Tanto los albañiles como los lavatumbas tienen prohibido el ingreso al cementerio de San Miguel por orden de la municipalidad, la cual justifica la orden diciendo que hay una investigación abierta por la venta ilegal de nichos.
Sin embargo, los afectados por la prohibición se desligan del delito que se investiga y se enfocan en mostrar públicamente como les afecta la restricción municipal, vigente desde el 20 de julio, pues sus ingresos dependen de trabajar dentro del panteón municipal.
La investigación hecha por la comuna se enfoca en la venta irregular o ilegal de nichos y espacios para tumbas en lugares no asignados, pues son áreas que sirven de calles internas del camposanto.
Te puede interesar | Alcaldía de San Miguel está por concluir obras en el parque infantil
Ya el 1 de agosto pasado, el secretario municipal, en compañía de un abogado, presentó un aviso ante la Fiscalía sobre supuestos ilícitos cometidos en la administración del cementerio con la venta ilegal de nichos.
“Si hay una investigación, nosotros estamos libres de cualquier desorden que puede haber o cualquier anomalía”, dijo el albañil José Hernández, quien tiene 31 años de trabajar dentro del cementerio.
Hernández añadió que cuando ellos construyen un nicho, el propietario debe tener una escritura y el permiso otorgado desde la oficina del cementerio, firmado por el alcalde de la ciudad o algún regidor que tenga autorizado firmar en lugar del edil.
“Si la oficina autoriza construir en la calle es que ellos autorizan. Yo no puedo decir que voy a construí tres nichos porque no tengo esa autorización. Lo que se hace acá es por autorización de la oficina y la alcaldía. Nos están metiendo en cosas, sacándonos (…) es una manera de menospreciarnos”, opinó Hernández.
Maira Solís y su madre son parte del grupo de lavatumbas, el cual dicen es de más de 60 personas; mientras que albañiles son cerca de 10.
“Necesitamos que nos habiliten venir a trabajar acá porque esta es nuestra fuente de trabajo y de acá mantenemos la familia (…) Le hacemos un llamado al alcalde con todo respeto, que nos escuche porque necesitamos trabajar, ya vamos a tener un mes de no laborar”, dijo Solís. Las personas que se dedican al aseo de las tumbas no pagaban ningún tipo de impuestos a la alcaldía, ya que el exalcalde Miguel Pereira quitó el tributo, explicaron.
“Primero pagamos 0.15 centavos por cada tumba. Después nos puso $10.50, Will Salgado, se pagaba cada mes”, comentó Solís. Añadió que los albañiles sí pagan impuesto por cada trabajo que realizan.
Algunos de los afectados con la restricción del ingreso denunciaron el caso ante la Procuraduría General de Derechos Humanos, en la oficina de Defensoría de Derechos de los Trabajadores. “Me dijeron que no nos podían ayudar porque nosotros trabajamos por nuestra cuenta”, declaró otra mujer que se dedica a lavar tumbas.
Una fuente de la comuna de San Miguel dijo que durante el desarrollo de las investigaciones no pueden permitir el ingreso de albañiles o lavatumbas, para no entorpecer las pesquisas.