"Mi nombre es Mario Campos, soy del departamento de Santa Ana y tengo 8 años viviendo en los Estados Unidos. Actualmente trabajo para la Clínica del Pueblo, el cual me desarrollo como un educador en salud, básicamente mi trabajo como tal es con la comunidad latina inmigrante; accederlos a los servicios alrededor del área Maryland, Virginia y Washington, D.C., y de esta manera ellos pueden acceder a los programas sociales que existen.
También una de mis labores más fundamentales es poder acercar a las personas recién diagnosticadas con VIH a obtener los medicamentos, a citas médicas, sin importar el estatus migratorio, sin importar si tienen un seguro o no, todos estos servicios se adquieren de forma gratuita".
¿ Usted trabaja para una clínica que tiene una historia vinculada a El Salvador?
Los directores de la clínica fueron salvadoreños, son salvadoreños, tienen la visión de ayudar a la comunidad. La clínica fue creada para apoyar a aquellas personas que en su momento estaban viviendo la crisis de la migración a causa de la guerra. Entonces fue la visión de crear una casa en donde se sintieran cómodos, se sintieran bienvenidos y más aún atendiéndolos en una de las necesidades más grandes que toda comunidad atraviesa, como lo es el acceso a la salud. Entonces la visión como tal, que era abrir sus puertas para la comunidad latina inmigrante con enfoque salvadoreño, a través de los 40 años de labor se ha cumplido.
Ahora ¿a qué comunidad atienden?
La comunidad que se atiende, nuestro foco principal, es la comunidad latina, la comunidad hispanohablante, la comunidad que tradicionalmente es marginada. En los Estados Unidos, tanto la comunidad latina como la comunidad afrodescendientes es la comunidad mayormente desproporcionada o aquella comunidad que no tienen acceso tan fácil a un servicio de salud o de atención médica. En este caso, entonces, la Clínica del Pueblo como tal abre sus puertas a toda persona hispanohablante. Esa es nuestra comunidad a la cual atendemos.
¿Tiene miedo el inmigrante de decir su condición de salud porque esto le puede afectar en conseguir trabajo?
Sí, eso es definitivamente una situación a la cual muchísimos inmigrantes se enfrentan, creo que no como tal a conseguir trabajo, sino que el miedo es que vayan a comenzar a recibir servicios de salud y que posteriormente la clínica o los centros hospitalarios vayan a reportar su estatus migratorio. En este caso la salud representa uno de los derechos humanos, por lo tanto en muchas de las clínicas comunitarias el estatus migratorio no es relevante para recibir atención médica, para acercarse y recibir los servicios.
Otro de los servicios que ustedes ofrecen es el de control de adicciones. Hemos visto que en este estado es legal el uso de la marihuana, para mayores de 21 años ¿esto cómo influye en la comunidad latina?
Muchas veces el cambio cultural que enfrentamos, libertinaje, muchas veces se sale de control, entonces parte de los programas, en ese caso se llama Volviendo a Vivir, porque tratamos de educar a las personas, de volver a hacer que las personas salgan de ese círculo de drogadicción en el que muchas veces se encuentran, que obviamente llevan a perder muchas veces el trabajo, a tener una vida en donde muchas veces se pone en riesgo su salud.
¿Qué lo lleva a tomar la decisión de emigrar? ¿Y cómo son esos primeros días en un nuevo país?
Yo no me miraba profesionalmente desarrollado en El Salvador. Hay mucho profesional allá que no va a prosperar porque no encuentra un empleo. Porque encuentra un empleo de ingeniero ganando sueldos sumamente bajos. Es una realidad.
¿Cómo fueron esos primeros días en Estados Unidos?
Me haces recordar y volver al punto que fue muy difícil al tomar la decisión de emigrar, de salir de mi casa, de salir de mi nido, de salir de mi zona de confort. Recién me graduaba de licenciado en Relaciones Internacionales. Tuve la oportunidad de graduarme con honores de la Universidad Francisco Gavidia.
Antes de graduarme de la universidad, yo tuve la oportunidad de también ser becario de la Embajada Americana, a través del programa SUSI, el cual elige cada año a los cinco jóvenes salvadoreños más sobresalientes tanto en el área de trabajo social como en el área académica.
Teniendo ese background, tuve la oportunidad también de estar colaborando con un proyecto llamado Sueños Truncados que abordaba la inmigración irregular infantil. A través de esto, obviamente me sentía seguro de poder conseguir un empleo (en El Salvador) de forma fácil.
Sin embargo, se me fueron poniendo diferentes barreras en el camino, por ejemplo, una entrevista. El día de la entrevista, la persona de Recursos Humanos me hace las preguntas, me logra conocer. Posteriormente me pasar con quien sería el jefe del departamento, me hace la entrevista en inglés, y al finalizar de esa entrevista me dice: "estás sobrecapacitado o sobrevalorado para lo que nosotros estamos buscando". Por supuesto que fue como una noticia un poco agridulce en el momento porque si lo que había hecho durante los cinco años en la universidad era prepararme, estudiar y sobresalir porque quería un futuro digno como un profesional de éxito para El Salvador y luego enfrentarme con la realidad de que me dijera que estaba sobrecalificado, aún recién saliendo de la universidad. Me topé con la triste realidad de no ver mi futuro profesional en El Salvador. Posteriormente se me dio la oportunidad de mudarme hacia los Estados Unidos con mi pareja y gracias a Dios así fue como logré emigrar.
¿Qué ha sido lo más duro de vivir en este país?
Reconstruirme, sin duda alguna ha sido lo más duro. Emigré en el 2017 y a pesar de que tuve la oportunidad de emigrar con mi pareja y pues con mis papeles en regla, me enfrenté a una realidad en donde me encontré solo. Mi familia quedó en El Salvador y tuve que formarme nuevamente de cero. Pero hay algo que siempre lo traigo a mención cuando tengo la oportunidad de hablar sobre ese tema, es que nunca estuve solo. Siempre tuve el respaldo de Dios y fue su gracia la que me encaminó en la vereda, en los pasos correctos y mantener siempre enfocado quién soy y para dónde quiero ir. Sin duda alguna, el enfrentarme a una realidad tan cambiante de estar en El Salvador, estar con mi familia y ahora venir y trabajar porque tenía que hacerlo, porque si no trabajo no como, entonces también es una realidad.
Estoy acá en los Estados Unidos, tengo el acceso a poder trabajar, poder hacer mis cositas, como decimos, pero estoy lejos de mi familia y creo que ese desapego como tal golpea mucho y es lo que también hace que muchas jóvenes caigan en depresión, caigan en vicios, porque se encuentran en un mundo tan grande solos, sin alguien que le dé un respaldo y creo que es importante siempre volver el polo tierra, recordar siempre nuestras raíces, recordar de lo que somos capaces y a pesar de que los obstáculos sean tan grandes en el camino, y encontramos muchos no, recordemos que somos fuertes y poderosos.
¿Qué significado puede tener una llamada telefónica ?
Se vuelve importante mantener siempre la comunicación, la cercanía y hacer que las fronteras se reduzcan como tal. Se vuelve muy importante porque muchas veces aquí en los Estados Unidos el trabajo nos consume.
Nuestro día a día nos consume y perdemos esa sensibilidad o esa cercanía hacia la persona por el hecho de estar cubriendo una carga horaria específica. Nos volvemos a la casa cuando ya ha anochecido únicamente si tenemos la oportunidad de comer, comemos y por el cansancio de nuestro día muchas veces muchas familias ni tienen la oportunidad de hacer nuevamente contacto con sus hijos, con sus parejas. Entonces lastimosamente se pierde esa sensibilidad y esa cercanía como persona que se vuelve tan importante para que una sociedad crezca y se desarrolle nunca debe de perder el amor entre las personas. Ese contacto que nos hace sentirnos como tal, como persona y sin duda alguna una llamada puede cambiar el ánimo, cambiar el día a día de la persona que lo recibe. Tengo contacto con mi mami todos los días. Si yo no le llamo mi mamá se preocupa y está comunicándose con todos mis amigos para saber si estoy bien. Entonces creo que es importante el hecho de no perder el contacto con tus seres queridos.
¿Cuál es la mayor satisfacción que le ha dado este país hasta este día?
Poner a El Salvador en alto me ha permitido cumplir muchas metas profesionales. El año pasado tuve la oportunidad de ganar el premio Joven Salvadoreño Destacado en el Exterior que fue entregado a través del entonces INJUVE , que mi trabajo haya sido reconocido para mí representó una satisfacción personal muy grande. También en el año 2020 tuve la oportunidad de ser nombrado por la Asamblea Legislativa como joven influyente de El Salvador gracias a las iniciativas de los diferentes proyectos por los cuales sigo trabajando tanto por El Salvador como por aquellos que han emigrado para acá, para los Estados Unidos.
Este año tuve la oportunidad de representar a mi país en la conferencia mundial sobre el VIH SIDA el cual se desarrolló en Alemania, tuve la oportunidad de ser un conferencista y dar un discurso frente a 13,000 personas.
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