La barrera del idioma para los salvadoreños viviendo en Estados Unidos les afecta desde la comunicación, en sus oportunidades laborales hasta en la salud. Y pese a que existen oportunidades para aprender inglés; las exigencias laborales y económicas son factores que influyen en la decisión de aprender.
Hay inmigrantes que pese a tener años, décadas de vivir en ese país, poco han aprendido y han resuelto su día a día desenvolviéndose dentro de un círculo de habla hispana o ayudados por sus hijos o nietos, quienes hablan bien el inglés, especialmente porque los descendientes llegaron a suelo extranjero en su infancia o porque nacieron allá.
"No sé el inglés y no me preocupa porque siempre que hay quien me ayuda. Y ya voy para mayor, entonces ya tratan de ayudarle un poco más a uno", dice María Torres, quien lleva viviendo tres décadas en Washington D.C.
Sin embargo, cuando nació su hija ella se puso como meta que aprendiera los dos idiomas. "Primero es el español y en la escuela es tu idioma el inglés. Y así, habla bien clarito los dos idiomas (...) Hay muchos niños que están perdiendo su idioma y yo no quería eso para mi hija, hoy me da las gracias. Ella tiene 24 años".
En similar sintonía Gloria Gómez, quien se llevó a sus hijas, entonces de 15 y 9 años, a vivir a Estados Unidos, se propuso que ellas no pasarán por lo que ella vivió, el no poder ir a la escuela y no saber inglés.
"Yo no quise que sufrieran lo que yo sufrí en la calle, porque en la calle se sufre", dice Gómez, quien vende frutas y comidas típicas salvadoreñas en la calle 14 de Washington D. C.
Salud
Mario Campos es educador en salud, en la Clínica del Pueblo, explica como la barrera del idioma, y también el estatus migratorio, se vuelven factores que alejan a la diáspora de recibir atención médica.
"El idioma se vuelve tan importante y es una de las barreras las cuales muchas veces dificulta a que las personas se acerquen. Desde que las personas leen el nombre La clínica del Pueblo, se sienten identificados que en el lugar hay personas que hablan su idioma (...) algo que también hace que las personas no se acerquen a los centros comunitarios de salud es por la falta de educación, porque desconocen que existen esos centros comunitarios, porque tienen miedo de que al acercarse, posteriormente vayan a reportar su estatus migratorio ante el gobierno", explica Campos.
La Clínica del Pueblo tiene diversos programas para atender a la comunidad hispana, y en donde día a día se puede percibir que los inmigrantes siguen llegando.
"Yo día a día tengo la oportunidad de atender a personas recién llegadas, que tienen un mes que tienen apenas dos semanas de haber cruzado la frontera, de haber salido de un centro de detención de inmigrantes y tener la oportunidad de ayudarlos".
Oportunidad
El Salvador está en el número 50 a nivel de habla y manejo del idioma inglés en el mundo, de acuerdo al Índice (EF) de nivel de inglés. ,
Cuando Rosa Margarita Rivera llegó a Estados Unidos, hace diez años, su primer trabajo fue como docente, aprovechando su experiencia en El Salvador; para ella los dos primeros obstáculos que enfrentan los emigrantes es adaptarse al sistema del nuevo país y el idioma.
Su trabajo en las aulas se extendió por unos cinco años, pero en el contexto de la pandemia debió quedarse en casa y fue en ese contexto donde revivió la inquietud para desarrollar su profesión de abogada.
"En este país existen bastantes oportunidades. Hay escuelas las cuales son gratis y hay unas que se pagan un porcentaje que es poco. Usted va y empieza con lo básico, le dan hasta el quinto nivel y usted sigue en las noches, sí se aprende pero se tiene que tener mucha perseverancia. A veces mucha gente no lo hace por el tiempo, por el trabajo. uno en El Salvador dice no me gusta, no puedo, pero aquí frente a una necesidad ¿qué hace que uno siga ahí? lo necesita en todas partes, en los trabajos, en la calle aunque hay lugares de que hablan mucho español pero en entidades por ejemplo lo que yo me desarrollo tengo que hablar por lo menos lo básico del inglés", expone la abogada Rivera.
Manuel Cruz afirma que se ha acostumbrado a la cultura estadounidense, el país que lo alberga desde hace 16 años. "Es acostumbrarse a una cultura diferente, a un idioma diferente, un idioma que aún yo todavía no hablo inglés, porque nunca fui a la escuela, pero sé cómo entenderlo cuando alguien me habla en inglés. Lo entiendo un poco y sé lo que me está diciendo, pero tal vez lo más básico así, porque hay muchas cosas que tal vez alguien te está diciendo en inglés", comenta.
El salvadoreño ha trabajado en el área de restaurantes y desde hace cuatro años en el restaurante familiar Ruthie's All-Day y su jefe solo habla inglés.
"A veces es bastante difícil, más cuando uno no sabe el idioma, no sabe cómo contestar, pero cuando uno conoce bien el oficio, sabe lo que va a hacer y lo que tiene que hacer día a día, entonces ya no se le hace muy difícil".
La alcaldía de Washington D. C. ofrece de manera gratuita el idioma inglés; así como cursos en otras áreas de trabajo.
"Hay oportunidades. Lo que le digo a la gente es que no se detenga, que quiera crecer más, es importante. Hay una condición que dificulta el proceso, que es que aquí se habla español. Usted camina, en La Manplesa (barrio de Mount Pleasant), y todo el mundo habla español. Van a tiendas donde hablan español, en el barrio se habla español, entonces se dificulta un poco poder romper con esa situación. Pero la primera generación (hijos), la segunda generación (nietos), todos hablan inglés y el reto con ellos es al inverso, que hablen español de manera suelta", expresa Eduardo Perdomo, director de asuntos latinos de la alcaldesa Muriel Bowser.
Las palabras de Perdomo toman rostro cuando Gloria Umaña, que emigró hace cuatro décadas, confiesa : "Yo no sé todavía inglés bien. A mí quién me lleva mis trámites de cosas así cuando necesito algo es una nieta, sí. Pero yo no puedo inglés".
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