Eyvin Hernández es un abogado de origen salvadoreño muy querido en su comunidad en Los Angeles, California, por defender a personas de escasos recursos, pero ahora es Hernández quien está recibiendo apoyo de esas comunidades por su arresto arbitrario - como denuncia su familia-en Venezuela.
Hernández fue detenido el 31 de marzo en las afueras de Cúcuta, una ciudad fronteriza entre Colombia y Venezuela. El abogado se encontraba de vacaciones, pero la policía venezolana lo detuvo en esa área sin motivo aparente, bajo los cargos de “conspiración” y “asociaciones ilícitas”. Su familia le dijo al periódico The Guardian que temen que el régimen de Nicolás Maduro lo use como “moneda de cambio político”.
La historia de superación de Hernández es como la de muchos salvadoreños que huyeron de la violencia y la guerra de los 80. En 1981, cuando Hernández tenía solo tres años, sus padres se lo llevaron a Estados Unidos.
Se asentaron en un barrio de clase trabajadora en el sur de Los Angeles, California y ahí trabajaron duro. Hernández logró integrarse en la comunidad al punto que logró ser aceptado en la Universidad de California (UCLA) y obtuvo un grado en Matemática y Física antes de graduarse en 2005 como abogado.
“Cuando sus primos y amigos lo invitaban a salir, él siempre decía: no puedo, tengo que estudiar”, recuerda su madre, Ana Sandoval.
Gladdys Uribe, una alumna suya, lo describió a The Guardian como “un líder tranquilo” y dedicado al servicio a los demás.
“Él siempre ha sido guiado por un fuerte sentido de la justicia y una necesidad de defender a los desposeídos, inmigrantes y sectores vulnerables”, añadió Uribe.
Y concluye sobre Hernández: “No le gustaría que dijera esto, pero él representa la personificación del sueño americano”.
Hernández siempre ha intentado velar por los derechos de los latinos en la UCLA: “Hay un número enorme de latinos que van a la escuela de leyes y él siempre se aseguraba que no me sintiera sola o abrumada”, contó su estudiante.
El caso
A Hernández también le encanta viajar, por eso se encontraba de vacaciones en Colombia mientras fue detenido. Él estaba escribiendo una novela sobre migración, basada en la historia de su familia.
La zona donde fue arrestado Hernández ha sido catalogada de alto riesgo por el Departamento de Estado por la posibilidad de detenciones arbitrarias de sus ciudadanos. De hecho, justo antes de que Hernández fuera detenido, funcionarios estadounidenses viajaron a Venezuela para intentar mejorar las relaciones con el régimen de Nicolás Maduro en medio de la crisis con Rusia por la invasión a Ucrania.
En ese momento, Venezuela liberó dos detenidos estadounidenses, pero Hernández y otro ciudadano americano fuero detenidos después de eso, en incidentes separados según el medio británico.
La fundación James Foley da cuenta que ha habido un número “alarmante” de ciudadanos americanos detenidos en varios países del mundo y en Venezuela en los últimos años, un hecho que cataloga de “amenaza global”.
“(Las detenciones arbitrarias) se están volviendo un problema complejo. Y lo más preocupante es que parece ser una táctica deliberada de actores de gobierno (extranjeros)”, dijo Diane Foley, de esa fundación que vela por los derechos de los detenidos injustamente.
The Guardian habló con Phil Gunson, del Grupo Internacional de Crisis, alojado en Venezuela, sobre el caso de Hernández. El especialista les dijo que una vez un extranjero es detenido por el régimen venezolano no hay garantías de independencia judicial.
De hecho, Gunson explicó que, si el gobierno venezolano quisiera apegarse a la ley en el caso de una entrada ilegal a su territorio, como podría estimarse que pudiera ser el caso de Hernández, lo procedente sería la expulsión de Venezuela, pero el régimen de Maduro “está presentando cargos más serios” en situaciones parecidas.
Lo último que la familia de Hernández supo es que el abogado enfrentará una audiencia, pero no se sabe qué fecha. Eyvin Hernández está detenido en un centro de contrainteligencia en Caracas.