Los salvadoreños que han tenido la oportunidad continuar su Educación y Formación Técnica Profesional (EFTP) en la actualidad enfrentan menores niveles de desempleo, llegando a obtener puestos laborales con mayor estabilidad y mejores prestaciones, esto en comparación a las personas que únicamente terminaron la educación secundaria señala el Informe Estado de la Región.
Los datos fueron recabados en los países de Centroamérica a excepción de Nicaragua, debido a que la administración se negó a participar en dicha investigación. El análisis retoma datos desde 2016 hasta 2022.
El informe elaborado por el Programa Estado de la Región del Consejo Nacional de Rectores de Costa Rica, con el apoyo de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude), incluye datos de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá y República Dominicana, en los cuales se reflejó que las personas con educación técnica mantienen claras ventajas en términos de empleabilidad.
Aunque el desempleo ha crecido para ambos grupos desde 2016.
Las excepciones a dicha tendencia son Guatemala, Honduras y República Dominicana, donde las personas con educación tradicional presentaron menores tasas de desempleo el año pasado.
“En 2022, el país con la mayor tasa de desempleo por tipo de educación fue Costa Rica, donde el 15.7% de las personas graduadas de la educación secundaria tradicional no tenía trabajo, este porcentaje fue menor entre las egresadas de la educación técnica 12.1%”,
Andrés Fernández Arauz, investigador a cargo del estudio Educación y formación técnica profesional en Centroamérica y República Dominicana
Para El Salvador en 2022 solo un 5% de la población con educación técnica se enfrentaba a una situación de desempleo, sin exponer las condiciones que podrían estar afectando cada caso, mientras que la población que no obtuvo acceso a otro tipo de formación superior experimentaba un 7.6% de desempleo.
Cinco años antes las cifras eran significativamente más elevadas en ambos casos para el grupo con educación técnica. Se registraba un 7.8% de desempleo y el segundo grupo experimen un 11.6%.
Uno de los hallazgos puntuales que los investigadores destacaron fue la tendencia de las que personas egresadas de EFTP a encontrar mejores condiciones laborales en el sector servicios, en empresas de mayor tamaño.
Fernández Arauz afirma que “trabajar en empresas más grandes suele implicar más estabilidad laboral, mejor cumplimiento de derechos laborales y salarios más altos”.
El año pasado, en promedio el 30% de las personas graduadas de técnicos profesionales en Centroamérica trabajaban empresas de más de 30 empleados, cifra que supera el 40% en Costa Rica, El Salvador, Honduras y República Dominicana.
Uno de los escenarios más importantes encontrados es que la población con formación técnica profesional tiene menor probabilidad de recibir una remuneración inferior al salario mínimo, en comparación con el promedio de sus países y con las graduadas de secundaria tradicional.
“Observamos que, entre las personas que ganan menos del salario mínimo legal para cada país, las personas egresadas de la educación técnica representan el menor porcentaje”, agregó el investigador, recalcando que es preocupante que el 30% de la población llegue a recibir menos del salario mínimo.
“Tras los resultados de la investigación, vemos que la educación y formación técnica es una opción educativa valiosa, no solo para reducir la probabilidad de desempleo sino también para mejorar la calidad y estabilidad de los empleos en Centroamérica”, concluyó Arauz.
Estos datos confirmarían el escenario presentado en el informe de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM 2022), en el cual se indicaba que la tasa de desempleo bajó un 1.3% dicho año.
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Actualización de los programas
A pesar de contar con mejores herramientas de adaptación laboral las personas que han estudiado carreras técnicas u otras opciones similares expresaron que los programas de educación deben ser actualizados debido a la constante demanda de innovación en el mercado empresarial.
Más de la mitad de los participantes centroamericanos considera que la educación profesional está desactualizada respecto a los requerimientos del mercado de trabajo, detalla el informe.
41% de las personas encuestadas indicó que existe “deficiencias en cuanto a la relevancia de las habilidades enseñadas para insertarse al mercado laboral”.
El 53.5% de los participantes considera que es necesario hacer una actualización de los temas abordados en las carreras técnicas con respecto a los nuevos puestos de trabajo que mueven la economía local. Mientras que el 42.6% de los entrevistadas considera que la educación y formación técnica profesional no enseñan las destrezas y habilidades requeridas por los empleadores hoy en día.
“Actualizar la oferta de educación y formación técnica de acuerdo con las demandas actuales del mercado laboral no solo potenciará las oportunidades de las personas egresadas de esta modalidad educativa, sino que también podría mejorar la percepción que tienen las personas sobre este tipo de formación profesional”, indicó el investigador.
Remuneración salarial
La investigación detalla que las personas con formación profesional tienen menor probabilidad de recibir una remuneración inferior al salario mínimo, en comparación con el promedio de sus países y con los graduados de secundaria tradicional.
“Observamos que, entre las personas que ganan menos del salario mínimo legal para cada país, las personas egresadas de la educación técnica representan el menor porcentaje”, agregó el investigador.
Un dato preocupante, según este estudio, es que en 2022 más del 30% de la población en países como El Salvador, Guatemala y Panamá recibían ingresos menores al salario mínimo.
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Participación femenina
Uno de los hallazgos encontrados en el Estado de la Región, es el aumento de la participación de la población femenina en la educación técnica profesional, está ha tenido un ligero aumento desde 2019 cuando alcanzaba el 51%, mientras que en 2022 alcanzó el 54%.
Es importante destacar que este incremento surgió posterior a las afectaciones por el confinamiento durante el Covid-19.
Andrés Fernández argumentó que la cantidad de personas que se inscribió en los Institutos de Formación Profesional disminuyó en 4.5% puntos respecto a 2019, datos a nivel nacional.
“En la mayoría de los países, los Institutos de Formación Profesional aún no han podido recuperar completamente el nivel de matrícula para hombres y mujeres”, agregó el investigador.
Panamá ha reflejado un escenario importante debido a que la apertura de más espacios de estudio virtuales ha generado el retorno de la población femenina a los diferentes niveles de educación técnico profesional.
“El aumento de la matrícula de mujeres en Panamá se debe, en buena medida, al incremento en la oferta de los cursos en línea. Esto podría sugerir que recuperar la matrícula en los IFP podría ir de la mano con la digitalización o incorporación de la virtualidad en más cursos”, agregó el investigador.
Formación en espacios virtuales
Tras las dificultades experimentadas durante la pandemia por Covid-19 los países centroamericanos han realizado diferentes reformas en sus planes de estudio para adaptarlos a los espacios virtuales.
“Una mayor oferta de cursos en línea es el camino correcto. Pero, más cursos de corta duración plantea desafíos en términos de la obtención de competencias y conocimientos que cambien significativamente las condiciones de productividad e inserción de las personas en el mercado laboral”, afirmó Andrés Fernández Arauz, investigador a cargo del análisis.
Sin embargo, los avances en la oferta en línea los investigadores señalan que la formación virtual aún tiene muchas limitaciones para los estudiantes, esto especialmente cuando se deben integrar la teoría y la práctica, sumado al uso de equipos especializados disponibles solo en los talleres o laboratorios de los centros de formación.