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"Uno viene con muchas expectativas, y no es fácil": abogada salvadoreña en Washington D.C.

La abogada Rosa Rivera vive, desde hace 10 años, en Washington D.C. En los últimos cuatro años se ha dedicado de lleno a ejercer su carrera, ayudando a la comunidad hispana, tanto en temas legales dentro de Estados Unidos, como en El Salvador.

Por Evelyn Chacón | Oct 16, 2024- 06:00

Foto EDH/ Jessica Orellana

Recientemente la abogada Rosa Margarita Rivera cumplió 10 años de vivir en Washington D.C. Su trabajo le ha permitido conocer de primera mano la realidad de la comunidad salvadoreña, en la capital estadounidense, Virginia y Maryland.

¿Qué fue lo más difícil en esos primeros meses de estar aquí?

La adaptación al sistema, al sistema de acá, de cómo uno puede vivir, el idioma también es un obstáculo que uno se encuentra.

¿El nivel de educación que uno trae, eso le sirve a uno?

Este punto es bien controversial, porque muchas veces, cuando uno viene con un nivel de estudio superior, viene con muchas expectativas, y no es fácil; es que pienso que es un poco más fácil para las personas que tal vez no tienen un nivel alto, ya que la mayoría de trabajos, pues, lo que necesitan acá es que la gente quiera trabajar, se esfuerce, son jornadas largas de 12 horas, a veces parado todo el día, 7 días a la semana; entonces muchas veces uno no está acostumbrado a eso (...) Es otro sistema muy diferente a El Salvador, no son ocho horas, no hay fines de semana libres sino que a veces se trabajan todos los días. El clima también afecta, por ejemplo acá donde yo me encuentro pues afecta bastante, en invierno la gente tiene que andar allí en la nieve.

¿Cómo se adapta el salvadoreño cuando viene, ya sea de forma legal o ilegal?

El primer trabajo que va a encontrar no es, digamos, si allá ha tenido un trabajo de oficina, no va a ser lo que va a encontrar . Está el cuidado de niños, muchas amas de casa lo hacen, cuidan niños desde su casa. También está la jardinería, que las personas pueden cortar el jardín, la grama, todo eso, y la construcción, el rubro que tiene los restaurantes, comida rápida.

Muchas veces no piden documentos, la gente se va a trabajar ahí. Igual son jornadas largas.

Ahora, en esta etapa que ya está establecida, tiene una comunidad que la reconoce como la abogada que les puede ayudar en el aspecto migratorio. ¿Qué es lo que buscan los salvadoreños? ¿Cuál es la ayuda que más les piden?

Bueno, la primera ayuda que ellos piden es la estabilidad para ellos y para su familia. Porque muchas veces hay personas que tienen años acá y yo les digo, lo primero que tienen que hacer es estudiar el inglés, vayan a la high school de noche, porque las clases son de noche, aprendan lo básico para poder ellos tener un mejor nivel de vida. Lo que ellos piden más es ayuda en cuanto a poder obtener un estatus migratorio.

¿En qué otro aspecto puede usted ayudar?

A veces son trámites de herencias, permisos legales.Yo soy notaría salvadoreña, los documentos que yo realizo tienen validez en toda la República de El Salvador. Me he estado fijando que, últimamente, están haciendo bastantes compras de propiedades.

Veo que ha habido un aumento, que la gente está comprando. También mandan poderes, mandan reconocimientos de niños, tal vez que no los asentaron en su momento por estar acá. Se tiene la facilidad. También los permisos cuando los niños necesitan viajar y necesitan la firma del padre o la madre y como ellos están acá no lo pueden hacer, mandan sus actas.

También poderes judiciales en los cuales se les puede hacer divorcios, cualquier pretensión que tengan en algún juzgado, porque hay muchos casos de personas que tienen homónimos.

Foto EDH/ Jessica Orellana

¿Puedo ahondar un poco más sobre la compra de propiedades?

Me he dado cuenta de que ha habido un auge en el sentido de que mucha gente está comprando; aunque yo sé que los precios están aumentando.

La gente compra su casa, su terreno con la idea de ir de irse para allá y quedarse. Es algo bien controversial porque mucha gente me dice "es que yo quiero tener una opción cuando me retire"; quieren recibir su dinero que le da el gobierno y vivir allá más tranquilamente.

Otro que dice: " yo en cinco años pues me voy, porque como no tengo un estatus acá, pero quiero tener un lugar, no llegar sin nada".

¿Hay como unos parámetros de cuánto desea la gente invertir? ¿Quiere una propiedad de X cantidad?

Es variado. Se hacen documentos de propiedades bastante onerosas. Yo me quedo sorprendida de los precios. 300 mil dólares anda costando una casa aquí sencilla. 300 mil dólares allá, pues lo siento caro. Y no es así como dice uno, una casa tan bonita, pero la ventaja que hay es que la van a pagar a plazos.

Me he fijado que agarran un crédito y eso lo van pagando mensualmente esa es la facilidad que les están dando aunque muchos usan el crédito de acá no usan el de El Salvador porque parece que las compañías le dan el 17 % que es bien elevado y aquí anda el 7% . En la pandemia se puso al 2.5 % súper bajó.

Muchas veces, esas personas que han hecho documentos pues se van pero como tienen la facilidad de volver, regresan porque no es la expectativa que ellos pensaban. Hay unos pues que se quedan porque ya no pueden regresar".

¿Qué es lo que les ha desencantado?

Por ejemplo acá la persona mayor, la que tiene documentos, tiene bastantes beneficios en cuanto a la salud. Les dan la medicina, por decir así, gratis,l as consultas gratis, todo gratis. Eso veo yo de que en El Salvador es un poco caro la salud, y la mayoría pues no quieren ir a un hospital público en El Salvador porque a veces se entiende de que la atención no es adecuada y si va a un privado pues le sale demasiado caro.

De los casos de salvadoreños que ha atendido, ¿cuáles son los que más recuerda?

Me sorprendió bastante porque fue algo nuevo para mí que el muchacho tenía a la mamá que estaba en prisión en El Salvador y toda la familia de él. Las personas del régimen se las llevaron a todas.

Él estaba ahorrando, estaba mandando dinero para comprar una casa, y no sé quién dijo que ellos eran extorsionistas, se los llevaron a todos. La mamá tenía los recibos de pago y todo eso.

Él a cada rato pues venía a hacer actas, todo eso pero a la fecha yo no sé si liberaron a la mamá pero sí miraba el sufrimiento de él en querer sacar por lo menos a la mamá que era una persona mayor

¿A la familia se la llevaron porque él estaba mandando dinero?

Sí. Pensaban que el dinero era ilícito aunque él tenía los comprobantes, las transacciones. A la fecha desconozco si lo liberaron o no porque ya no siguió viniendo.

Foto EDH/ Jessica Orellana

Hay una diferencia cuando ya son las terceras generaciones de salvadoreños, cuando fue el abuelo el que se vino y ¿ ahora los nietos mantienen un vínculo con El Salvador? ¿Se sienten salvadoreños?

Eso es también controversial. Como uno nació allá, se crió y todo eso, uno siempre siente ese amor por regresar, por ir a estar allá.

Cuando los niños han nacido acá, me dicen (los padres) yo quiero que mi hijo sea salvadoreño, yo quiero que tenga el DUI. También están los casos de las personas se sienten más orgullosas de ser salvadoreños y están haciendo esos trámites de DUI para poderlos asentar en San Salvador.

Pero ese orgullo de ser salvadoreño es una cosa reciente, como nostalgia.

Unos dicen de que si las cosas siguieran mejorando bastante en un futuro pues quisieran como emigrar a El Salvador, poder comprar una propiedad.

Ellos lo que piensan es que si tienen su pasaporte americano van a pagar más impuestos, entonces ellos no quieren pagar un adicional por ser extranjeros. Si son salvadoreños no lo pagan. Entonces se ve el auge que quieren como nacionalizarse salvadoreños.

¿Cómo es su trabajo aquí?

Yo tengo una oficina y tal vez lo que recibo en el día es un cliente, dos clientes de lunes a viernes de nueve a cinco.

La mayoría pues prefiere venir a mi casa, yo ofrezco servicio a cualquier hora, fines de semana, sábado y domingo, siempre con cita previa, y de las seis en adelante hasta las nueve de la noche, porque yo entiendo los horarios aquí son bien extensos.

A veces la gente trabaja jornadas de doce horas diarias, y eso hay que agregarle que hay que movilizarse por lo menos una hora antes de ida, y una hora de venida, serían 14 horas. Entonces ahí no queda tiempo.

La abogada salvadoreña Rosa Rivera aconseja: "Si tiene  la posibilidad y tiene cómo emigrar legalmente, que lo haga. Cuando ya esté aquí y si algún familiar lo recibe, sea agradecido . Muchas personas dicen que cuando uno ya está acá cambia pero no es que uno cambia sino que el sistema lo hace a uno así".

También puede leer :"Allá es bonito, pero al mismo tiempo pobre", salvadoreña en Washington D.C.

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