó un caos en el hospital y llevó a que dijeran que ella era una “fugitiva que se llevaba a un menor” y personal de Salud ordenó cerrar los portones del nosocomio para que madre e hijo no salieran, narró Leyden.
Según su relato, en ese momento fue acorralada por personal de seguridad y Salud y alguien le dijo que los médicos habían decidió que el niño necesitaba una operación, basados solo con palpar la parte íntima del niño, sin realizar exámenes previos.
La madre añadió que les exigió evidencia científica para llegar a esa conclusión, porque ella estaba decidida a llevar al niño al médico privado;además, un vigilante llegó al punto de levantar la macana en su contra.
“Me siento agredida psicológicamente por parte del personal que estaba en turno la noche del jueves en el Hospital Nacional San Juan de Dios, mala atención, mala praxis que pensaban hacer con mi hijo, la casi agresión física por el personal de vigilancia del hospital. También al ISSS por no tener un servicio digno para atender a mi hijo, pese a que yo estoy cotizando” señaló la denunciante.
Las horas previas a la emergencia
El pasado miércoles fue un día normal para el niño de 8 años; quien después de ir a jugar al parque se quejó de dolor en la ingle del lado derecho. La madre pensó que se había golpeado jugando, sin embargo la mañana del jueves lo llevó a realizar le una ultrasonografía. Según el especialista que lo atendió, el niño no presentaba golpes ni hernias o cualquier otra anomalía.
Esa misma tarde el dolor aumento y uno de sus testículo se observaba de color rojizo, lo que llevó a que los padres optan por buscar ayuda en el Hospital Regional del ISSS.
“La doctora me dijo que lo iban a referir para ingreso porque ella no le podía poner el antibiótico al tratarse de una parte tan delicada, y que el niño tenía la parte tan sensible que no se podía estar tocando, pero no me dijo que la referencia era para el San Juan de Dios, creí que el niño quedaría ingresado en el mismo ISSS, tampoco me dijo que el niño necesita otra ultrasonografía”, comentó la madre.
Una ambulancia los trasladó al hospital nacional. Esperaron un momento hasta que uno de los médicos lo reviso. Al mismo tiempo que palpaba al pequeño, le comentaba a otra persona, vía teléfono celular, los síntomas que presentaba el paciente. Cuando el niño era revisado, le dijo a quien realizaba la exploración física : “no me hagas fuerte porque me duele”, esto ocurrió ante la mirada de otras cinco personas que portaban gabacha blanca, dijo la madre.
El pequeño fue enviado a que lo pesaran y midieran su estatura. Luego esperaron en las bancas hasta que llega otra profesional de la medicina. Nuevamente le manda a pesar y una nueva revisión comienza.
La madre solicitó le realizaran una ultrasonografía a una doctora, quien le respondió que para ello tendría que llegar hasta el siguiente día a las 3:00 de la tarde “si acaso encuentra cupo”, y además le advirtieron que no me podía dar permiso para estar saliendo a realizar el examen en lo privado.
“Yo le dije que en el ISSS me habían dicho que no se le podía estar tocando. Al llanto del niño, le pedí que por favor dejara de tocarlo tanto. La doctora me dijo que con gente como yo no podía trabajar. Entonces le dije que mejor me retiraba … Al salir de emergencia senté al niño por el dolor, en el momento que escucho a alguien gritar mi nombre que cerraran los portones porque me llevaba un niño” relata.
La madre se presentó con la enfermera advirtiendo que no se había retirado.
“Me amenazaron con la ley Lepina ( ley de niñez), que la Policía me tenía que retener para que ellos pudieran proceder con el niño como ellos decían … con la misma aparecen siete doctores, vigilantes, y mi hijo lloraba angustiado. Le di agua para que se calmara, y una enfermera me llamó la atención alegando que no le podía dar agua porque en ese momento iba para sala porque lo iban a operar porque tenía un testículo retorcido. Yo le exigí que le hicieran un buen chequeo para comprobar que tenía el testículo retorcido pero me dijeron que yo no sabía que era una gran ignorante”, relató la mamá del paciente.
Después de un largo alegato y de ver la necesidad de sacar su teléfono celular para grabar lo que acontece, casi de inmediato el personal médico y de enfermería, así como los vigilantes se apartaron, “yo sentí que el teléfono era como un arma de defensa”, añadió.
Al salir del hospital nacional, la madre se dirigió a un hospital privado donde le realizaron una ultrasonografía a su hijo. En el examen consta que fue hecha a las 12:18:39 am del 9/12/2022 y que los hallazgos ultrasonográfico señalan un muy sugestivo epididimoorquitis derecha, así como no identificar signos ultrasonográficos de torsión testicular.
El niño fue atendido por un urólogo pediatra la mañana de este viernes.
“Como cualquier padre uno se rebusca por cielo y tierra para poder darle la atención a su hijo. Al ver que si no lo atendían, uno se lo lleva a un hospital privado y después ver cómo se hace para pagar, eso es lo de menos … Yo no sé si es política del hospital o qué, pero dicen que una vez que estaba ahí el niño le pertenecía al hospital, ni yo que era su madre lo podía sacar … alguien delicado y uno queriendo salvar su vida a raíz de la deficiencia en equipo, personal médico. Cualquier madre de familia lo saca y ve como se rebusca”, señaló Leyden.
Mejoras en la atención de pacientes pediátricos ha sido una de las principales deudas del Instituto Salvadoreño del Seguro Social en la zona oriental del país a pesar de contar con las nuevas instalaciones del Hospital Regional ISSS.
Se busco la versión del Hospital San Juan de Dios de San Miguel referente al caso del menor. El personal de Comunicaciones del hospital indicó que la solicitud se debía hacer a las oficinas del Ministerio de Salud, en la capital.
Una madre denuncia el maltrato que sufrió en el hospital San Juan de Dios, en San Miguel luego de llevar a pasar consulta a su hijo. Video de carácter ilustrativo y no comercial/ https://www.facebook.com/100063637807376/videos/530638268958983/