Todo el clan del expresidente Salvador Sánchez Cerén (2014-2019) y su círculo más cercano ya tiene la nacionalidad nicaragüense, otorgada por el régimen de Daniel Ortega, y por tanto no pueden ser extraditados a El Salvador pese a que el exfuncionario del gobierno del FMLN y otros de sus parientes son acusados por la Fiscalía salvadoreña de actos ilícitos.
Su hija Dolores Ivette Sánchez Villalta, quien fungió como Directora general de desarrollo social del Ministerio de Relaciones Exteriores, fue su última familiar que fue nacionalizada justo ayer jueves cuando se publicó en La Gaceta, el Diario oficial de Nicaragua, la Certificación 3308 de la Dirección de Migración y Extranjería.
En esa misma edición, pero con el Certificado 3309 fue nacionalizado William Osvaldo Vaquero León, quien no es pariente del expresidente pero sí se desempeñó como su asistente personal.
En julio de 2021 fue nacionalizado por el régimen de Ortega el expresidente Sánchez Cerén, su esposa Rosa Margarita Villalta de Cerén, su hija Claudia Lissette Sánchez Villalta y su nieto Juan Carlos Guardado Sánchez.
En agosto de 2021 fueron nacionalizados su hijo Salvador Antonio Sánchez Villalta, su nieta Alejandra Sofía Guardado Sánchez y su bisnieto Carlos Manuel Pacheco Guardado.
De acuerdo a la publicación de La Gaceta, todos los nacionalizados nicaragüenses “gozarán de todos los derechos y prerrogativas que las leyes le conceden”.
Por ejemplo, ninguno podrá ser extraditado si El Salvador lo solicita en algún momento merced al artículo 34 de la Constitución del vecino país.
El expresidente Sánchez Cerén es señalado por la Fiscalía de haber recibido “sobresueldos” cuando fue vicepresidente de la república en la gestión del expresidente del FMLN Mauricio Funes entre 2009 y 2014. Funes también vive en Nicaragua desde 2016 y fue el primero de los farabundistas exgobernantes en obtener la nacionalidad nicaragüense. El expresentador de televisión también es reclamado por las autoridades salvadoreñas.